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Por: Violeta Villar Liste

La Cumbre Parlamentaria de Tuberculosis de las Américas que hasta hoy se celebra en ciudad de Panamá, presenta en la declaratoria de Parlamentarios de las Américas contribuciones para la discusión en la segunda Reunión de Alto

Impulsar “un trabajo legislativo que asegure inversión, financiamiento y atención integral y diferenciada hacia la tuberculosis”, así como promover la investigación, capacitación, desarrollo e innovación, forman parte de los puntos estratégicos contenidos en la Declaración  de Panamá, de la Cumbre Parlamentaria de Tuberculosis de las Américas que hasta hoy se celebra en ciudad de Panamá.

La actividad que se desarrolla con el impulso de la Asamblea Nacional,  Aids Healthcare Foundation (AHF) y la Organización Panameña Antituberculosa (OPAT), presenta en la declaratoria de Parlamentarios de las Américas contribuciones para la discusión en la segunda Reunión de Alto Nivel sobre Tuberculosis de la Asamblea de Naciones Unidas que tendrá lugar el 23 de septiembre.

Suscriben el documento, el senador Santiago Ticona (Bolivia), el diputado Víctor Castillo (Panamá), la diputada Martha Rocha (Brasil), la congresista Elva Edith Juion Irigoin (Perú), la diputada Susel Paredes (Perú), la diputada Marta Pineda de Navas (El Salvador), el diputado Rasel Tome (Honduras) y el diputado Luis Gallo (Uruguay).

La Declaración de Panamá en Tuberculosis reconoce que la TB es luego del control de la pandemia a causa de COVID-19, “la principal causa de muerte por un agente infeccioso único”.

Además, es una enfermedad que afecta a las comunidades más vulnerables como los niños, personas con VIH, diabetes, privadas de la libertad, indígenas y migrantes entre otros grupos.

Durante el encuentro parlamentario, y en la declaración, se establece que la TB es una enfermedad que está asociada “a las inequidades y determinantes sociales de un país, lo cual requiere un abordaje bajo el marco de los derechos humanos, enfoque de género y diferencial, con políticas públicas de protección social y pertinencia cultural con una verdadera participación de la sociedad civil, academia, parlamentarios y comunidades afectadas”.

Los parlamentarios reconocen “que en las Américas según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en su reporte regional del 2020, se estimaron 290,000 casos nuevos y recaídas de TB en el 2019 con 22,900 personas muertas por la enfermedad”.

En promedio, “el 10% de los afectados en las Américas tenían coinfección TB y VIH aunque en algunos países de la región la carga es mucho más alta. 3.7% tenían alguna resistencia a los medicamentos anti-TB”.

También visibilizan en su declaración, la cual contó con la asesoría de las autoridades sanitarias, organizaciones que luchan contra la TB y la OPS/OMS, que en 2019, el 88.1% de los casos de TB en las Américas se encontraban en 12 países, con mayor números de casos en Brasil (33.1%), Perú 13.4%), México (10.3), Colombia (6.6%), Haití (6.2%), Argentina (4.5%), Venezuela (4.5%) y Bolivia con (4.1%).

De acuerdo con  la Alianza Fin de la TB, “se ha retrocedido 5 años de progreso y se espera un aumento de 6 millones de personas enfermas de TB y 1.4 millones de muertes por la enfermedad entre el 2020 y 2025”, advierte la declaración.

Por otra parte, el grupo parlamentario observa que cumplir con el compromiso de terminar con la TB en las Américas precisa de “sistemas de salud y comunitarios fuertes y financiados, el acceso y cobertura universal a la salud, atención libre de estigma y discriminación, con calidad y calidez. con servicios integrales de salud, con diagnósticos oportunos y eficientes, medicamentos de última gama, seguros, eficaces y disponibles, además de políticas públicas de protección social para los afectados, familias y comunidades”.

Desde este contexto, el grupo parlamentario considera que son cinco los puntos estratégicos que se deben exponer en la reunion de alto nivel en la ONU de septiembre:

  • Política Pública y Social
  • Protección y participación social
  • Financiamiento y rendición de cuentas
  • Fortalecimiento de los sistemas de información, educación, salud y comunitarios
  • Investigación, capacitación, desarrollo e innovació

La Política Pública y Social contempla “promover trabajo legislativo que asegure inversión, financiamiento y una atención integral y diferenciada hacia la TB y sindemias como VIH, diabetes entre otras con participación activa de la sociedad civil y las comunidades afectadas por TB desde el enfoque de equidad y de derechos”.

De igual modo,  “vigilar que la respuesta del Estado hacia la TB cumpla con la estrategia Fin de la Tuberculosis de la Organización Mundial de Salud y los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS 3.3) de las Naciones Unidas”.

