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Estos catorce hombres notables lo son porque en ellos opera una integridad, en ocasiones quijotesca, a veces insensata, pero siempre empeñados en construir con sus pequeños gestos una micronarración, o un relato enmarcado, casi encapsulado, a modo de figuración plástica, como si pertenecieran a un diorama o un camafeo

Por: Nelson Rivera, director del Papel Literario del diario El Nacional

Amigos lectores:

I.

En el primer párrafo del texto que presenta Hombres notables, el más reciente libro de Blanca StrepponiGustavo Valle lo asocia con la película Historias mínimas, de Carlos Sorín. Me pasó algo semejante: hice una inmediata relación con esa obra portentosa del periodismo y el reporterismo gráfico que es Elogiemos ahora a hombres famosos, del periodista James Agee y del fotorreportero Walker Evans: indagación de extrema sensibilidad, que ambos hicieron en las vidas de campesinos algodoneros en el sur de Estados Unidos en 1936. Escribe Valle sobre el libro de Strepponi: “Estos catorce hombres notables lo son porque en ellos opera una integridad, en ocasiones quijotesca, a veces insensata, pero siempre empeñados en construir con sus pequeños gestos una micro narración, o un relato enmarcado, casi encapsulado, a modo de figuración plástica, como si pertenecieran a un diorama o un camafeo.  

Son hombres notables porque son individuos verdaderos, equilibrados, no demasiado reflexivos, y la verdad los acompaña como un talismán. Esta es una de las grandes virtudes que tiene este libro: haber creado un catálogo de personajes verdaderos”. Página 1.

II.

Llegué a la poesía de Antonio Rivero Taravillo (España, 1963) por recomendación de Marcela Filippi, su traductora al italiano. En la página 2 reproducimos 12 poemas, buena muestra de Suite irlandesa, libro publicado por la Fundación José Manuel Lara en 2023. Reproduzco aquí los cuatro versos que componen su poema Invierno:

El invierno es un druida con su manto tan blanco,

con su cana melena y sus barbas de escarcha,

el anciano más sabio, el invierno es un druida,

es la vieja estación donde nievan leyendas.

III.

Titulé la página 3, Mori Ponsowy visita a Sharon Olds por segunda vez. Trata de esto: en 2004, Ponsowy tradujo El padre, libro fundamental de Sharon Olds (Estados Unidos, 1942) para Bartleby Editores. Veinte años después (2024), Visor Libros ha publicado El padre, solo que Ponsowy ha revisado su traducción y ha introducido cambios en algunas partes de los poemas, cambios sobre la construcción de los versos, la modulación, el ritmo. El libro es una exploración en la enfermedad y muerte del padre. De los seis poemas escogidos, publicamos las dos versiones. El ejercicio de leer una y otra versión, de forma consecutiva, resultará revelador de los debates a los que se enfrentan los traductores. Copio aquí la versión 2024 del poema Últimos actos:

Últimos actos

 Quisiera poder lavar el rostro de mi padre,

coger algodón del polvo de la tierra

pasarlo por su cara, que sus rizos

laman su piel antes de morir. Quiero

 estar en él como una vez estuve dentro de él,

galopando en sus testículos el día antes de ser lanzada:

le es fácil llevarme entre sus largas piernas cuesta

arriba en San Francisco en tiempos de guerra,

estoy ahí entre sus piernas, ahí pertenezco,

soy su carne, puede amarme sin

reserva, seré su placer.

 Ahora quiero sentir, en el roce de la tela,

el contorno de su piel marcada,

quiero lavarlo, como restregaba

las caras de mis muñecas a fondo

antes de cualquier gran ceremonia.

IV.

Aprovecho para agregar: Olds es una poeta enorme, en cuya obra no hay “mejores libros”. De cada uno de los ocho que conozco -traducidos-, cabe decir: son tallados milimétricos, en los que no hay fisuras ni versos que flaquean. Por cierto: hace muchos años, el sello venezolano Pequeña Venecia publicó una traducción de Satán dice, que me ha resultado imposible encontrar. Con esto quiero decir que Olds es una autora que ha tenido alguna presencia en Venezuela.

