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Visita de supervisión de los coordinadores regionales del programa de tuberculosis de la provincia de Colón al laboratorio de diagnóstico e investigación interinstitucional del Minsa en conjunto con la Caja de Seguro Social e Indicasat AIP. De derecha a izquierda:Dr. Fermín Acosta, Mgtr, Dilcia Sambrano, Lic. Priya Patel, Miss Tanisha Layne, Dra, Daniela Ávila, Dr. Jerónimo Valdez, Lic. Geydi Cañate y el Dr. Amador Goodridge Foto | cortesía OPAT
El Dr. Amador Goodridge, investigador de la Unidad de Biomarcadores de Tuberculosis del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (Indicasat-AIP) y presidente de la Organización Panameña Antituberculosa (OPAT), conversó con La Web de la Salud a propósito del Día Mundial de la Tuberculosis que se celebra este domingo (24 de marzo)

Por: Violeta Villar Liste

Lograr avanzar en líneas estratégicas requiere asegurar el debido financiamiento y es parte del llamado de la OPAT en esta fecha.

En la región de las Américas, “alrededor de 325.000 personas enfermaron por tuberculosis en 2023 y 35.000 fallecieron a causa de esta enfermedad, según el Informe mundial sobre la tuberculosis de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, describe la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Estas cifras “representan un aumento del 14% y 41%, respectivamente, en comparación con 2015, un incremento exacerbado por la pandemia. Además, se estima que 83.000 personas no fueron diagnosticadas ni tratadas”, indica el organismo regional de salud.

«Según datos del Programa Nacional para el Control de la Tuberculosis del Ministerio de Salud de Panamá, en el 2022 se reportaron a nivel nacional 1,753 casos, equivalente a 39.9 casos por cada 100,000 habitantes, de las cuales 170 lastimosamente fallecieron. Aunque los datos del año 2023 aún son preliminares, se reportaron a nivel nacional 2,020 casos, equivalente a una incidencia de 45.3 casos por cada 100,000 habitantes, la cual supera a la registrada en el año de referencia 2015 (42.2)», describe la Organización Panameña Antituberculosa (OPAT).

En Panamá no es una enfermedad que represente una alta carga de casos, pero es un problema de salud pública que el país enfrenta desde la investigación científica, y en colaboración con la sociedad civil, para ganarle a la enfermedad y llegar antes con investigación y nuevas vacunas y, si llega, ofrecer al paciente terapias y atención.

El Dr. Amador Goodridge, investigador de la Unidad de Biomarcadores de Tuberculosis del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (Indicasat-AIP) y presidente de la OPAT, conversó con La Web de la Salud a propósito del Día Mundial de la Tuberculosis que se celebra este domingo (24 de marzo).


El presidente de la OPAT hizo especial referencia a los alcances del Plan Estratégico Nacional para el Control de la Tuberculosis en Panamá 2023-2027, como un camino para poner fin a la TB en Panamá.

Fue publicado en Gaceta Oficial No. 29785-B el 19 de mayo de 2023.

En este plan, describe el especialista, se establecen metas intermedias para el 2025 y 2027 y los objetivos para el 2030 y 2035. Son las metas hacia el horizonte de 2035.

  • Alcanzar una tasa de mortalidad de 0.33 x 100,000 habitantes.
  • Alcanzar una tasa de incidencia de 4.14 x 100,000 habitantes.
  • 0% de familias con costos catastróficos por TB

Para alcanzar estos objetivos, señala el presidente de la OPAT, en el mismo plan se establecen las tres líneas estratégicas (alineadas con la Estrategia Fin TB), 5 objetivos estratégicos, 16 objetivos específicos y una serie de actividades básicas.

La primera línea estratégica denominada “atención y prevención integrada de la tuberculosis centrada en el paciente” busca alcanzar las metas intermedias para el 2025.  Para ello, se debe asegurar que todas las instalaciones de salud cumplan con las directrices de prevención, detección, diagnóstico y tratamiento los cuales están establecidos en las Normas Técnicas.  Adicionalmente, se requerirá de mayor abogacía para el cumplimiento de la Ley 169.

La segunda línea estratégica denominada “políticas audaces para la respuesta y sistemas de apoyo” busca garantizar que se incluya presupuesto suficiente para alcanzar los objetivos a nivel local, regional y nacional dado que Panamá, al ser declarado un país de renta alta en el 2018, deja de ser elegible para recibir financiamiento externo.  En esta misma línea estratégica, también se incluye fortalecer la participación de la sociedad civil, comunidades y sector privado en la respuesta a la tuberculosis; y que las familias afectadas por TB no enfrenten gastos catastróficos.

Finalmente, la tercera línea estratégica denominada “Innovación e investigación intensificada” busca promover el desarrollo de investigaciones en temas relevantes para el país.  Dentro de las actividades de esta línea estratégica se encuentra el acercamiento entre los proveedores de salud, empresa privada y las entidades académicas y científicas para priorizar necesidades de investigación.

Lograr avanzar en estas líneas estratégicas requiere asegurar el debido financiamiento y es parte del llamado de la organización en esta fecha.

La OPAT introdujo dos proyectos de ley ante la Asamblea Nacional para asegurar que se pudieran destinar los impuestos de alcohol a la lucha contra la TB, “pero no han pasado los debates requeridos”.

Marco jurídico para el control y prevención de la TB

Personal de salud en proceso de diagnóstico de TB Foto | cortesía OPAT

Otro instrumento jurídico para tener armas y enfrentar la enfermedad, es la reglamentación de la Ley 169 de 12 de octubre de 2020, que establece el marco jurídico para el control y la prevención de la tuberculosis en la República de Panamá y coloca al país en una posición de liderazgo en la región.

