La baja eficacia y los efectos secundarios de los medicamentos disponibles utilizados para el tratamiento de esta enfermedad durante su fase crónica resaltan la necesidad de tratamientos antitripanosómicos más eficaces y seguros
Con información de estudio Bufadienólidos antitripanosómicos de los ovocitos del sapo Rhinella alata (Anura, Bufonidae)
Participan investigadores del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (INDICASAT-AIP), de la Universidad de Panamá (UP), del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) y de la Universidad Acharya Nagarjuna de la India
La enfermedad de Chagas o tripanosomiasis americana afecta a 21 países de las Américas. Es el parásito Trypanosoma cruzi el responsable de su transmisión.
En lenguaje popular, las llamadas chinches infectan a las personas al picarlas y depositar sus heces en la piel o mucosas.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), cada año se registran 30,000 casos nuevos, con 12,000 muertes en promedio y cerca de 70 millones de personas en las Américas en riesgo de contraer la enfermedad.
Miocardiopatía, megacolon, megaesófago y accidente cerebrovascular, son algunas características patológicas crónicas que se presentan cuando la enfermedad de Chagas avanza.
“La baja eficacia y los efectos secundarios de los medicamentos disponibles utilizados para el tratamiento de esta enfermedad durante su fase crónica resaltan la necesidad de tratamientos antitripanosómicos más eficaces y seguros”, concluyen investigadores panameños, quienes acaban de publicar un estudio que ofrece esperanzas terapéuticas naturales bajo esta perspectiva.
Científicos del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (INDICASAT-AIP), de la Universidad de Panamá (UP), del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) y de la Universidad Acharya Nagarjuna de la India, explican en el estudio Bufadienólidos antitripanosómicos de los ovocitos del sapo Rhinella alata (Anura, Bufonidae), publicado por MDPI (Multidisciplinary Digital Publishing Institute), editorial de revistas científicas de acceso abierto, que “este trabajo puede servir como base para futuros estudios que apunten al desarrollo de bufadienólidos o sus derivados como fármacos contra la enfermedad de Chagas”.
Autores:
Candelario Rodríguez 1,2, Roberto Ibañez 3,4, Dionisio A. Olmedo 5, Michelle Ng 6,
Carmenza Spadafora 6, Armando A. Durant-Archibold 1,7y Marcelino Gutiérrez 1 (autor correspondiente)
- (1) Centro de Biodiversidad y Descubrimiento de Drogas, Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (INDICASAT-AIP), Panamá
- (2) Departamento de Biotecnología, Universidad Acharya Nagarjuna, Nagarjuna Nagar, Guntur, India
- (3) Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, Balboa, Panamá
- (4) Departamento de Zoología, Facultad de Ciencias Naturales, Exactas y Tecnología, Universidad de Panamá
- (5) Centro de Investigaciones Farmacognósticas de la Flora Panameña (CIFLORPAN), Facultad de Farmacia, Universidad de Panamá, Panamá
- (6) Centro de Biología Celular y Molecular de Enfermedades, INDICASAT AIP, Panamá
- (7) Departamento de Bioquímica, Facultad de Ciencias Naturales, Exactas y Tecnología, Universidad de Panamá
Compuestos de actividad antiparasitaria
Los autores documentan que “los vertebrados terrestres venenosos rara vez se consideran en los programas de investigación de productos naturales; sin embargo, se ha informado que los materiales bioactivos derivados de animales han dado como resultado medicamentos eficaces, lo que destaca el potencial de las toxinas de los animales vertebrados en farmacología.
Por ejemplo, la teprotida, un nonapéptido aislado del veneno de la serpiente Bothrops jararaca , ha servido como plantilla para producir captopril y otros inhibidores de la enzima convertida de angiotensina que actualmente se medican de forma rutinaria en pacientes con hipertensión. El alcaloide epibatidina obtenido de la piel de la rana dendrobátida Epipedobates tricolor presenta propiedades analgésicas 200 veces más potentes que la morfina. La epibatidina ha servido como plantilla para producir derivados antinociceptivos como la tebaniclina (ABT-594) que alcanzó la fase clínica II”.
Por otra parte, los anfibios son ampliamente conocidos como una fuente prolífica de metabolitos bioactivos, es decir, sustancias que pueden tener efectos beneficiosos.
Para este trabajo aislaron y caracterizaron “compuestos con actividad antiparasitaria a partir de ovocitos del sapo Rhinella alata recolectados en Panamá”.
Estos sapos fueron recolectados bajo autorización del Ministerio de Ambiente de Panamá e incluso liberados en el mismo sitio de recolección, además de cumplir con las directrices y protocolos del INDICASAT AIP.
El análisis permitió aislar compuestos con un buen perfil de actividad antitripanosómica e incluso se informa de un nuevo producto natural.
Esta investigación fue financiada por el Programa INDICASAT-BID y contó con el apoyo del Sistema Nacional de Investigación (SNI), Panamá.
Para ver procedimientos, resultados y discusión: