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Por: María Mercedes Armas (Psicóloga)

La licenciada María Mercedes Armas Barrios es psicóloga egresada de la Universidad Central de Venezuela. Es integrante del Observatorio Venezolano de los DDHH de las Mujeres y del Centro de Investigación Social Formación y Estudios de la Mujer.
@psico.mm.armas
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Si se cumplen los siguientes requisitos se considera que hay un problema que atender en la relación:

  • Que por lo menos uno de los dos lo percibe como un problema.
  • Que los intercambios entre ambos tienden a ser mayoritariamente negativos que positivos.
  • Que se den conflictos significativos en variados aspectos de la vida de pareja: comunicación, economía, relaciones sexuales, toma de decisiones, conflictos vinculados a los hijos/as o a la familia extendida, etc.

¿Por qué hace crisis una relación? 

Se presenta la crisis cuando los aspectos negativos que distancian a la pareja son más fuertes que los aspectos positivos que mantienen y  fortalecen la relación.

Cuando pasa el período de enamoramiento inicial, se establece la convivencia, y es allí donde se revelan las verdaderas características de las personas, sus fortalezas y debilidades; se caen las caretas y eso puede producir un impacto fuerte en la relación si no se cumplen las expectativas. Los pequeños defectos que antes pasaban inadvertidos, ahora pesan demasiado y no se soportan. 

Se han sistematizado las razones más comunes que generan crisis en las parejas. Revisa si en tu relación están presentes algunas de ellas:

  • El estrés y cansancio acumulado que se va transformando en apatía y desinterés, la relación se siente agotada.
  • Hay fuerte atracción e interés hacia una tercera persona.
  • Hay conflictos de intereses, planes de vida y toma de decisiones de aspectos importantes y trascendentes para la relación. Por ejemplo: el sitio de vivienda, el tener hijos o no, las decisiones laborales que afectan la relación, entre otros. 
  • Diferencias marcadas a nivel social, cultural o educativo, origen étnico, escala de valores, costumbres y estilo de vida. 
  • Hay una marcada incompatibilidad de caracteres. 

Lo ideal es que la relación fluya sin llegar a experimentar crisis, sin embargo siempre hay la posibilidad de que se presenten, como en cualquier relación humana.

Hay que considerar que las crisis no necesariamente implican ruptura de la relación. Si ambos lo deciden pueden continuar juntos, asimilando la crisis y desarrollando estrategias para fortalecer la relación.

A pesar del distanciamiento, ambos miembros de la pareja tendrán que decidir si vale la pena continuar juntos y si están dispuestos a afrontar la situación y hacer los cambios necesarios. Solo ellos le otorgan un valor y un significado a su relación y solo ellos podrán decidir salir fortalecidos como pareja o no.

Se ha encontrado que algunos temas frecuentes que se manifiestan en las crisis de pareja son:

  • Tiempo de trabajo excesivo.
  • Ausencias frecuentes, viajes, mucha distancia física.
  • Poco espacio para compartir.
  • Rechazo hacia la familia del otro.
  • Sobrecarga de la familia del otro.
  • Diferencias en cuanto a patrones de crianza de los hijos(as), tensiones o dificultades en la convivencia con ellos.
  • Compromisos económicos.
  • Distanciamiento sexual.

Estos son solo algunos de los problemas frecuentes en las parejas. Una vez identificado hay que comenzar a generar soluciones, lo cual implicará que la pareja tomen decisiones más asertivas y a satisfacción de ambos para superar dichos obstáculos; para lo cual podrían requerir apoyo especializado.

Por: María Mercedes Armas (Psicóloga)