Este diálogo con el escritor panameño es un repaso de su vida vivida y contada. La que habrá de venir y su mirada hacia el futuro que construye en sus libros y en sus días de intensa creatividad
Por: Violeta Villar Liste
Acaba de publicarse su poemario «Si los dioses no disponen otra cosa» en la editorial Modus Ludicus, que dirige en Panamá la escritora Silvia Fernández-Risco
Enrique Jaramillo Levi (Colón, Panamá, 11 de diciembre de 1944) acaba de celebrar sus 80 años más activo que nunca.
El escritor panameño, quien transita del cuento, a la poesía, al ensayo y a la promoción cultural con la naturalidad de quien ama su oficio, se encuentra en un “por ahora” existencial en México, su otra patria en el corazón.
Conversa con la llegada del nuevo año de sus proyectos. Pone en blanco, negro y color su vida y proyectos. Anuncia como dogma de fe: «No cambiaría mi condición de escritor, docente, promotor cultural y editor por ninguna otra profesión”. Tampoco la vida contada y vivida. Y la que queda por vivir.
Van las preguntas, y las respuestas que como escritor son pequeños capítulos del libro mayor de su existencia plena.
“Mi creatividad me mantiene en pie”
-La pandemia lo encontró escribiendo. ¿Cómo lo recibe México y cómo lo recibirá Panamá? ¿Cuáles son las escrituras que vendrán?
-Llegué muy enfermo hace un año y dos meses, me trae una de mis hijas (a Querétaro, México) y fui médicamente atendido de inmediato; ahora estoy bastante mejor, a Dios gracias. Sigo escribiendo casi a diario: mi creatividad se mantiene (me mantiene) en pie.
Cuenta Jaramillo Levi que acaba de publicarse en Amazon un libro de texto suyo: 194 páginas en las cuales ofrece recomendaciones “y doy ejemplos y amplia bibliografía para la creación de cuentos y minicuentos imaginativos, sobre todo pensado para nuevos escritores talentosos”.
El texto se llama Manual para la creación de cuentos y minicuentos imaginativos. Conceptos básicos y técnicas narrativas.
“Está dirigido sobre todo a los numerosos nuevos cuentistas talentosos que han ido surgiendo en años recientes tanto en Panamá como en el resto de Centroamérica. En él expongo los principales aspectos conceptuales de la escritura de ficción breve, y todo lo concerniente a los diversos tipos de cuentos (realistas, fantásticos, de horror, oníricos, del absurdo, de crítica sociopolítica, metaficcionales, de ciencia ficción, minificciones, entre otros), y por supuesto explico las principales técnicas narrativas, con ejemplos y una amplísima bibliografía”. Interesados, ir a Amazon.
También acaba de publicarse su poemario «Si los dioses no disponen otra cosa» en la editorial Modus Ludicus, que dirige en Panamá la escritora Silvia Fernández-Risco.
“Y a más tardar en marzo se habrá publicado, en una pequeña editorial de Bogotá, mi antología, prologada por el poeta nacional Manuel Orestes Nieto, denominada Anclajes (150 minicuentos)«.
Anunció que prepara «una exigente nueva antología sobre la mejor cuentística panameña reciente de autores vivos, para ofrecérsela a alguna editorial de México o de España. Ojalá, puesto que representa muy bien a cinco generaciones de muy buenos cuentistas vivos, tanto hombres como mujeres…»
“A mis recién cumplidos 80 años me he mantenido ocupado en las actividades que más disfruto: en primerísimo lugar, como siempre, la escritura; pero también mi labor como antólogo y editor”.
De Panamá a México: un viaje cíclico
-México fue siempre la otra patria literaria de Enrique Jaramillo Levi. ¿Cómo vive el estar ahora en esa otra patria? ¿Cómo se conecta con Panamá?
-En otra época viví 12 años de mi vida en México (1971-1982), tras ganarme una beca internacional como cuentista y, como tal, a los 24 años de edad participar durante un año, con otros cinco jóvenes autores mexicanos, en el taller de los destacados escritores mexicanos Juan Rulfo y Salvador Elizondo. Ahí escribí mi libro de cuentos más reconocido internacionalmente: «Duplicaciones», cuya primera edición habría de publicarse en 1973 en la Editorial Joaquín Mortiz.
