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Uno de los logros más recientes ha sido la Denominación de Origen Controlada para el Cacao Carenero Superior

Por: Lucelis Aponte, periodista del IVIC
Fotos: José Ramos
, reportero gráfico del IVIC

Chocolate es una palabra que conforta el paladar de niños y adultos, pero pocos saben que detrás de este dulce se encuentra la historia de un fruto tropical que representó el sustento de la economía venezolana en sus inicios y que abunda en los bosques al menos desde hace cuatro siglos.

Theobroma cacao L es el nombre del árbol del cacao o cacaotero. En griego, Theobroma significa “alimentos de los dioses.

La planta de cacao, durante su crecimiento y desarrollo en campo, es sometida a diferentes procesos totalmente orgánicos para obtener industrialmente el tan deseado chocolate 100 % puro.

Para Gabriel Arocha, presidente de la Corporación Socialista del Cacao Venezolano S.A., “no solo es chocolate; es el trabajo arduo, responsable y cuidadoso de campesinos cacaocultores, quienes hacen que el producto final sea de excelente calidad”.

Arocha aseguró que el cacao es un alimento rico en minerales, vitaminas y fibra. “Consumirlo en semilla, polvo o chocolate puro nos aportará numerosos beneficios para la salud y además podremos disfrutar de su delicioso sabor”, dijo.

Donde nace el cacao se halla su agricultor, orgulloso y apasionado por este producto, cuyo profundo sabor es alcanzado únicamente por su impacto en el desarrollo sostenible y social de la comunidad.

“La Gobernación de Miranda logró la certificación de la semilla de Cacao Carenero Superior que se da en la región de Barlovento, mediante la concesión  la Denominación de Origen Controlada que otorga el Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual (SAPI), lo que posiciona aún más la calidad de este rubro en el mercado nacional e internacional”, explicó Arocha.

Mejorar la producción con datos científicos

El cacao venezolano, por donde sea que lo mires, sorprende por su diversidad, variedades nativas y criollas  presentes en costas, montañas y selvas, muchas de ellas desconocidas para el mundo del sabor y la propia ciencia.

Con el apoyo del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA) de Miranda, el Centro Nacional de Tecnología Química (CNTQ), la Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales (ABAE) y el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), se logró la Denominación de Origen Controlada del Cacao Carenero Superior.

Ese cacao es especial gracias al amor con el que se trabaja. Para el buen manejo de su producción y pos cosecha y a fin de obedecer las exigencias del mercado, las diferentes organizaciones científicas unieron sus conocimientos y experiencias para abordar temas de interés para su producción, como la diversidad genética del fruto, sus perfiles sensoriales, la importancia de la pos cosecha en la calidad del cacao resultante y la inversión agrícola a largo plazo.

“Al convertirse el cacao en una potencia monetaria, no solo se benefician los productores, sino todo el Estado. Debemos explotar al máximo los productos que la tierra nos da para seguir ofreciendo al mundo nuestra gastronomía, promoviendo su uso y consumo. De lo contrario, corremos el riesgo de caer en la importación de productos extranjeros dejando de lado los propios”. Así lo expresó Julio García, coordinador de productores de El Milano, ubicado en el municipio Acevedo del estado Miranda.

Por su parte, Arocha resaltó que su mayor inspiración es impulsar planes y acciones que permitan desarrollar la producción agrícola, pesquera, industrial, farmacéutica y turística en Miranda.

“El objetivo principal es producir más y de mejor calidad todos los productos que se puedan elaborar en la entidad, no solo para destinarlo al consumo nacional, sino también para reactivar la actividad exportadora” del país.

Aportes desde el IVIC

Es importante resaltar que gracias al apoyo del personal del Laboratorio de Ecología de Suelos, Agricultura y Ambiente del IVIC, se llevó a cabo el análisis de rutina completo de las muestras de suelo donde se siembra cacao.

Maiella Rangel, profesional asociada a la investigación (PAI) y coordinador del proyecto por el IVIC, indicó que para cumplir con el muestreo de suelos realizaron 3 jornadas en los sectores Merecure, El Milano, Curiepe, La Maroma y Tapipa.

En cada sector se levantó y demarcó una parcela de 0,1 hectáreas cada una, para un total de 5 parcelas, lo cual representa la evaluación de un área efectiva de 25 hectáreas.

“Se recolectaron 42 muestras que fueron debidamente identificadas, almacenadas y trasladadas al laboratorio del IVIC para su posterior análisis. En cada parcela se colectaron 3 muestras de suelo georreferenciadas, para un total de 15 muestras de suelos. También se recolectaron muestras de frutos y hojas”, aclaró Rangel.

Los análisis realizados fueron: pH, conductividad eléctrica (CE), textura, materia orgánica (% MO), fósforo (P), potasio (K), calcio (Ca), magnesio (Mg), sodio (Na), zinc (Zn), cobre (Cu), molibdeno (Mo), manganeso (Mn), hierro (Fe) y aluminio (Al). Asimismo, se realizó el análisis de los siguientes metales pesados: cadmio (Cd), plomo (Pb), vanadio (V), níquel (Ni) y cromo (Cr).

El equipo de científicos que llevan a cabo estos estudios del suelo, han determinado que los mismos son aptos para el cultivo del cacao. Los expertos inciden que el cacao es de un clima de tipo tropical húmedo, en cuanto a suelo requiere que sean profundos con buen drenaje, libre de acumulaciones de hierro, con alto contenido de nutrientes y rico en materia orgánica.

Estos análisis junto a otros estudios realizados biológicamente entre otras plantas como el Trichoderma y la Moringa, han arrojado resultados satisfactorios que puedan arrojar un producto con componentes naturales aceptados por el organismo.

Todos los resultados fueron entregados a la sociedad comercializadora para la inclusión en el informe de solicitud del certificado de origen.

Este reportaje fue publicado de manera original en la revista Bitácora del IVIC
https://issuu.com/ivic_ve/docs/af_bita_cora_28