Promueven que se impulsen estrategias innovadoras como los Observatorios Sociales de Tuberculosis.

La Protección y participación social supone asegurar que se cuente con mecanismos de coordinación inter y multi sectorial para proporcionar apoyos y servicios sociales a las personas afectadas por TB (nutrición, transporte, guardería, empleo, y salud mental entre otros)”.

Financiamiento y rendición de cuentas establece “asegurar además del presupuesto otorgado por el Ministerio de Salud para combatir la TB, una asignación multisectorial y ministerial (Hacienda, Educación, Servicio Social, Sistema Judicial, entre otros) dedicada a la respuesta integral hacia la TB”.

El  Fortalecimiento de los sistemas de información, educación, salud y comunitarios se encamina a asegurar “que el sistema de salud del país invierta en mejoramiento tecnológico digital como un sistema único de información con data desagregada y de colección de información de referencias y contra referencias internacionales”.

De igual modo, “velar porque el tema de TB sea insertado en los programas de la educación superior, escuelas de medicina, salud pública, enfermería, tecnología médica…”

Por otra parte, mejorar la infraestructura, personal, insumos, laboratorios, y medidas de control de infecciones en clínicas y hospitales”.

La declaración apoya el fortalecer a las organizaciones de base comunitaria.  

“Promover, facilitar y financiar la investigación operativa en TB, que aborde el acceso a la salud de las comunidades vulnerabilizadas por la enfermedad, sus determinaciones y determinantes sociales, incluyendo el impacto del cambio climático en la población”, es acción contenida en la estrategia Investigación, capacitación, desarrollo e innovación.

Impulsa, “fomentar los comités científicos de investigación regional para el desarrollo de vacunas, herramientas de diagnóstico, tratamientos, de comportamiento humano y de genética. Además de promover los grupos comunitarios de vigilancia en estudios clínicos y de investigación”.

Acción y respuesta integral

La Cumbre Parlamentaria de TB de las Américas tiene lugar en la sede de la AN Foto | cortesía AN

Este lunes 24 de abril, abrió la Cumbre Parlamentaria de Tuberculosis de las Américas, la diputada Kayra Harding Bart, primera vicepresidenta de la Asamblea Nacional, quien dio la bienvenida en nombre del diputado Crispiano Adames Navarro, presidente de la AN.

Reconoció que la TB se mantiene como un problema de salud pública que amerita una acción integral.

El diputado Víctor Castillo, miembro del Frente Parlamentario de las Américas contra la Tuberculosis por Panamá, recordó que el año pasado, en Paraguay, el grupo parlamentario se comprometió a aunar esfuerzos para mitigar el impacto de la pandemia de la COVID-19, en la respuesta a la TB.
 

Luis Francisco Sucre, ministro de Salud, durante su intervención, señaló que la única manera de abordar esta enfermedad es trabajar en equipo interministerial e interdisciplinario con el apoyo de la sociedad y no dejar la responsabilidad solo a los equipos de salud.

Reiteró que de acuerdo con la OMS, la TB registra un incremento de 10% en el contexto de la pandemia.

Alertó que el mundo, y también Panamá, atraviesa el desafío de la “avalancha de enfermedades crónicas descompensadas” e incluso durante COVID-19, el país se vio saturado en su ocupación de camas, no solo debido al virus y sí por la incidencia de este tipo de dolencias como la TB.

El diputado Luis Enrique Gallo Cantera, copresidente del Frente de Parlamentarios de TB de las Américas, expresó que debe existir compromiso y acción para acabar con la TB.

Puso el ejemplo con COVID-19 cuya urgencia hizo posible tener una vacuna en un tiempo oportuno así que igual debería ocurrir con la TB.

Pedro Avedillo Jiménez, asesor en prevención, control y eliminación de la TB por la OPS, ofreció un panorama general sobre la situación de la tuberculosis en las Américas y resultados del marco de rendición de cuentas de los compromisos adquiridos en la primera reunión de alto nivel en TB de la ONU, de la cual todavía quedan aspectos por cumplir.

De hecho, de la población meta de 30 millones para el periodo 2018-2022, solo se ha logrado garantizar el tratamiento contra la TB a 12.5 millones, es decir, el 42%.

El financiamiento es urgente y las cifras demuestran que por cada $1 invertido en atender la TB, existe una rentabilidad de $40.

Dijo que “recuperar el financiamiento, aumentarlo y buscar oportunidades para optimizar lo que hacemos y ahorrar recursos, es prioritario y se puede lograr integrando los servicios de TB con la atención primaria en salud o de VIH. Se trata, en definitiva, de unir fuerzas entre todos los sectores”.

Por: Violeta Villar Liste
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