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Con motivo de la conmemoración del Día Mundial de los Humedales (2 de febrero), la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) organizó el Café Científico Humedales de Panamá: biodiversidad y uso.

La actividad contó con la participación de la Lic. Mayté González, directora de la Oficina Regional de Wetlands en Panamá y de la Dra. Alicia Ibáñez, bióloga botánica experta en plantas de humedales asociada al Centro de Estudios y Acción Social Panameño (CEASPA) y beneficiaria de convocatorias de la Senacyt.

González presentó el marco legal de los humedales, vacíos, fortalezas y desafíos para su conservación.

En su intervención manifestó que Panamá posee un marco legal y reglamentario extenso para la gestión de los ecosistemas de humedales, que incluye normas que se remontan a la década de 1960.

“La aplicación de las normas y su eficacia para ordenar la conservación y uso sostenible de los humedales es un área donde hay mucho por hacer. Además, actualizar las normas para visibilizar los servicios ambientales vitales que ofrecen los humedales y protegerlos efectivamente frente al desarrollo inmobiliario desordenado, la megaminería y el avance de la frontera agropecuaria, es una tarea que no se puede aplazar más”.

Por su parte, la Dra. Ibáñez, presentó sobre los humedales de importancia internacional de Panamá, los principales tipos de vegetación que contienen, su biodiversidad, usos, servicios ecosistémicos y amenazas que enfrentan. Describió las regiones donde se han desarrollado las últimas investigaciones, entre las que están los humedales de Damani-Guariviara y la isla Escudo de Veraguas, en el Caribe de Comarca Ngäbe-Bugle, así como el complejo de humedales de Matusagaratí, en Darién.

Esta especialista en estudios florísticos y ecología de bosques tropicales ha trabajado durante los últimos 10 años en humedales panameños, tanto en el Caribe, como en la vertiente del Pacífico.

“Los humedales cumplen muchas funciones como: refugio de vida silvestre, reservorios de agua dulce, recursos marinos y pesqueros, mantenimiento de los ciclos del agua y del carbono, y también ofrecen protección de las líneas de costa contra inundaciones, incremento del nivel del mar, y otros fenómenos ambientales”, añadió.

La Senacyt, en conjunto con la comunidad científica, ha respaldado investigaciones científicas en diversos humedales: San San – Pond Sak, Isla Escudo de Veraguas, Isla Coiba, Golfo de Chiriquí, Golfo de Montijo, Bahía de Panamá, Bahía de Chame, Matusagaratí, y el Archipiélago de Las Perlas, entre otros.

Los hallazgos científicos de cada sitio han aportado a la búsqueda de nuevos medicamentos, al turismo, a establecer las contribuciones de estos ecosistemas al ciclo del agua, de carbono, y así como a la biodiversidad del país.

Panamá: 39 sitios humedales

El Día Mundial de los Humedales tiene, entre sus propósitos, resaltar el valor de los ecosistemas de humedal, la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, así como destacar la urgencia de garantizar su preservación, la conservación de la biodiversidad y el uso sostenible de los recursos.

Dentro del Sistema de Áreas Protegidas de Panamá se han declarado 39 sitios humedales de los cuales, cinco son de importancia internacional por contar con la designación de sitios Ramsar.

Los humedales más reconocidos como sitio Ramsar son: San San – Pond Sak, en Bocas del Toro; Golfo de Montijo, en Veraguas; Bahía de Panamá, en Panamá; Punta Patiño y Damani-Guariviara, en Darién.

Cuando se declara un sitio como Ramsar, significa que cumple con las siguientes características: cuenta con sus reservas de agua, son espacios de mucha biodiversidad y que cuentan con elementos claves que determinan el funcionamiento de los ecosistemas (ríos y pantanos, hasta acuíferos subterráneos, pastizales húmedos, turberas, oasis, estuarios, deltas y bajos de marea, manglares y otras zonas costeras, arrecifes coralinos, y sitios artificiales como estanques piscícolas, arrozales, embalses y salinas).

En los últimos años se han observado extensas áreas contaminadas, tanto en los ríos de las ciudades, como en los manglares y zonas costeras, con desechos sólidos, líquidos y otras alteraciones, producto de la sobreexplotación, la contaminación urbana y cambios en el uso del suelo, entre otros.  Los ecosistemas de humedales más afectados por el crecimiento urbano son los manglares.

Los bosques manglares ocupan un área de 1,74,35 hectáreas entre las costas del Caribe y el Pacífico.

Comunicado de la Senacyt