Con una visión clara y gradual, Panamá puede diversificar su economía sin perder de vista sus fortalezas tradicionales
Por: Dr. Carlos Boya
El autor es ingeniero y Doctor en Ingeniería Eléctrica, Electrónica e Inteligencia Artificial. Es docente en el ITSE e investigador del Centro de Investigación e Innovación Educativa, Ciencia y Tecnología (CIIECYT-AIP). Tiene amplia experiencia en diseño electrónico y aplicaciones en Ingeniería.
Panamá, reconocido por su fortaleza en logística y finanzas gracias al Canal de Panamá y la Zona Libre de Colón, enfrenta un desafío crucial: diversificar su economía para adaptarse a un mundo impulsado por la tecnología. Este artículo analiza las oportunidades de manufactura avanzada en Panamá, tomando como referencia el exitoso modelo de Costa Rica.
A pesar de los retos en infraestructura, gobernanza, digitalización de la economía, educación y atracción de inversiones, Panamá cuenta con una envidiable posición geográfica, una infraestructura logística muy desarrollada y estabilidad económica, además de la Ley EMMA (Ley 159 de 2020) que ofrece excelentes beneficios fiscales para empresas multinacionales que deseen instalar sus industrias de manufactura.
Por otro lado, el país está tomando medidas estratégicas para integrarse en la cadena global de suministro de semiconductores lideradas por el Ministerio de Comercio e Industria y el apoyo indiscutible de la SENACYT, centros de educación superior como la Universidad Tecnología de Panama o el Instituto Tecnico Superior Especializado.
Aunque la industria de los semiconductores puede llevar un largo recorrido para implementarse formalmente, la integración gradual de diferentes fases de su cadena de suministro, tales como la logística de distribución o el montaje y ensamblaje de dispositivos electrónicos, paralelo a la formación de personal especializado impulsado por el desarrollo de este ecosistema, se convierte en una sinergia magnífica para crear valor agregado que escale la contribución de la industria manufacturera avanzada al Producto Interno Bruto (PIB) del país.
En mi opinión, no hay que viajar mucho para encontrar casos de éxitos que estudiar y tropicalizar. Costa Rica ha construido un modelo exitoso basado en la manufactura avanzada y la tecnología, con un enfoque particular en dispositivos médicos, electrónica y servicios compartidos. Un modelo que ha implementado en zonas francas donde existe una valiosa inversión extranjera, pero que los ha llevado a liderar la región en áreas de alta tecnología y valor agregado.
Nuestros vecinos han sabido cómo atraer a empresas de clase mundial como Boston Scientific, Medtronic, Hologic, Abbott, INTEL, Qorvo… Y no solo para que almacenen y distribuyan equipos o insumos, sino para manufacturar, lo cual implica Investigacion y Desarrollo (I+D), diseño, montaje y ensamblaje de alta especialización. Y todo esto en grandes zonas francas con facilidades en infraestructura, incentivos fiscales y acceso a personal nacional especializado.
Comparación: Zonas Francas en Costa Rica y Panamá actualmente
Aspecto | Costa Rica | Panamá |
Enfoque Principal | Manufactura avanzada: dispositivos médicos, electrónica, servicios de TI. | Logística, comercio mayorista, y servicios financieros. |
Contribución al PIB | 14% del PIB ($12.3 mil millones en 2023). | 8-10% del PIB ($8-10 mil millones de la Zona Libre de Colón). |
Educación e I+D | Colaboración fuerte con universidades y programas STEM para la industria. Inversión aproximada en I+D del 0.43% del PIB. | SENACYT con universidades como UTP, Universidad de Panamá e ITSE. Sin embargo, con baja conexión con industria. Inversión aproximada en I+D del 0.15% del PIB. |
Infraestructura | Parques industriales avanzados (e.g., Zona Franca Coyol) y ecosistemas especializados. | Infraestructura robusta en logística, pero con menos foco en manufactura avanzada. |
Atracción de Inversiones | Foco en alta tecnología y sostenibilidad. | Alrededor de 183 empresas con la Ley EMMA. Sin embargo, mucho margen para desarrollo en manufactura avanzada e I+D. |
Oportunidades para Panamá
Aunque Costa Rica ha demostrado éxito en sectores de alta tecnología, Panamá tiene el potencial de desarrollarse de forma complementaria, aprovechando sus fortalezas en logística y comercio. En lugar de un cambio radical hacia sectores como los semiconductores —que requieren alta inversión y talento especializado—, Panamá podría enfocar sus esfuerzos iniciales en:
- Ensamblaje de Electrónica y Manufactura Liviana:
- Aprovechar su conexión logística para importar componentes y ensamblar productos electrónicos como electrodomésticos, dispositivos IoT o tecnología básica.