Entre otros aspectos el Artículo 3 contempla que “la Dirección General de Salud Pública debe gestionar los resultados de las investigaciones sobre la tuberculosis para la toma de decisiones y la adopción de medidas de prevención y promoción oportuna”.

El Artículo 4 resalta que  “la Universidad de Panamá y las universidades privadas, en coordinación con el Ministerio de Salud, deben incluir en el pensum académico de la Facultad de Medicina y Enfermería, el tema del control de la tuberculosis para reforzar en los médicos y enfermeras la búsqueda activa, el diagnóstico y tratamiento temprano de casos y estudio de los contactos»:.

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La ciencia panameña y el desarrollo de vacunas

BCG es actualmente la única vacuna contra la tuberculosis autorizada Foto | cortesía OPAT

Un foro de alto nivel sobre vacunas contra TB, permitió tomarle el pulso a la ciencia panameña, y los avances a la región.
El Dr. Goodridge resaltó que se estableció la urgencia para el desarrollo y puerta en marcha del uso de nuevas vacunas para combatir la tuberculosis. Se vislumbraron los nuevos candidatos disponibles que se encuentran en estudio.

“En este contexto la trayectoria, y experiencia de investigadores e instituciones panameñas es clave para impulsar estos estudios de eficacia y seguridad de los candidatos vacunales con la población panameña.  Esto permitiría identificar los candidatos más apropiados para la nuestra población”.

De hecho, durante la reunión de alto nivel sobre la lucha contra la tuberculosis (TB), celebrada el 22 de septiembre de 2023 en el contexto del 78 º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), líderes globales y regionales impulsaron el desarrollo de investigaciones en nuevas vacunas que atiendan los desafíos de la TB.

La OPAT, la voz de Panamá como parte de las 257 organizaciones civiles autorizadas a participar en el evento, desde este escenario global, promovió la vía de la ciencia y la investigación en vacunas para cerrar brechas y lograr la meta establecida de poner fin a la TB en 2030.

En el período previo a esta reunión histórica, el director general de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, lanzó oficialmente el consejo acelerador de vacunas contra la tuberculosis para facilitar el desarrollo, la concesión de licencias y el uso de nuevas vacunas contra la tuberculosis.

BCG es actualmente la única vacuna contra la tuberculosis autorizada. Si bien proporciona una eficacia moderada en la prevención de formas graves de TB en lactantes y niños pequeños, no protege adecuadamente a adolescentes y adultos, que representan la mayoría (>90%) de la transmisión de TB a nivel mundial”, describe la OMS.

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 Ver los videos en español y en inglés del reciente foro de vacunas:

¡Sí podemos poner fin a la TB!

La Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) hace énfasis en este 2024 en una premisa: ¡Sí podemos poner fin a la TB! Para lograrlo afirman que es preciso “un liderazgo de alto nivel, el aumento de las inversiones y la adopción de nuevas recomendaciones de OPS”.

“Panamá ha dado grandes pasos en el fortalecimiento de pruebas diagnósticas y capacitación del personal de laboratorio.  De hecho, se han incluido equipos de PCR en tiempo real para la detección de pacientes con la bacteria de la tuberculosis y además permite encontrar si la bacteria tiene genes de resistencia a medicamentos.

De modo reciente se ha incorporado el Indicasat-AIP a la Red Nacional de Laboratorios de Tuberculosis.  Su participación está enfocada en trabajar como laboratorio de diagnóstico.

También, con la reciente inauguración del Laboratorio de Genómica del Indicasat-AIP, el instituto aporta una nueva capacidad al país para el estudio de las secuencias del genoma bacteriano, herramienta clave para conocer la distribución de las bacterias en nuestro país”, describió el presidente de la OPAT.

Se pronunció por realizar investigaciones sobre medicamentos  novedosos “cuya efectividad ha permitido reducir los esquemas de tratamientos con tiempos más cortos. Esto permite mejorar la adherencia y éxito, especialmente en el caso de tratamiento de pacientes  con bacterias multidrogo resistente”.

Llamado de la OPS

La Organización Panamericana de la Salud (OPS), por su parte, hizo un llamado “a intensificar la lucha contra esta enfermedad prevenible y curable. La tuberculosis o TB es la principal causa de muerte por un solo agente infeccioso a nivel mundial, siendo superada únicamente por la COVID-19”.

“Es hora de redoblar nuestros esfuerzos y trabajar hacia un futuro en el que la tuberculosis ya no sea una amenaza para la salud pública”, afirmó el doctor Jarbas Barbosa, director de la OPS. «Los países de las Américas se han comprometido con la eliminación de la TB, y tenemos nuevas tecnologías y estrategias que nos acercan a hacer realidad esta visión», subrayó.

Entre los avances que pueden ayudar a los países a eliminar la tuberculosis para 2030, el doctor Barbosa destacó los equipos de radiografía asistidos por inteligencia artificial para la búsqueda activa de la tuberculosis en la comunidad, las pruebas moleculares rápidas para detectar la enfermedad en el primer nivel de atención y los tratamientos totalmente orales y más cortos. 

Además, el director de la OPS subrayó la importancia de intensificar la inversión, la colaboración multisectorial y la adopción de las últimas recomendaciones de la OMS para revertir la tendencia al aumento de casos de tuberculosis, un camino que ya Panamá trazó y es indetenible.

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