El proyecto «Diálogos Intergeneracionales de Científicas Sociales Panameñas» celebra el legado de las pioneras en antropología, arqueología, sociología, geografía, educación, historia y urbanismo de Panamá.
Esta iniciativa, a su vez, forma parte del proyecto Pioneras de la Ciencia en Panamá, coordinado por la Dra. Eugenia Rodríguez Blanco, investigadora del Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales (CIEPS).
Como parte del esfuerzo por dar a conocer los resultados de esta investigación que se publicará en un libro, el 1° de agosto de este año se desarrolló el seminario «Diálogos Intergeneracionales de Científicas Sociales Panameñas», entre el CIEPS y el Museo del Canal, con el apoyo de la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología (Senacyt):Pioneras de la ciencia en Panamá: una historia que continúa (I)
Hoy presentamos parte del legado de Ligia Herrera en Geografía, ponencia de la socióloga Lourdes Lozano.
Legado de Ligia Herrera Jurado en la geografía humana y las ciencias sociales: aportes y pendientes
Lourdes Lozano es socióloga egresada de la Maestría en Psicología Ambiental de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y consultora para la gestión socioambiental de proyectos de inversión y desarrollo. Además, atiende procesos de organización, participación y educación ambiental.
Presentó en el seminario la ponencia, Legado de Ligia Herrera Jurado en la geografía humana y las ciencias sociales: aportes y pendientes.
Resumen:
“Vengo a presentarles a una mujer que, de ser una maestra de escuela rural en Puerto Armuelles, llegó a ser la primera doctora, mujer, graduada en la Universidad de Chile como Doctora en Filosofía, con mención en Geografía, con todos los honores que le hicieron en su momento.
Estudió Geografía en contacto con una tradición francesa de darle mucho rigor al análisis del vínculo que existe entre el espacio físico y el tiempo histórico, y con la obra de Carl O. Sauer, reconocido como el padre de la geografía humana en Estados Unidos, que considera al hombre como un agente geográfico.
Sauer cuestionó la idea del hombre amo del medio ambiente, del cual podía extraer todo lo que necesitara y empieza a entenderlo como el principal responsable de la crisis planetaria en que nos encontramos hoy.
Por su parte,Ligia Herrera, como una geógrafa ya madura de 49 años entendía a la Geografía como la más social de todas las ciencias naturales y la más natural de las ciencias sociales, vinculada estrechamente al desarrollo social. En su visión, el progreso estaba asociado a la justicia social en sociedades democráticas,.
En esa visión, explica Lozano, influyeron su patriotismo y el ejemplo de la revolución cubana. No había lucha panameña por la soberanía, -estuviera ella en el exterior o en el país-, que no apoyara. Murió lúcida con este pensamiento, como legado de la generación del 47.
Otro aspecto de su interés fue el tema ambiental, que comienza a tener vida propia a partir de los años 70 y toma más fuerza en los 90.
Para Lourdes esta investigación trasciende lo académico: “es un compromiso muy emotivo. Siento que se lo debo por el cariño que le profesé en su momento y que guardo hasta hoy. He aprendido a quererla todavía más con esta tarea que ustedes me pusieron, porque significó no solo verla como abuela… como suegra… sino verla en su carácter, su vida profesional y en su trayectoria a partir de los sacrificios que tuvo que hacer porque venía de una familia chiricana, numerosa, de escasos recursos y sin muchas posibilidades de formarse”.
Desde niña, “tenía ya ese amor por el conocimiento, por la ciencia… que la puso en contacto con la Normal Rural de David, al inicio, y con la ciudad de Panamá después, contando con 11 años de edad”.
Ser maestra rural era su única opción, “y les puedo decir que murió siendo maestra porque no había nada que ella investigara que no considerara que había que enseñarlo.” Ella entendía que la ciencia por sí misma era solo acumulación de conocimientos, si no se enseñaba y no contribuía a un cambio social».
“No fue muy comprendida en su época”, dice Lourdes Lozano, pero después de toda esta tarea de rescate de su obra y de entrevistas con representantes de movimientos sociales, de la Academia y de las ciencias sociales “creo que su pensamiento es ahora más vigente e importante que antes”.
Luego de formarse como maestra, Ligia conoce a quien fue su esposo: un laboratorista a quien ayudó a convertirse en médico escribiendo cartas a distintas embajadas en busca de una beca. La de Brasil fue la única en responder, y hacia allá partieron los dos, y su primer hijo.
Cuando regresa al país, y hasta 1960, se dedica a la enseñanza, hasta divorciarse y buscar una formación universitaria, quedando a cargo de su hijo menor.
Estudió Geografía e Historia en la Universidad de Panamá, y en 1962 fue invitada a Chile por Carmen Miró, entonces directora del Centro Latinoamericano de Demografía en ese país. La labor de Ligia como investigadora de campo hizo de ella “una mujer que fue aprendiendo, haciendo y conociendo palmo a palmo su realidad, que fue la de nuestro pueblo”, indica Lozano.
Fue investigadora, consultora y asesora en diferentes lugares, entre ellos la Dirección de Estadística y Censo de la República de Chile.
En 1970 el Dr. José Renán Esquivel, entonces ministro de salud de Panamá, la invita en calidad de asesora a la creación del primer Atlas de Geografía Médica del país, como parte de un equipo integrado por médicos, sociólogos y planificadores que recorrió el país para conocer losproblemas de salud de la población y discutir las posibles soluciones. Tras culminar el Atlas, Ligia regresa a Chile, donde permanece por nueve años más “y hace una producción intelectual maravillosa” sobre el desarrollo urbano de América Latina, que abarcó las relaciones entre las migraciones del campo a la ciudad, la expansión urbana y la calidad de vida de sus habitantes.
Al regresar a Panamá, volcó estas experiencias en 30 años de trabajo que permitieron realizar y actualizar el estudio Regiones de desarrollo socioeconómico de Panamá, elaborado a partir de 17 indicadores que permitían compararlos entre sí y agruparlos en regiones de desarrollo Muy Alto, Alto, Medio, Bajo y Muy Bajo.
Con ese estudio aportó al país una poderosa herramienta de apoyo a la planificación y las políticas públicas, que sin embargo no ha sido utilizada.
Para Lourdes Lozano, en la obra de Ligia Herrera destaca el uso del método analítico-sintético para el estudio con múltiples variables de regiones, comprendiendo que el crecimiento económico es una condición necesaria pero insuficente para el desarrollo social.
Desde esa perspectiva, la geografía humana constituye una herramienta de planificación y de la investigación científica que facilita aprender haciendo.
Lourdes Lozano considera que es preciso seguir el ejemplo de Ligia, volver con los alumnos al campo y poner el conocimiento al servicio de la gente a través de los movimientos sociales, recordando que “la sociedad está allá afuera; no solo dentro de las universidades”. Por eso, concluye, siempre luchó “por la prosperidad democrática y equitativa de los que ella llamaba su gente”.
Leer más:
https://cieps.org.pa/wp-content/uploads/2022/10/Pioneras-de-la-Ciencia-en-Panama%CC%81.pdf
Para ver y escuchar:
Con información del seminario «Diálogos Intergeneracionales de Científicas Sociales Panameñas»