- Ejemplo: Crear hubs de ensamblaje en áreas como Panamá Pacífico para atender mercados de América Latina y el Caribe.
- Incentivos para PYMEs:
- Diseñar programas específicos para que pequeñas y medianas empresas ingresen a la cadena de valor en manufactura avanzada.
- Brindar capacitación, acceso a financiamiento y colaboración con instituciones como ITSE, UTP, UP, INADEH entre otros.
- Infraestructura de Transporte y Servicios:
- Mejorar las carreteras para facilitar el transporte de mercancías, conectando eficientemente puertos y aeropuertos.
- Asegurar sistemas confiables de energía eléctrica, telecomunicaciones (banda ancha) y agua potable. Se debe actualizar la Ley 6 de 1997 que regula los servicios públicos.
- Implementar iniciativos para reducir el impacto ambiental y promover la sostenibilidad en proyectos industriales y logísticos.
- Desarrollo de al menos dos canales secos entre las costas del Caribe y el Pacifico. Complementos al Canal de Panama para hacer más competitivo nuestra logística de transporte marino, así como al tren Panama-David.
- Incentivar Zonas Francas Regionales:
- Promover zonas francas en el interior del país para descentralizar la actividad económica. Ejemplos:
- Bocas del Toro: Enfoque en agroindustria y turismo sostenible.
- Chiriquí: Logística, manufactura de dispositivos IoT para el sector agrícola y procesamiento de productos agropecuarios.
- Veraguas y Coclé: Manufactura liviana y servicios tecnológicos.
- Azuero: Agroindustria.
- Colón: Expansión de actividades logísticas, montaje y ensamble de dispositivos electrónicos (médicos, IoT, marítimos).
- Darién: Enfoque en iniciativas de desarrollo sostenible, turismo sostenible y agroindustria.
- Promover zonas francas en el interior del país para descentralizar la actividad económica. Ejemplos:
- Cooperación con Costa Rica:
- Crear y fortalecer alianzas bilaterales para intercambiar conocimiento y mejores prácticas. Enfocarnos en I+D con universidades y zonas francas que tienen este desarrollo.
- Explorar proyectos conjuntos en manufactura de valor agregado, donde Panamá pueda complementar la producción costarricense con ensamblaje o logística.
- Fomentar Clústeres Tecnológicos:
- Desarrollar parques industriales tecnológicos que combinen ensamblaje, manufactura y servicios digitales.
- Apoyar proyectos de investigación aplicada mediante SENACYT, el Ministerio de Economía y Finanzas, y universidades locales.
Desafíos y soluciones
Para que Panamá pueda avanzar en manufactura avanzada, debe superar varios desafíos:
- Infraestructura:
- Desafío: Falta de instalaciones especializadas para manufactura.
- Solución: Asociaciones público-privadas para desarrollar parques industriales modernos y asegurar sistemas de transporte y energía confiables. Podrían ser instalados cercanos a filiales o centros de investigación de universidades como la UTP y la UP para integrar el I+D.
- Educación y Talento:
- Desafío: Insuficiente formación en áreas STEM.
- Solución: Expandir programas de formación técnica a través del ITSE, MEDUCA y SENACYT.
- Atracción de Inversiones:
- Desafío: Competencia con países como México y Costa Rica.
- Solución: Implementar incentivos fiscales adicionales a través de la Ley EMMA, garantizar estabilidad jurídica, invertir agresivamente en la formación del personal en habilidades técnicas, de investigación e idioma ingles.
Hacia un futuro colaborativo
El desarrollo de la manufactura avanzada en Panamá no debe ser visto como una competencia directa con Costa Rica, sino como una oportunidad de complementariedad. Mientras Costa Rica se especializa en alta tecnología y dispositivos médicos, Panamá puede enfocar sus esfuerzos en ensamblaje, manufactura liviana, logística tecnológica y agroindustria.
La cooperación bilateral y el intercambio de mejores prácticas pueden beneficiar a ambos países, consolidando a la región como un hub de innovación y producción en América Latina. Con una visión clara y gradual, Panamá puede diversificar su economía sin perder de vista sus fortalezas tradicionales.
Por: Dr. Carlos Boya