La mejor agua es aquella que cumple con los estándares de calidad establecidos por las autoridades sanitarias y que se adapta a las necesidades individuales de cada persona
Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI
La Dra. Karen Courville es egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá. Realizó estudios en Medicina Interna y Nefrología en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo A. Madrid. Tiene un Fellow en Investigación Renal del Instituto Mario Negri en Bérgamo, Italia. Investigadora del Instituto de Ciencias Médicas de Las Tablas. Miembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI)
El agua es un compuesto esencial para todos los seres vivos. Constituida por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno (H₂O), es un líquido inodoro, insípido e incoloro que cubre gran parte de la superficie terrestre. Cuando bebemos agua, esta pasa por el esófago y llega al estómago, donde se mezcla con los jugos gástricos. Posteriormente, pasa al intestino delgado, donde se absorbe a través de las vellosidades intestinales hacia el torrente sanguíneo.
Una vez en la sangre, el agua es distribuida a todas las células del cuerpo, cumpliendo funciones vitales como regular la temperatura corporal, transportar nutrientes y oxígeno, eliminar desechos a través de la orina y el sudor, y actuar como lubricante para las articulaciones.
¿Cuánta agua necesitamos?
La cantidad de agua que una persona necesita al día varía según factores como la edad, el sexo, el nivel de actividad física, la temperatura ambiente y el estado de salud. Se suele recomendar beber entre 2 y 3 litros de agua al día, aunque esta cantidad puede variar. Una señal clara de que estamos bebiendo suficiente agua es que nuestra orina sea de color amarillo claro sin mal olor.
Tipos de agua
Existen diversos tipos de agua, cada uno con sus propias características y propiedades. Dependiendo del lugar donde vivimos podemos tener agua potable si viene de la línea, o en algunos lugares se usa agua embotellada.
El agua del grifo proviene de fuentes naturales como ríos, lagos o acuíferos subterráneos. Es tratada en plantas potabilizadoras para eliminar impurezas y microorganismos. Su calidad puede variar según la región y la infraestructura de tratamiento. Se le agregan algunos elementos, como el cloro para desinfección, oxidación y destrucción de virus, bacterias y sustancias orgánicas como la orina.
Dependiendo del país se le agregan otros elementos como hipoclorito sódico, hipoclorito potásico, sales metálicas y ozono, ya que se deben realizar múltiples procesos, como floculación, decantación, filtración y desinfección.
Si el agua no es potable y no viene de la línea se puede hervir. Al llevar el agua a ebullición se eliminan microorganismos como bacterias, virus y parásitos, pero debe hervir por lo menos 1 minuto. Si se obtiene de una fuente natural y esta turbia, se puede reposar, filtrar con un paño o filtro de café y luego poner a ebullición. Cuando se hierve el agua, no se eliminan sustancias químicas que pueden estar en la misma, le queda un sabor característico y pierde minerales esenciales. Luego de hervirla, es importante taparla para evitar que se contamine o que se vuelva criadero de mosquitos.
El agua embotellada se obtiene de diversas fuentes, como manantiales, acuíferos o agua del grifo, y se envasa en botellas de plástico o vidrio. Si procede directamente de un manantial natural, suele ser rica en minerales. Si le llaman agua mineral, significa que se extrae de fuentes subterráneas y que se caracteriza por contener minerales y oligoelementos y sus características son proporcionadas por las rocas y arenas por las que se filtran. Estos minerales dependen de la fuente, ya que hay aguas bicarbonatadas, que tienen propiedades para mejorar la digestión, pero hay aguas cálcicas, y estas contienen una cantidad extra de calcio; además pueden ser sulfatadas, aciduladas, sódicas, magnésicas y fluoradas. Es importante leer el contenido en la etiqueta.
El agua purificada es agua que ha sido sometida a un proceso de filtración y tratamientos para eliminar las impurezas y contaminantes y remover los malos olores o sabores, los metales pesados, los microorganismos y parásitos, y no contienen sustancias químicas.
Se puede purificar el agua mediante diversas técnicas, como la filtración a través de carbón activado, la ósmosis inversa, la luz ultravioleta y la ozonificación de agua. La filtración por carbón activado es agua que pasa por un filtro poroso que se obtiene al calentar carbón vegetal con gas. Este filtro elimina sustancias químicas, metales, y otros elementos como cloro, pesticidas, herbicidas, atrapándolos y reteniéndolos en el filtro, además elimina olores y sabores desagradables. Sin embargo, no es capaz de filtrar bacterias y nitratos, por lo que es un proceso que se puede complementar al agua tratada potable. Se puede instalar en casa y es común que se utilice en las piscinas, para filtrar el agua.
La ósmosis inversa es un proceso de purificación de agua que utiliza membranas semipermeables para eliminar partículas, iones y moléculas del agua, forzando el paso del agua a través de estas membranas, pero en sentido contrario a lo normal, lo que permite el agua pura pase a un lado y el agua con sales se queda en el otro. Puede eliminar hasta el 97% de los elementos disueltos en el agua. Tiene diferentes usos, como la desalinización del agua de mar, reducción de la dureza, reutilización de aguas residuales, producción de agua pura (utilizado en industria alimentaria, farmacéutica, médica, cosmética, química, electrónica, biotecnológica, entre otros) y en hemodiálisis (lo que permite completar el tratamiento del agua que se utiliza para el tratamiento de los pacientes).
La luz ultravioleta se utiliza luego de que el agua ha sido tratada, para inactivar y matar los microorganismos, ya que ni las bacterias, ni los virus ni los parásitos, resisten este tratamiento, incluso algunos parásitos como el Cryptosporidium y las Giardias, que a veces son resistentes al cloro. La ozonificación es un método de desinfección y purificación de agua que consiste en aplicar ozono al agua para eliminar microorganismo patógenos y malos olores. Este método químico que se utiliza después del tratamiento con cloro. Estos últimos 3 tratamientos son más costosos, ya que requieren cierta infraestructura, tiempos de exposición y controles de calidad.
¿Cuál es la mejor agua?
La mejor agua es aquella que cumple con los estándares de calidad establecidos por las autoridades sanitarias y que se adapta a las necesidades individuales de cada persona. En general, el agua del grifo es segura para el consumo y una opción económica y sostenible. Sin embargo, si tienes dudas sobre la calidad del agua de tu zona, puedes optar por agua embotellada o instalar un sistema de filtración en casa. En caso de sufrir de litiasis renal o cálculos biliares, sería importante no usar aguas con minerales si el cálculo es de calcio, si no agua purificada para evitar el riesgo de un nuevo lito debido al aumento en la ingesta.
Para mantener una buena hidratación, es recomendable beber agua regularmente a lo largo del día, incluso si no tienes sed. También puedes incluir alimentos ricos en agua, como frutas y verduras, en tu dieta. Si practicas ejercicio físico intenso es importante aumentar la ingesta de agua. Debemos recordar que el agua es fundamental para la vida y para mantener un buen estado de salud por lo que es importante que una ingesta adecuada forme parte de nuestra rutina diaria.
Dra. Karen Courville, FACP, SNI | Medicina interna/Nefrología