fbpx
Cortesía/Edwin Villasmil

Lía Bermúdez, una de las artistas venezolanas más destacadas de su generación, ha fallecido y, con su muerte, la vida se ha llenado de palabras para tributar su memoria. Hemos querido rescatar algunas, con el permiso de los autores y artistas, como una semblanza memoriosa, porque la palabra que nombra es también la palabra que da vida.

Nació en Caracas en 1930. En el año 1993 creó el Centro de Arte de Maracaibo y, en su honor, se agrega su nombre.

“Las esculturas de Lía adornan espacios como el Tribunal Supremo de Justicia, la Estación Colegio de Ingenieros del Metro de Caracas, las puertas del Banco Central de Venezuela en Maracaibo, las escaleras de la Torre CorpBanca en Caracas, el Boulevard de Sabana Grande, la plaza Baralt de Maracaibo, entre otros”.

Ver biografía completa:

https://www.liabermudez.org/biograf%C3%ADa

Palabras contra el olvido

Hoy falleció Lía Bermúdez (1930-2021), una gran artista cuya obra enriqueció diversos espacios públicos y a quien le debemos iniciativas culturales como el Centro de Arte de Maracaibo que hoy lleva su nombre. Esta caraqueña que llegó a Maracaibo con menos de veinte años de edad, dejó una huella perdurable en el quehacer artístico y cultural de la ciudad y del país.

Pero también Lía sembró recuerdos y lecciones entre sus alumnos durante más de dos décadas como docente en la Universidad del Zulia.

Allí la conocí, cuando fue mi profesora de Artes Gráficas en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad del Zulia, donde también impartía cátedra en la Facultad de Arquitectura. Artista afiliada a la abstracción, Lía trabajó con los más rudos y retadores materiales: piedra, hierro, cobre, aluminio, fibra de vidrio.

Con ellos construyó una nueva naturaleza en la escultura venezolana, como escribí hace años:

Publicidad

“En la piedra creó una floración de brillos metálicos (Piedras Germinadas); en el hierro erizó formas verticales (Relieves); lo deshojó en hojas caídas (Colgantes); lo proyectó al aire: le creó velas, le dio alas de vibrantes colores (Esculturas colgantes) que en la actualidad penden desde los cielos arquitectónicos de edificios como el de la Fundación Polar o en las paredes del Metro de Caracas”.(Revista Estilo N° 23, 1995)Lía Bermúdez, desde la abstracción de sus esculturas, ayudó a crear espacios abiertos más humanos y vivibles.Gracias siempre por una vida dedicada al arte y la cultura. Moraima Guanipa, docente, investigadora y periodista cultural https://www.facebook.com/moraima.guanipa


LA PALABRA ILUSTRADA. “Lía” ¿Cómo despedir a un ser querido desde la distancia? ¿Cómo invocar las imágenes que construimos en ese antiguo mercado situado frente al lago que me vio nacer? ¿Cómo arrancar del pecho los sentimientos que me arropan? ¿Cómo recordarte mujer artista, mentora y cómplice de mis aventuras?

Ya sé amada Lía, tomados de la mano remontaremos en una piragua abarrotada de plátanos hasta tu Centro y desde allí, rebosantes de afectos, volveremos a escribir fascinantes crónicas de aguas, puertos y cartas lacustres.  Edwin Villasmil, artista marabino

https://www.facebook.com/stories/10217922991682488/UzpfSVNDOjY0Mjk0MTA0MzUzODc2MA==?view_single=true


Siempre te conocí.

Como no hacerlo si fuiste y serás un emblema del arte y la cultura.

Para describirte necesito el Lago de Maracaibo, al que amaste, al que defendiste, al que quisiste proteger, porque tu capacidad de cuidado y de amor, también se hicieron ecologistas.

Necesito los colores de tus obras y la magia de la fuerza que imprimías en cada una de ellas.

Además también tengo que convocar al barro y los salones de arte para mostrar la nobleza de lo que somos.

Algún día ese museo será algo más que una propuesta.Si de definiciones hablo, entonces tengo que invocar a la madre, a la que siempre estuvo pendiente de su hijo, sus hijos. Tus mejores esculturas.

Te brillaban los ojos y guardabas un suspiro entre cortado, puro amor genuino.En ti conseguí todo, la mujer, la creadora, la gerente, la promotora, la madre, la defensora.

Un café con clavel en mano y anécdotas poéticas me dijeron que si alguna vez me tocaba sentirme orgullosa y heredera de lo más noble que hemos tenido en las artes, entonces llevaría tu nombre.

Tu nombre: Lía Bermudez.

Cuando me recibí de periodista tuve el orgullo de hacerlo en el Centro de Arte que siempre llevará tu nombre, porque así lo queremos quienes te admiramos profundamente. Gracias por ese almuerzo en que el plato principal fue tu bondad y sabiduría.

Hoy el lago te llora. Te llora Maracaibo. Te llora el Zulia. Te llora las artes y te lloro yo.Gracias por ser el mejor referente de mujer venezolana que tengo hasta la fecha.

Sea toda la luz un tintero infinito para vos y que todo el barro de color, te salpique y se moldee en ti querida y admirada Lía, hasta ser por siempre Lía nuestra Lía Bermúdez.Hasta el próximo clavel maestra, que las aguas del lago no se cansan de llorar. Adriana Ciccaglione, periodista cultural

https://www.facebook.com/adriana.ciccaglione