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De izquierda a derecha: Georgette Gallardo, asistente de investigación y divulgación; David Bernal, aliado de Incidencia; Nadia De León, directora ejecutiva; José López, coordinador de Divulgación; Delfina D'Alfonso, investigadora y María Alejandra Shirley, coordinadora de Proyectos
Conversamos con la Dra. Nadia De León, directora del CIEDU, quien comparte las líneas de investigación actuales y futuras, llamadas a generar evidencia sólida que aporte a las políticas públicas, mejore las prácticas educativas y fortalezca el sistema educativo panameño y regional, «promoviendo la equidad, la calidad y la innovación”

Por: Violeta Villar Liste | José López (divulgación CIEDU)

Un proyecto innovador, que será clave en Panamá y la región, se enfoca en Pensamiento Científico en Primera Infancia.

El Centro de Investigación Educativa (CIEDU) AIP de Panamá tiene el gran mérito de apoyarse en la evidencia científica para cerrar brechas en educación, al diseñar herramientas y estrategias al alcance de los docentes, a quienes ayudan a mejorar la calidad de la enseñanza.

Que estudiar en una escuela pública y privada no signifique una diferencia abismal de oportunidades en la vida académica y laboral, es parte de los logros del CIEDU AIP, “centro  de pensamiento dedicado a la generación y divulgación de investigaciones científicas en el área educativa”, dirigido por Nadia De León, quien conversa a continuación sobre aportes, investigaciones y mirada hacia el futuro desde el CIEDU, gracias al impulso de su equipo.

En este futuro, proyectos innovadores que impulsará el CIEDU AIP: el estudio del impacto de la transición de la educación virtual a la presencial en la Universidad de Panamá; una investigación en formación inicial docente y una prueba que medirá las competencias científicas en niños y niñas de preescolar, adaptada a la región latinoamericana.

Innovación en prácticas pedagógicas

Nadia De León

-¿Cuáles proyectos impulsados por CIEDU han contribuido a mejorar el desempeño de docentes y estudiantes en Panamá?

-CIEDU ha desarrollado una línea de investigación enfocada en lectoescritura, que combina evidencia científica, incidencia en políticas públicas, mejora de las prácticas docentes y apoyo a las familias. El primer proyecto Las 3 Brechas de la Lectoescritura resaltó la urgencia de abordar desigualdades entre estudiantes de escuelas públicas y privadas, especialmente tras la pandemia. Este estudio puso sobre la mesa la importancia de desarrollar estrategias para mejorar la calidad de la enseñanza de la lectura, desarrollar programas pre-lectores basados en evidencia y fortalecer el acceso a recursos tecnológicos para docentes y estudiantes, impactando desde la política pública hasta las dinámicas escolares y familiares.

Un segundo proyecto, Lectoescritura en Foco, analiza factores clave en el aprendizaje lector, como la conciencia fonológica, el ambiente letrado y las prácticas pedagógicas en aulas panameñas.

Este proyecto ha permitido identificar brechas críticas en el rendimiento lector y diseñar recomendaciones concretas para docentes, escuelas y tomadores de decisiones, orientadas a fortalecer el aprendizaje desde una base más inclusiva y equitativa.

Complementando estos esfuerzos, se está desarrollando un tercer proyecto a través de una intervención psicolingüística costo efectiva, que busca intervenir directamente en las prácticas docentes y en la gestión educativa. Este proyecto combina formación práctica con herramientas de análisis, promoviendo la reflexión y colaboración entre educadores para lograr una mejora tangible en los aprendizajes de los estudiantes.

Estas investigaciones buscan desde CIEDU aportar en la construcción de soluciones integrales y basadas en evidencia para innovar prácticas pedagógicas, mejorar los aprendizajes de estudiantes, y lograr una transformación en la educación en Panamá.

Aportes a la discusión nacional sobre el perfeccionamiento docente

-¿Cuáles estudios consideran que han sido determinantes para abrir espacios a nuevos diálogos en educación?

-La investigación Diagnóstico de Perfeccionamiento Docente se sumó a un diálogo nacional en educación clave, al destacar importantes brechas y necesidades en el desarrollo profesional continuo (DPC) docente en Panamá.

Se evidenció que componentes esenciales del DPC como el coaching, la retroalimentación, la reflexión, la colaboración y el seguimiento son poco comunes en las ofertas de DPC actuales en el país.

Este hallazgo ha generado una llamada de atención sobre la necesidad de sensibilizar y rediseñar el DPC para incluir dichas características.

