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Por María Mercedes Armas Barrios

La licenciada María Mercedes Armas Barrios es psicóloga egresada de la Universidad Central de Venezuela. Es integrante del Observatorio Venezolano de los DDHH de las Mujeres y del Centro de Investigación Social Formación y Estudios de la Mujer.
@psico.mm.armas
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Entre los elementos esenciales para la vida satisfactoria en la adultez mayor tenemos las fortalezas física, mental y emocional.

La fortaleza física es muy importante porque permite tener mayor  autonomía física y sentirse más seguros y fuertes emocionalmente.

Si por el tiempo de pandemia/aislamiento, o por factores laborales o de salud, se pudo haber estado en una situación de pasividad física, es fundamental comenzar a revertir los efectos negativos que esta generó.

Hay infinidad de recomendaciones en este sentido, sin embargo quiero mencionar como algo básico que para lograr una mayor fortaleza física en la adultez mayor dos puntos esenciales: las caminatas de media hora y ejercitarse a diario.

Bien sea solo o acompañado, el caminar durante, por lo menos, media hora al día, es uno de los propósitos saludables que se pueden asumir para conservar o mejorar la salud y fortaleza física y mental. Al ejercitarnos aumentan las defensas inmunológicas y tiene un efecto muy positivo en el autoconcepto que tiene el adulto mayor, al dejar de percibirse como una persona pasiva, logra sentirse más capaz y alegre.

Se hace necesario evaluar las opciones en el entorno para detectar los espacios y posibles acompañantes para las caminatas; con el objetivo de que sea una actividad disfrutable, no una tortura, haciéndolo a su ritmo, tomando descansos, con calzado adecuado y a la hora que más le convenga, preferiblemente en la mañana.

Para hacer  ejercicios es recomendable evaluar algunas de estas opciones: estiramientos, relajación, yoga, taichi, calistenia, pesas, aparatos disponibles en su zona de vivienda o algún deporte que le agrade. Lo importante es comenzar y mantenerse constante, ya que así logrará automotivarse. El punto de comparación es consigo mismo, trabajando con paciencia y constancia para estar mejor.

La fortaleza mental en la adultez mayor: Alimentar y ejercitar el cerebro es fundamental para conservar y recuperar funciones cognitivas en esta etapa de la vida y establecer un mejor equilibrio en todas las áreas vitales.

Una persona que maneja adecuadamente la triada: alimentación equilibrada, actividad física y actividad mental, tendrá mejores opciones para conservar sus funciones y recuperar aquellas disminuidas por eventos de salud, dependiendo del caso. Recordemos que el cerebro mantiene la capacidad de regeneración y establecimiento de nuevas conexiones neuronales. 

La neuróloga italiana, Rita Levi Montalcini, Premio Nobel de Fisiología en 1986, dice: “El cerebro nunca debe jubilarse, sino trabajar noche y dia”. Excelente recomendación para prevenir enfermedades y potenciar la calidad de vida.

El mantenerse activo mentalmente produce gran satisfacción vital en el adulto mayor; fortalece la seguridad en sí mismo, la autoestima, la capacidad de tomar decisiones y es una fuente de entretenimiento y uso positivo del tiempo; además apoya los vínculos sociales.

La vida cotidiana ofrece muchas oportunidades para ejercitarse mentalmente; no tiene que ser nada especial. Incluso hay aplicaciones especialmente creadas para ello.

Lo importante es estimular y reforzar funciones y capacidades basicas de memoria, atención, concentración, lenguaje escrito y verbal, comprensión lectora, orientación en tiempo y espacio, conciencia de sí mismo y capacidad de relacionarse.

Desde una simple conversación, el análisis de una noticia, un juego de dominó, armar rompecabezas, desarrollar alguna habilidad artística, escribir, leer, apoyar a sus nietos con las tareas, manejar su red social, aprender algún otro idioma… Son todas actividades que estimulan y promueven las capacidades cognitivas. 

En la etapa adulta mayor hay que enfocarse en establecer un equilibrio interno, lo cual impactará en su entorno y en sus relaciones, por ejemplo en las oportunidades que pueda lograr. En la próxima entrega hablaremos sobre el aspecto emocional en la adultez mayor.

Por María Mercedes Armas Barrios