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Ante la interrupción de clases presenciales que están sufriendo muchos estudiantes del país, por diversas causas como protestas, aumento de casos covid-19, altos costos de la vida, entre otras, el Movimiento Todo Panamá y 20 organizaciones hicieron un llamado urgente para que se priorice el Derecho a la Educación que tiene la niñez y la adolescencia de Panamá. 

Sin clases presenciales no puede haber recuperación de aprendizajes para los más de 800,000 estudiantes en Panamá, señala el documento.

“En los dos últimos años de pandemia y de educación a distancia para la mayoría de los niños, niñas y adolescentes del país, los aprendizajes se han deteriorado profundamente. Esto podría derivar en una crisis generacional que limite el acceso a oportunidades para un futuro mejor para miles de adolescentes y jóvenes en Panamá”, indica el comunicado.

El tiempo efectivo de clases y la recuperación de los aprendizajes son un compromiso de agenda nacional que involucra a todo el Estado en su conjunto, el cual debe garantizar el ejercicio digno de este derecho a cada niño, niña y adolescente, indican.

En el comunicado se observa que “antes de la pandemia la educación en nuestro país ya tenía grandes desafíos en cuanto a calidad y acceso, principalmente en preescolar, premedia y media”. Al respecto enumeraron varias estadísticas:

• Según un estudio de UNICEF de 2021, más de 129,000 niños, niñas y jóvenes entre 4 a 20 años estaban fuera del sistema educativo. Sabemos que este es un fenómeno con múltiples causas y comprender la situación es un primer paso, pero si se cierran las escuelas o se dejan de brindar clases presenciales la situación empeorará. 

• Con más de 190,000 estudiantes en riesgo de abandono escolar, continuar con la pérdida de clases presenciales, agudiza el riesgo de exclusión educativa. 

• Estimaciones del Banco Mundial del año 2021, indicaban que en Panamá casi el 90% de los estudiantes de 15 años no cuentan con el nivel mínimo de aprendizaje por impacto de la pandemia y la falta de educación presencial. 

Además, indican, las escuelas abiertas son imprescindibles para que los niños y niñas reciban los beneficios de programas de nutrición, salud y protección. 

Por otra parte, la salud mental de la niñez se ha visto muy afectada por la falta de socialización y de compartir con sus pares. 

En el caso de los niños en preescolar y primaria, la Sociedad Panameña de Pediatría señala que es probable un aumento en los trastornos del neurodesarrollo, puntualizan.

Recuerdan que  “a través del Decreto 2077 de 2021 se estableció la educación presencial como una medida nacional. La escuela es el mejor lugar en el que puede estar un niño o niña para aprender y desarrollar su máximo potencial”.

Se requiere, afirman, mejorar y aumentar la participación de todos los actores en la recuperación de aprendizajes, al igual que priorizar todos los esfuerzos en difundir los programas de recuperación de aprendizajes y apoyo socioemocional basados en evidencia en todos niveles educativos, incluyendo educación básica, premedia, media, técnica y educación superior. 

Pongamos a los niños, niñas y adolescentes primero; sin excusas, mantengamos las escuelas abiertas. 

Suscriben las siguientes organizaciones: