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Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI

La Dra. Karen Courville es egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá.
Realizó estudios en Medicina Interna y Nefrología en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo A. Madrid.  Tiene un Fellow en Investigación Renal del Instituto Mario Negri en Bérgamo, Italia.  Investigadora del Instituto de Ciencias Médicas de Las Tablas, es presidenta de la Sociedad Panameña de Nefrología e Hipertensión
Miembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI)

El edema periférico o inflamación de los pies es una acumulación de sangre o líquido en la zona de los pies y tobillos, que puede estar causada por diferentes patologías o enfermedades.  Muchas veces los pacientes son referidos al nefrólogo, pero esta patología no es exclusiva del riñón.

¿Qué causas producen edema en los pies?

Cuando el edema se produce por enfermedad renal, podemos agruparlo en tres clases: el edema de la nefropatía diabética, por daño avanzado de la diabetes en el riñón, en donde los glomérulos (la unidad funcional de los riñones) tienen tejido esclerosado o con cicatrices producto del aumento sostenido y no controlado de la glucosa y esto deja pasar proteínas; en los síndromes nefróticos, existe una alteración en la estructura de la membrana basal del glomérulo, lo que deja escapar proteínas, por lo cual el líquido sale del espacio intravascular al espacio intersticial, se acumula líquido en los pies y en la cara, debajo de los párpados; y debido a una disminución de la función del riñón, como en la enfermedad renal crónica avanzada, que produce disminución de la producción de la cantidad de orina total, lo que conlleva inicialmente a edema de las piernas por retención de líquidos.

La insuficiencia venosa crónica se produce por una afectación de las válvulas venosas que ayudan con el retorno venoso sanguíneo en las piernas, que dirigen la sangre en dirección proximal hacia el corazón, y depende en gran parte de la contracción de los músculos de las pantorrillas.

Se va a producir con mayor frecuencia relacionado al estar sentado o de pie en una misma posición por largos períodos, en personas obesas y en pacientes que han tenido trombosis venosas profundas.

Es más común en las mujeres, pero no es exclusiva de ellas. Si las válvulas dejan de funcionar como deberían, la circulación sanguínea se ve afectada y la sangre acumulada provoca inflamación. Además de la inflamación, es posible que aparezcan escamas, picazón y úlceras en la piel, asociados a pesadez y cansancio.

Los problemas del hígado provocan retención de líquidos e inflamación de los pies. El hígado puede presentar un daño celular por el abuso de sustancias (alcohol), la obesidad, algunos virus (Hepatitis B, C) y algunas causas genéticas o inmunológicas.  

En el caso de la cirrosis, se enlentece el flujo regular de sangre a través del hígado y esto aumenta la presión en la vena Porta, que conduce la sangre, produciendo un aumento de presión retrógrada. Además, hay disminución de la albúmina, una proteína que se produce en el hígado, por lo que se acumula líquido en las piernas y ​​en el abdomen, conocido como ascitis.

La trombosis venosa profunda se produce cuando se forma un coágulo que bloquea el flujo sanguíneo normal en las venas profundas de una o ambas piernas. Los coágulos de sangre son masas sólidas de sangre que pueden formarse. Si la inflamación del pie es el resultado de un coágulo sanguíneo, es de esperar que solo se produzca edema en un pie o pierna, dependiendo de la localización de donde se forme el coágulo. También puede sentir dolor o sensibilidad y ver un enrojecimiento de la piel.

Las diferentes condiciones que producen una afección cardíaca (infarto de miocardio, valvulopatías, crisis hipertensivas), pueden producir lo que se conoce como insuficiencia cardíaca, en donde el corazón está incapacitado para realizar su función de bomba, está más rígido y se va a congestionar la circulación pulmonar, produciendo una falla.  Estos pacientes pueden presentar edema de ambas piernas, asociadas con falta de aire.

Si ha iniciado algún medicamento y posteriormente observa edema alrededor de los tobillos o incluso un poco más arriba, pudiera estar asociado al medicamento. 

