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La prevención del contagio y de la transmisión comunitaria de la COVID-19, dependerá del grado de cobertura del esquema completo de vacunación contra esta enfermedad, señaló la jefa regional de Enfermería del Ministerio de Salud, Maritza Montero.

Montero advirtió que apenas una tercera parte de las 728,000 personas que recibieron durante el 2021 la primera dosis de la vacuna monovalente contra COVID-19, se aplicaron la segunda y tercera dosis el año pasado por lo cual se logró una inmunidad parcial contra esta infección.

En Chiriquí, en el sector Salud, laboran 8,073 funcionarios, de los cuales a 834 se les había aplicado la vacuna bivalente contra COVID-19 a mediados de la presente semana. El único requisito es haberse aplicado antes las dos primeras dos dosis monovalente.

Las vacunas bivalentes contra la COVID-19 incluyen un componente de la cepa del virus original y un componente de la variante ómicron para brindar una mejor protección contra COVID-19. Esta es la razón de su nombre: «Se llaman vacunas bivalentes contra COVID-19 porque contienen estos dos componentes. Una vacuna bivalente contra COVID-19 también puede denominarse dosis de refuerzo actualizada de la vacuna contra COVID-19″.
Al cambiar el virus, «la inmunidad disminuye naturalmente con el tiempo» y la persona puede perder parte de esa protección.
Fuente: FDA

La prioridad de la estrategia contra COVID-19 en el presente año es aplicar la vacuna bivalente a los funcionarios públicos con mayor exposición posible al virus, a los mayores de 60 años, a enfermos crónicos y cualquier persona que tenga bajas defensas inmunológicas; luego se aplicará al resto de la población.

Recordar que Panamá cuenta con uno de los esquemas de vacunación más completos de la región. Las dosis son gratuitas y están disponibles.

Comunicado Minsa