Este domingo 28 de julio, el país celebró elecciones presidenciales, pero el día después la incertidumbre profundiza la emergencia humanitaria
Por: Violeta Villar Liste
En Venezuela, de acuerdo con el reporte del Estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2024, publicado por la FAO, ONU, OMS y Unicef, “la desnutrición infantil para el año 2022 fue de 17.6%»
La Academia Nacional de Medicina (ANM) de Venezuela ha emitido dos comunicados recientes que ilustran las prioridades del país en materia médico-asistencial y en particular con relación a la infancia venezolana.
Este domingo 28 de julio, el país celebró elecciones presidenciales, pero el día después todavía es de incertidumbre, luego de declarar el Poder Electoral venezolano la continuidad del actual mandatario, mientras la oposición sostiene que es la ganadora del proceso electoral.
En este contexto de conflictividad, que profundiza la emergencia humanitaria, se conoce que en Venezuela, de acuerdo con el reporte del Estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2024, publicado por la FAO, ONU, OMS y Unicef, “la desnutrición infantil para el año 2022 fue de 17.6% y el retraso del crecimiento en menores de 5 años fue de 10.5% siendo los lactantes y los niños especialmente sensibles a la desnutrición, debido a sus elevadas demandas energéticas y de nutrientes esenciales que son imprescindibles para el crecimiento y el desarrollo físico y cognitivo”, señala la ANM de Venezuela en el comunicado.
El nuevo informe describe que en general el 6.5% de la población de América Latina y el Caribe sufre hambre, es decir, 43, 2 millones de personas.
Debido a estas cifras, la ANM “una vez mas se dirige al MPPS y otros entes rectores de las políticas de salud poblacional y nutricional del país, haciendo un nuevo llamado de atención ante las vergonzosas cifras reportadas en este informe. Siendo la nutrición un factor y un marcador del desarrollo, es necesario saber que la desnutrición obstaculiza el progreso nacional y compromete profundamente la salud, el desarrollo y el bienestar de las generaciones presentes y futuras”.
La malnutrición infantil, indica el comunicado, es un problema que, en sus distintas formas, sigue impactando a la niñez y la adolescencia. La desnutrición y el sobrepeso infantil son dos caras de la misma moneda y exigen abordajes de forma integral.
La ANM hace un llamado “para que el Gobierno Nacional impulse políticas de salud pública que protejan el derecho a la nutrición de la niñez, asegurando el acceso a alimentos nutritivos y servicios y prácticas adecuadas para lo cual seguimos estando a la orden de las autoridades de salud para trabajar en conjunto y lograr mitigar esta tragedia nacional que significa la desnutrición infantil, sin olvidar por supuesto a los adolescentes, mujeres embarazadas y adultos mayores”.
Vacunación: la necesidad de una mayor cobertura
El reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef sobre la cobertura nacional de inmunización (WUENIC), el cual proporciona el conjunto de datos más grande y completo del mundo sobre las tendencias de inmunización contra 14 enfermedades, describió que en 2023, Venezuela ocupó el puesto número 1 entre 33 países con la cobertura más baja de primera dosis contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTP1) y se situó entre los 10 primeros países con más niños con dosis cero.
El Dr. Huníades Urbina-Medina, presidente de la ANM de Venezuela, en nombre de la institución, propuso estas medidas para acelerar el proceso de inmunización de la población pediátrica venezolana:
- Inversión adecuada y manejo probo de los recursos financieros del Estado
- Escuchar las recomendaciones de la ANM y Sociedades Científicas en materia de salud
- Comprar vacunas en cantidad, calidad, de manera oportuna para al menos el 95% de la población infantil
- Cancelar la deuda con el fondo rotatorio de la OPS
- Publicar las cifras de coberturas vacunales de manera oportuna
Reciente investigación de la plataforma de la sociedad civil venezolana, HumVenezuela, señala que “la mayoría de la población está expuesta a graves riesgos para sus vidas, integridad y bienestar físico y mental por falta de atención a la salud. En 2023, el 87,8% dependía del sistema sanitario público para tener acceso a servicios de atención primaria, ambulatoria y hospitalaria, que están en severa crisis por el colapso del 80% de sus capacidades, a causa de un deterioro sostenido que, en 2022, cumplió una década”.
La carga de enfermedad, describe el estudio, “se mantiene en niveles altos, afectando a más del 60% de la población en 2023, con picos durante el período de pandemia y sus reincidencias, entre los años 2020, 2021 y 2022. Cerca de 40% de las personas con problemas de salud graves no tiene acceso garantizado a la atención médica ni a medicinas”, un desafío en salud pública que debe ser atendido con prioridad.
Por: Violeta Villar Liste | [email protected]