Algunos pacientes tienen una mayor sensibilidad y dependiendo del medicamento, pueden existir diversos mecanismos que alteren la circulación o retenga líquido, por lo que debe consultar a su médico.

El embarazo es un estado en donde se producen algunas alteraciones en la fisiología normal en la cavidad uterina. Al final del embarazo es normal que se empiece a notar un aumento de retención de líquidos sobre todo en las piernas, y esto se debe al enlentecimiento del retorno venoso por la compresión de útero sobre la pelvis debido al aumento de tamaño, lo que lo hace más frecuente durante los últimos meses del embarazo.

¿Cómo se trata?

En el caso de la enfermedad renal crónica, si es secundario a nefropatía diabética, deberá cumplir el tratamiento estricto para mantener la glucosa y la hemoglobina glicosilada en el rango normal para evitar empeorar el daño glomerular; si es secundario a un síndrome nefrótico, se iniciarán diuréticos mientras se realiza el diagnóstico histopatológico mediante una biopsia renal, lo que permitirá iniciar un tratamiento inmunosupresor dirigido; en caso de enfermedad renal crónica avanzada, se iniciarán diuréticos, se indicará restricción de líquidos y se preparará al paciente para un inicio futuro de terapia de reemplazo renal.

En la insuficiencia venosa crónica, el tratamiento suele implicar cambios en la forma de tratar los pies.

Esto incluye mantener una buena higiene de la piel para evitar infecciones, medias de compresión para ayudar a que la sangre no se acumule, elevación de las piernas en reposo para descansar, perder peso en caso de tener obesidad y ejercitar los pies, ya que caminar mejora la circulación.

Para el tratamiento del edema por enfermedad hepática, le indicarán control de dieta baja o sin sal, le iniciarán diuréticos para el control del edema y es importante suspender el consumo de alcohol.  El seguimiento de la enfermedad hepática debe ser estricto con el gastroenterólogo o hepatólogo para evitar progresión de la enfermedad hepática a cirrosis.

Si sufre de trombosis venosa profunda, dependiendo de la causa que desencadenó el coágulo, deberá usar anticoagulantes por un período estipulado entre 3 a 6 meses, de la manera indicada, mantener una buena hidratación. Es importante seguir las indicaciones del médico luego de una trombosis y usar las medias compresivas una vez disminuye el edema para evitar lo que se conoce como Síndrome Post flebític: la pierna afectada no recupera su tamaño normal.

En la insuficiencia cardíaca, se debe tratar de mantener la presión en rango normal, cumplir con el tratamiento antihipertensivo y los otros medicamentos que estén indicados para la patología cardíaca de manera correcta; si el paciente requiere diuréticos para ayudar a mantener la volemia, debe estar acompañado de una ingesta baja de sodio; mantener el perfil lípido normal, ayudado de una dieta baja en grasas y de hipolipemiantes; y realizar ejercicios de manera diaria o casi diaria, para mantener el sistema circulatorio saludable y controlar el peso.

En el caso de que el edema se produzca posterior al inicio de un nuevo medicamento, este deberá ser suspendido luego de comunicarse con su médico, para que pueda ser sustituido por otro y la patología no permanezca sin tratamiento.

En el edema del embarazo, si la presión está normal y no tiene edema en manos y caras, puede ser producto de la alteración en el retorno venoso, por lo que se debe tratar de no estar todo el día de pie, hidratarse de manera adecuada, tratar de hacer ejercicio 20 o 30 minutos al día y descansar elevando los pies. De lo contrario, su médico le ordenará algunas pruebas.

El edema periférico o de los pies tiene muchas causas y estas son algunas de ellas. El control de peso, una dieta sana baja en sal y realizar actividad física frecuente mejora muchas de las causas, por lo que es importante recordar que todo tratamiento siempre deberá ser acompañado con estilos de vida saludable.

Dra. Karen Courville, FACP, SNI
Nefrología

Edema de los pies, ¿causa renal o no renal?