Además, los datos recogidos a través de encuestas, entrevistas y análisis documental recogieron las demandas concretas de educadores panameños, cuyas aspiraciones en DPC se orientan a formación específica de sus asignaturas, oportunidades de interacción entre pares, aprendizajes conectados a sus contextos y procesos escolares, y metodologías que integren recursos prácticos y un impacto visible en los estudiantes.

Este diagnóstico permitió aportar a la discusión nacional sobre el perfeccionamiento docente, incorporando resultados de esta investigación en la Ley 380 de 2023 que establece lineamientos para la transformación, el perfeccionamiento y bienestar del educador.  Se espera que, con una formación continua más prolongada, práctica, y alineada con las necesidades reales de los docentes y las escuelas, se logre transformar la experiencia docente y, en consecuencia, la calidad educativa en Panamá.

¿Cuáles son las realidades de quienes enseñan?

Además de los aportes en Lectoescritura y en perfeccionamiento docente, desde el CIEDU AIP impulsan una nueva investigación sobre las Realidades de Quienes Enseñan.

La Dra. Nadia De León comparte que a través de los datos del censo de Panamá se hizo “un análisis detallado de las características sociodemográficas de los docentes panameños, revelando desafíos como el envejecimiento del cuerpo docente, disparidades salariales y la insuficiencia de recursos humanos en preescolar y educación especial”.

Estos hallazgos, sostiene, evidencian la necesidad de diseñar políticas inclusivas que aborden inequidades estructurales y fortalezcan la equidad educativa, particularmente en áreas rurales y comunidades indígenas.

“La investigación recomienda un plan integral de relevo generacional, implementando estrategias de atracción de jóvenes profesionales, programas de formación avanzada, y programas de mentoría intergeneracional, además de medidas para mejorar las condiciones materiales de los docentes, como incentivos financieros y acceso a vivienda asequible”.

Señala que “a través de los espacios de incidencia que propicia CIEDU, se espera aportar en la creación de políticas integrales que no solo mejoren la calidad de vida de los docentes, sino que también impacten positivamente en el sistema educativo, a través del bienestar y la profesionalización del cuerpo docente”.

Llevar la magia al aula

-¿Estamos en la crisis de los modelos convencionales? ¿cómo lograr conciliar lo mejor de los modelos tradicionales de aprendizaje-enseñanza con las tendencias que marca la tecnología y la innovación?

-Sí, podemos argumentar que estamos en una crisis de los modelos convencionales de enseñanza-aprendizaje. Esta crisis no implica que los modelos tradicionales sean obsoletos, sino que enfrentan desafíos profundos frente a las nuevas demandas sociales, tecnológicas y laborales. Y principalmente en las escuelas públicas, si comparáramos un aula de clase hoy a un aula de clase en la época de nuestros padres, poco ha cambiado.

Sin embargo, los avances en tecnología, las necesidades de personalización del aprendizaje y el acceso a información global han puesto en evidencia limitaciones de los enfoques tradicionales basados en la memoria, estructuras rígidas y una limitada integración de herramientas digitales.

Para conciliar lo mejor de los modelos tradicionales con las tendencias tecnológicas e innovadoras, hay que enfocarse en la formación docente, los educadores son quienes llevan la magia al aula de clase, y quienes están llamados a hacer el puente entre lo tradicional y lo innovador.

Pero, advierte la investigadora, no pueden hacerlo solos, es esencial capacitarlos para integrar metodologías activas, habilidades socioemocionales y herramientas tecnológicas, garantizando que las nuevas prácticas pedagógicas estén alineadas con las realidades de sus aulas.

“La tecnología es importante, pero como una herramienta de apoyo, no como un fin en sí misma, debe estar al servicio del aprendizaje, adaptándose al contexto y necesidades de los estudiantes y docentes”.

Pide recordar las brechas que existen en Panamá “en términos de acceso a equipos, internet y las habilidades de los mismos docentes en el uso de estas herramientas”.

Por otro lado, “incorporar estrategias innovadoras en el aula como el aprendizaje basado en proyectos y resolución de problemas, donde se puedan combinar los principios tradicionales de disciplina con las tendencias innovadoras de colaboración, creatividad y uso de tecnología para resolver problemas del mundo real”.

Observa que lograr esta conciliación “requiere flexibilidad, colaboración intersectorial y un enfoque centrado en las personas, asegurando que las innovaciones tecnológicas no desplacen, sino potencien, los valores y las prácticas que han sido la base de una educación transformadora”.