En 1975 me contratan como profesor titular en la recién creada Universidad Autónoma Metropolitana. Entre una fecha y la otra, siendo entonces soltero, logro vivir del periodismo cultural y de publicar en diversas revistas literarias… En México aprendo a ser editor e imparto mis primeros talleres literarios, que llevaría a Panamá a mi regreso en 1983 para aceptar el cargo de Jefe de Letras del entonces Instituto Nacional de Cultura.
Pasando el tiempo, en mi país laboré en el área de Cultura durante 25 años consecutivos en la Universidad Tecnológica de Panamá, en donde habría de crear tanto el hoy célebre «Diplomado en Creación Literaria» anual (2001), como tres premios literarios importantes que siguen vigentes, uno de ellos el «Rogelio Sinán», de carácter internacional (1996); además, en 2018 les traspaso mi revista cultural «Maga», creada por mi cuenta en 1984.
Como ya lo dije, en Querétaro escribo casi a diario y sigo más o menos en contacto con los diversos avatares que acontecen en Panamá, así como con algunos de mis amigos escritores… Además, cada quince días se publica en «La Estrella de Panamá» un artículo mío de opinión.
La vida que no cambiaría
-60 años de vida literaria. “Confieso que he vivido…” ¿Qué confiesa Enrique Jaramillo Levi?
-Confieso todo lo que ya te he dicho, y que no cambiaría mi condición de escritor, docente, promotor cultural y editor por ninguna otra profesión «en la bolita del mundo, Amén» (como decían los pequeños cuando yo era niño).
Los libros, en este viaje
-Somos los libros leídos y los libros escritos. ¿Cuáles lecturas lo acompañarán para siempre y cuáles de sus libros escritos serán siempre los preferidos?
-Considero que los primeros escritores que influyeron en mi afición por escribir al salir de la adolescencia, fueron en Panamá: Rogelio Sinán; e internacionales: Julio Verne, Poe, Hemingway, Virginia Woolf, Ray Bradbury, Onetti, Carlos Fuentes y Cortázar; y más adelante, los mexicanos Rulfo y Elizondo.
“De mis propios libros… Difícil tarea me pones, Violeta: «Duplicaciones; «En un instante y otras eternidades»; «Caracol y otros cuentos»; «Luminoso tiempo gris»; «Gato encerrado»; «Sigilosamente nocturnos»; y «Urdimbres», todos de cuentos. Y de mi poesía: «Inmersiones: Poesía selecta«. Como ensayista: «Esa fascinante magia de escribir».
Un mundo mejor, con sus retos
-¿Es hoy el mundo un lugar mejor o peor para escribir?
-Por muchas razones, me parece un lugar mejor para escribir y para las artes en general, pese a la evidente y, para mi gusto, exagerada mecanización tecnológica que a veces lo impide y queriendo o sin querer desplaza y desborda la labor de los auténticos artistas… Aunque quererle dar funciones humanas a máquinas inteligentes ya no es en absoluto una utopía, ni siquiera algo propio solamente de la ciencia-ficción, el ser humano nunca será feliz no siendo él mismo (o ella) al luchar hasta triunfar en sus mejores logros, y en sus más ambiciosos sueños, o morir en el intento.
-¿Es la tecnología y la Inteligencia Artificial (IA) un desafío o un peligro?
-Como lo acabo de insinuar en la respuesta anterior, para mí ambos, llevados al límite, representan un serio peligro. Lo que la ciencia debe urgentemente hallar y resolver, y aún no lo logra del todo, es conseguir que la felicidad de los humanos no se logre mediante la explotación, el abuso, las mentiras y cualquier otro tipo de iniquidad, sino más bien como resultado de ver florecer sus propios esfuerzos frente a la adversidad, así como también apoyando a quienes padecen persecución o algún tipo de auto-desprecio.
Mensaje a quienes vendrán
-¿Un mensaje a las nuevas generaciones de escritores?
-Leer mucho y de todo, pero sobre todo a los grandes maestros de la literatura universal; crearse una férrea disciplina de trabajo y, en el proceso, escribir un poco todos los días si fuera posible. Asimismo, participar en diplomados de creación literaria y en talleres bajo la guía de autores de confirmada trayectoria; y además, revisar minuciosamente los diversos ingredientes léxicos e ideológicos de todo texto que creamos.
No correr a publicar lo primero que escribimos: es un error que se paga caro.
Por: Violeta Villar Liste | [email protected]