V.

El mismo Gustavo Valle que firma el texto que ocupa la página 1, regresa en la página 4: se reproducen poemas de su libro publicado en Argentina el año pasado, La máquina de leer los pensamientos. Un breve poema:

Flaubert dice que Las erratas /Son los piojos de las palabras //Nosotros /Sus vampiros //Cautivas atadas a sus crines.

VI.

No sé en qué orden aparecieron, pero recientemente María Antonieta Flores ha publicado dos libros: La intención esquirlada (Dcir Ediciones) y La desalojada luz de la tarde (Beatriz Giovana Pérez, Editora BGR). De ambos publicamos en la página 5, breves textos de presentación, de Mariana Bernárdez Antonio Arroyo Silva, respectivamente, así como poemas.

VII.

Algo semejante ofrece la página 6: un breve texto de presentación, a cargo de Tibisay Vargas Rojas, así como una mínima selección de Sabanas en el cielo (Rubiano Ediciones, 2024), el más reciente libro de Adhely Rivero. Dice El viaje: Mi madre me decía: avíseme /cuando salgas para acá de viaje. /Siempre me lo repetía. /Un día le pregunté, /para qué le aviso. /Y me dijo: /Para rezar con Dios /todo tu camino.

VIII.

Trae la página 7 dos materiales. Arriba: poemas de Aunque me extinga (Editorial Candaya, España, 2024), de Sofía Crespo Madrid, poeta venezolana residenciada en España. Abajo: Elías David Curiel, siempre al margen, artículo de Anthony Alvarado, especie de bibliografía comentada de autores y textos que se han ocupado del autor falconiano.

IX.

El 10 de agosto de 2024 falleció Carlos Germán Belli (1927-2024), uno de los poetas fundamentales en lengua española de las últimas décadas. El dossier que homenajea a Belli lo componen textos de tres autores chilenos: Marcelo PellegriniIsmael Gavilán Bastián Desidel Escurra. El dossier, que había sido publicado previamente en el blog 49 escalones, tiene la virtud de aportar aproximaciones a la obra de Belli, desde prismas diferenciados. Belli, autor de una extensa obra -alrededor de 25 libros-, fue reconocido con el Premio Nacional de Literatura de Perú en 1962. Un año antes había publicado el que irrumpió entonces (1961) como un libro singularísimo, Oh hada cibernética!, del que he copiado aquí el poema que lleva el mismo nombre del libro:

Oh Hada Cibernética

Oh Hada Cibernética
cuándo harás que los huesos de mis manos
se muevan alegremente
para escribir al fin lo que yo desee
a la hora que me venga en gana
y los encajes de mis órganos secretos
tengan facciones sosegadas
en las últimas horas del día
mientras la sangre circule como un bálsamo a lo largo de mi cuerpo

X.

La que finaliza ha sido, para muchos lectores, una semana de recordar a Patricia Guzmán Bajares (1960-2025). Duele pensar que la hemos perdido tan pronto, justo en los días en que su noveno libro, La virgen del árbol seco, acababa de ser presentado en una cuidada edición de Gisela Capellin. Patricia fue esencialmente poeta, escribió algunos ensayos, creó y dirigió dos magníficas publicaciones culturales, Bajo palabra Verbigracia. También estuvo al frente de la sección de Cultura de El Nacional y fue profesora en la Escuela de Comunicación Social de la UCAB. Decisiva como autora, decisiva por su trabajo de tres décadas en el periodismo cultural, decisiva como interlocutora y amiga entrañable.

XI.

Dejo aquí los dos últimos versos del poema de Sharon Olds, “Lo que bien amas”, que está en su libro Arias:

“Lo que bien amas no te será arrebatado

Lo que bien amas es tu verdadera herencia”.

Hasta la próxima semana. Nelson Rivera.

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