Soluciones que miren hacia las nuevas tendencias

-¿Cómo puede Panamá insertarse en las nuevas tendencias educativas para cerrar brechas y lograr acceso equitativo al conocimiento?

-Tenemos grandes brechas dentro de Panamá, entre escuelas públicas y privadas, y entre las regiones, urbano, rural y comarcas. Pero también enfrentamos brechas con otros países y tendencias en educación a nivel internacional. Para cerrar estas brechas en educación en Panamá debemos pensar en soluciones que de manera paralela corrijan problemas estructurales y que a la par estén actualizadas a las nuevas tendencias. 

Por ejemplo, la educación sigue siendo muy mecánica y de memoria, estamos en mora con una adaptación curricular basada en habilidades, donde se introduzcan competencias en el currículo como el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la alfabetización digital y el pensamiento computacional.

“Se deben diseñar políticas específicas para reducir las brechas de aprendizaje en zonas rurales, indígenas y áreas de difícil acceso, asegurando que las iniciativas educativas lleguen a quienes más lo necesitan.

Pero para no quedarnos atrás como país, debemos también mejorar la infraestructura tecnológica y garantizar que sea inclusiva, se debe ampliar el acceso a internet y dispositivos digitales, incluyendo las comunidades rurales e indígenas aún carecen de conectividad básica, garantizando el acceso universal a internet y así poder dotar a las escuelas con herramientas tecnológicas que incorporen contenidos y plataformas pedagógicas alineadas al currículo basado en competencias”.

Por supuesto, subraya, esto debe estar acompañado de capacitación docente en el uso de tecnologías educativas y metodologías innovadoras para liderar la transformación en las aulas.

Se debe lograr una cultura de toma de datos basados en evidencia, a través de un trabajo como el que hace CIEDU, que ojalá se realizara en todas las facultades de educación del país. Pero para esto es esencial contar con datos, tener sistemas de monitoreo y evaluación que permitan tener información para que las iniciativas sean efectivas y ajustadas a las necesidades cambiantes del sistema educativo, observa.

La directora del CIEDU llama al país a enfocarse “en la regionalización y contextualización de las políticas educativas, asegurando que las soluciones sean sostenibles y culturalmente relevantes. Con una visión integral, inclusiva y basada en la evidencia, el país puede no solo cerrar brechas, sino convertirse en un modelo de transformación educativa para la región”.

De lo virtual a lo presencial, ¿qué pasó en la UP?

-¿Cuáles líneas de trabajo desarrollarán en el año 2025 y cómo esperan que este conocimiento aporte de manera significativa al país?

-Para 2025 vamos a tener resultados de investigaciones que vienen en camino como De lo virtual a lo presencial. Este proyecto estudia el impacto de la transición de la educación virtual a la presencial en la Universidad de Panamá, proporcionando estrategias y herramientas que aseguren una integración efectiva de ambas modalidades.

Esta investigación brinda un marco teórico en Panamá, para iniciar un diálogo multidisciplinar sobre cómo lograr una educación híbrida de calidad en el país.

Por otro lado, expresa, y continuando con la línea de docentes, anuncia que tienen una investigación en Formación inicial docente, “que se enfocará en evaluar y fortalecer los programas de formación inicial docente, asegurando que los futuros educadores estén mejor preparados para enfrentar los desafíos del aula y contribuir al fortalecimiento de la calidad educativa. Este trabajo busca influir directamente en reformas que eleven los estándares de formación en el país”.

Pensamiento científico en la primera infancia

Un proyecto innovador, que será clave en Panamá y la región, se enfoca en Pensamiento Científico en Primera Infancia.

La directora del CIEDU explica que buscará “desarrollar y validar la primera prueba en español para medir competencias científicas en niños de preescolar, adaptada culturalmente para la región latinoamericana”.

Este instrumento, disponible en una plataforma web de acceso gratuito, “será aplicado en diferentes países para generar evidencia y así fomentar el diseño de políticas públicas enfocadas en promover el pensamiento científico desde la primera infancia, impactando de manera significativa la educación inicial en la región”.

La Dra. Nadia De León enfatiza que estas líneas de trabajo “están diseñadas no solo para generar evidencia sólida, sino también para influir en políticas públicas, mejorar prácticas educativas y fortalecer el sistema educativo panameño y regional, promoviendo la equidad, la calidad y la innovación”.

Por: Violeta Villar Liste | José López (divulgación CIEDU)