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La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que “se necesitan más estudios para caracterizar” si la variante del SARS CoV-2 detectada en Reino Unido “es diferente en términos de virulencia, transmisibilidad y otras características. Considerando los muchos factores que contribuyen a la dinámica de transmisión”.

Todavía, observa el organismo, no hay evidencia suficiente para apoyar que esta variante o cualquier otra variante o mutación en particular pueda estar completamente asociada con un patrón de infectividad aumentado o de virulencia o de eficacia de la vacuna.

En el documento, Detección de una variante del SARS-CoV-2 en Reino Unido, con fecha 19 de diciembre de 2020, se establece que “el 14 de diciembre de 2020, las autoridades del Reino Unido informaron que se había identificado una variante del SARS-CoV-2 mediante secuenciación genómica viral en 1.108 personas (hasta el 13 de diciembre de 2020)”.

Señala que estos primeros casos de la variante del SARS CoV-2 “identificada en el Reino Unido datan de septiembre de 2020”, por lo cual es probable que “este virus esté circulando en otros lugares”.

La OPS detalla que debido “a la intensa transmisión y la rápida propagación en áreas donde se ha encontrado la variante del SARS-CoV-2, el Reino Unido está llevando a cabo más investigaciones”.

“El gobierno del Reino Unido ha informado que no hay evidencia, en esta etapa, que sugiera que las vacunas contra la COVID-19 que se están aplicando actualmente en todo el país no serán efectivas contra la nueva variante del coronavirus”.

Los virus mutan

Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la OPS explican que “todos los virus, incluido el virus SARS-CoV-2, cambian con el tiempo”.

Hasta ahora, señalan, se han identificado cientos de variaciones de este virus en todo el mundo y la OPS / OMS ha estado atenta a esas detecciones.

“Hasta la fecha, la mayoría de los cambios de este virus han tenido poco o ningún impacto en cómo se transmite o en la gravedad de la enfermedad que causa.

Desde la caracterización genómica inicial del SARS-CoV-2, el virus se ha dividido en diferentes grupos genéticos o clados”.

Los organismos reiteran que “la ocurrencia de mutaciones es un evento natural y esperado dentro del proceso de evolución del virus.

De hecho, algunas mutaciones específicas definen los grupos genéticos virales que circulan actualmente a nivel mundial”.

“Aunque algunas mutaciones específicas se han asociado con un potencial aumento de la infectividad in vitro (y en algunos modelos en animales), estos hallazgos experimentales pueden no reflejar con precisión el efecto de las variantes sobre la transmisibilidad del virus en la población humana”.

De hecho, comparte la OMS/OPS, la evidencia indica que las variantes genéticas del SARS-CoV-2 identificadas hasta la fecha tienen una influencia mucho menor en la transmisibilidad del virus y la gravedad de la COVID-19 que otros factores de riesgo, como la edad, las condiciones subyacentes o incluso el comportamiento social y el apego a las medidas de salud pública.

Recomendaciones

Estos  “hallazgos preliminares del Reino Unido ponen el punto sobre el problema de las mutaciones del virus SARS-CoV-2”, por lo cual “la OMS subraya la importancia de compartir rápidamente la información epidemiológica, virológica y de la secuencia completa del genoma con otros países y equipos de investigación, incluso a través de fuentes abiertas, plataformas como GISAID y otras”.

La OMS insta a realizar más estudios virológicos para comprender las mutaciones específicas descritas por el Reino Unido y otros países a los efectos de investigar más a fondo cualquier cambio en la función del virus en términos de infectividad y patogenicidad.

De igual modo, “la OMS insta a todos los países que aumenten la secuenciación genómica del SARS-CoV-2 siempre que sea posible y que compartan los datos de secuencias a nivel internacional, en particular, para informar si se encuentran las mismas mutaciones de interés”.

La OMS reitera las medidas básicas para reducir el riesgo de transmisión y el impacto de infecciones respiratorias agudas:

• Evitar el contacto cercano con personas que padecen infecciones respiratorias agudas.

Lavarse las manos con frecuencia, especialmente después del contacto directo con personas enfermas o su entorno.

Evitar el contacto sin protección con animales de granja o silvestres.

• Las personas con síntomas de infección respiratoria aguda deben practicar la etiqueta de tos (mantener la distancia, cubrirse al toser y al estornudar con pañuelos desechables o ropa y lavarse las manos).

• Dentro de los establecimientos de salud, mejorar las prácticas estándar de prevención y control de infecciones en los hospitales, especialmente en los departamentos de urgencias.

Las autoridades sanitarias, indica la OMS, deben trabajar con los sectores de viajes, transporte y turismo para proporcionar a los viajeros información para reducir el impacto de la transmisión.

Violeta Villar Liste
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