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©FAO/Giulio Napolitano

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha elaborado un conjunto de instrumentos completo, práctico y accesible con el objetivo de ayudar a todos los agentes del sector alimentario a respetar las normas de higiene de los alimentos.

El conjunto de instrumentos, cuya presentación el 7 de junio coincide con el Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos de 2023, se basa en el Codex Alimentarius, que significa “código alimentario” en latín y que constituye un conjunto de normas, directrices y códigos de prácticas gestionados por la FAO y la Organización Mundial de la Salud (OMS) con la finalidad de proteger la salud de los consumidores y promover prácticas leales en el comercio alimentario.

El conjunto de instrumentos convierte las numerosas directrices y normas que rigen las buenas prácticas de higiene (BPH) y el análisis de riesgos y de puntos críticos de control en información de fácil comprensión por conducto de un sitio web de la FAO.

Se prestó especial atención a los desafíos a los que se enfrentan los pequeños productores y operadores de empresas alimentarias de los países de ingresos medios y bajos. Por ejemplo, el diseño del sitio web garantiza su correcto funcionamiento en los dispositivos móviles portátiles, que son mucho más frecuentes que los ordenadores en algunos países en desarrollo.

El objetivo general consiste en dotar a todos los operadores de empresas de alimentos, tanto en la explotación agrícola como en etapas posteriores de la cadena de valor, e independientemente de su tamaño y ubicación, de un instrumento que les permita mejorar su interacción con las autoridades locales competentes en materia de inocuidad alimentaria a fin de producir, procesar y distribuir alimentos inocuos.

El conjunto de instrumentos también se destina a los agentes institucionales, como los funcionarios gubernamentales, las instituciones académicas y las organizaciones de fomento de la capacidad. 

“Este conjunto de instrumentos es un punto de referencia mundial importante en el ámbito de la inocuidad alimentaria”, afirmó Corinna Hawkes, directora de la División de Sistemas Alimentarios e Inocuidad de los Alimentos de la FAO.

“No solo establece los principios de inocuidad alimentaria acordados a nivel internacional, sino que también proporciona un lenguaje común, que define a su vez un marco y un punto en común para la negociación de los países y la comunicación sobre inocuidad alimentaria entre empresas del sector”.

Fortalecimiento de la inocuidad alimentaria

Cuando la comida escasea, las personas hacen lo imposible por alimentarse a sí mismas y a sus familias. Existe una correlación directa entre las situaciones de escasez de alimentos y el aumento de los riesgos para la inocuidad alimentaria. Con 600 millones de personas afectadas por enfermedades transmitidas por los alimentos, una de las esferas prioritarias de la FAO es ayudar a asegurar alimentos inocuos para todos. 

La FAO respalda de diferentes maneras las acciones de sus Miembros encaminadas a mejorar la inocuidad alimentaria. Junto con la OMS, la Organización proporciona el asesoramiento que conforma la base científica de las normas del Codex Alimentarius. Además, la FAO ayuda a aplicar las normas, elaborar marcos legislativos y desarrollar capacidades con miras a garantizar la inocuidad alimentaria. 

Este conjunto de instrumentos, disponible inicialmente en tres idiomas (español, francés e inglés), es uno de los recursos que contribuyen a esas iniciativas.

El contenido técnico del conjunto de instrumentos, preparado y revisado por funcionarios de la FAO responsables de la inocuidad de los alimentos en colaboración con un equipo del Departamento de Ciencia de los Alimentos de la Universidad de Guelph (Canadá), es la respuesta al pedido de los Estados Miembros que solicitaban que la orientación del Codex resultara más accesible.

El conjunto de instrumentos contiene guías sobre higiene personal, por ejemplo, qué instrucciones brindar a los visitantes externos que acceden a una instalación de producción de alimentos, el procedimiento y la frecuencia de lavado de manos correctos y sugerencias de vestimenta adecuada.

De cara al futuro, está previsto recabar observaciones y, posiblemente, ampliar el conjunto de instrumentos para ofrecer orientación más detallada a otros sectores del sistema agroalimentario, como la pesca. El mundo académico ya se ha mostrado interesado en utilizar estas herramientas como base para la creación de cursos especializados sobre inocuidad alimentaria.

Comunicado FAO