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Por: María Mercedes Armas (Psicóloga)

La licenciada María Mercedes Armas Barrios es psicóloga egresada de la Universidad Central de Venezuela. Es integrante del Observatorio Venezolano de los DDHH de las Mujeres y del Centro de Investigación Social Formación y Estudios de la Mujer.
@psico.mm.armas
[email protected]

Nuestro trabajo es importante por muchas razones, además es una de las actividades y relaciones que ocupan una gran cantidad de tiempo en el día a día. Por ello iniciaremos hoy con un tema que muchas veces pasa desapercibido y no es atendido. Te invito a que chequees los siguientes indicadores:

  • ¿Has sentido que tu trabajo ya no tiene sentido, o que ya no tienes la misma motivación y compromiso?
  • ¿Te sientes desanimado para hacer tu trabajo,  y pospones, demoras o evitas hacerlo?

Si respondiste afirmativamente, puede que estés presentando un cuadro de estrés laboral.

  • ¿Conoces los síntomas más comunes del estrés laboral y cómo manejarlo?
  • ¿Sabías que el estrés laboral te puede llevar a aislarte y a distanciarte de las demás personas?
  • También puede generar irritabilidad y explosividad en la conducta.
  • Incluso nos puede llevar a tener problemas en las relaciones familiares y de pareja, no solo con el equipo de trabajo.

Es interesante conocer estos indicadores que, en general, no relacionamos con un cuadro crónico de estrés laboral conocido como el Síndrome de burnout o Síndrome del quemado.

Se le describe como un estado de agotamiento o desgaste mental, emocional y físico generado por causas existentes en la relación o entorno laboral, entre ellas: insatisfacción laboral o exigencias muy demandantes.

Entre los síntomas que se presentan están:

A nivel físico:

  • Dolor corporal: de cabeza, espalda, músculos en general.
  • Dificultad para conciliar o mantener el sueño reparador.
  • Tensión corporal, cansancio, agotamiento, falta de energía constante en el tiempo, a pesar de descansar.
  • Nauseas, desgano para comer.

A nivel emocional:

  • Irritabilidad, explosividad, mal humor.
  • Desmotivación, falta de interés en las cosas.
  • Sentimiento de impotencia, improductividad.
  •  Baja confianza en sí mismo y sus capacidades.
  • Sentirse abrumado, sobrecargado o fundido; de allí el nombre de Síndrome del quemado.

A nivel de la conducta también se observan cambios negativos:

  • Incumplimiento del horario y/o funciones.
  • Notable desmejoramiento en su desempeño o rendimiento profesional.
  • Descuidos que generan consecuencias negativas.
  • Aislamiento en el entorno laboral y familiar, contacto social escaso.
  • Falta de empatía con las personas que le rodean o tiene que atender.
  • Actitud crítica y negativa, oposición.

Estos son solo algunos de los indicadores de un posible cuadro de desgaste profesional, ante los cuales es importante estar alerta para identificar a tiempo y buscar el apoyo profesional adecuado.

Como consecuencia de la pandemia COVID-19, se evidenció el impacto de los factores estresantes en el personal de salud, por lo cual en 2022 la Organización Mundial de la Salud clasificó el Síndrome de Desgaste Ocupacional dentro de la Clasificación Internacional de Enfermedades especificando un listado de síntomas del mismo y su función como desencadenante de otras enfermedades.

Entre ellos incluye las jaquecas, gastritis, hipertensión, colon irritable, taquicardia, deficiencias del sistema inmune, tics nerviosos, sudoración y temblores corporales, obesidad, alopecia o caída del cabello, irregularidades menstruales, bruxismo (presión de dientes y mandíbula), dificultad en los procesos de atención, concentración y memoria, dificultad para tomar decisiones, propensión a tener accidentes, reducción del deseo y desempeño  sexual, inestabilidad emocional; entre otros que pueden desencadenar cuadros más complejos como la depresión.

Esta organización señala que existen tres signos principales de este cuadro crónico multifactorial que se extiende en el tiempo: la sensación de cansancio o agotamiento de la energía; el aumento del desapego mental hacia el propio trabajo o sentimientos de negativismo o cinismo relacionados con el mismo; y la reducción de la eficacia profesional.

En la próxima publicación ampliaremos un poco más acerca de las dimensiones del Síndrome de Bornout, los factores desencadenantes, así como su prevención y tratamiento.

Por: María Mercedes Armas (Psicóloga)