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Científicos del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (Indicasat AIP) de Panamá advirtieron sobre nuevos factores que podrían influir en la transmisión de la COVID-19 en América Latina y el Caribe.

«Si bien los modelos ambientales indican que la elevada temperatura y humedad de América Latina podrían desacelerar la transmisión de la COVID-19, la realidad es otra», sostuvo José Loaiza, científico del Indicasat AIP, citado en comunicado de prensa de la institucion.

Según lo planteado por Indicasat-AIP en un comunicado, científicos del instituto y de las Universidades de Oklahoma y Johns Hopkins de Estados Unidos revelan a través de un estudio que, además del contagio del virus por las vías respiratorias y el contacto con superficies contaminadas, existen otras vías de transmisión que contribuyen a la expansión del virus en la región.

Precisa que los científicos advirtieron a su vez, a través de un artículo publicado esta semana en la revista científica PLOS Neglected Tropical Diseases, que factores como el clima tropical y la desigualdad socio-económica en los países latinoamericanos pudieran influir en la dinámica de transmisión de la enfermedad.

Loaiza, quien también es científico asociado al Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) y profesor de la Universidad de Panamá, señaló que muchas personas en el trópico latinoamericano se congregan en áreas con aires acondicionados, tales como oficinas, transportes públicos, y restaurantes, entre otras, creando las condiciones para la persistencia del coronavirus, acelerando su transmisión por contacto con superficies.

«Sin embargo, creemos que otros modelos de transmisión deben ser considerados especialmente el fecal-oral, es decir, el consumo de agua contaminada«, señaló por su parte Matthew Miller, científico de la Universidad de Oklahoma. «Esto podría ser importante para la expansión de la COVID-19 en América Latina», apuntó.

Miller comentó que estudios han demostrado sobre el peligro de contagio de la COVID-19 por contaminación fecal-oral en áreas densamente pobladas y de bajos ingresos económicos de la región.

«El peligro yace ahí, ya que el coronavirus puede sobrevivir varias semanas en agua a temperatura ambiente», agregó Miller.

Indicasat-AIP destaca además en la nota que el índice Wash, el cual mide el acceso abundante a agua potable y servicios de saneamiento a nivel global, otorga una baja calificación a Panamá.

Agrega que combinando la contaminación de las aguas, el factor climático, y el acceso limitado a agua potable y servicios de saneamiento, el patrón de contagio de la COVID-19 en América Latina será distinto al de Europa y Norteamérica, donde «aplanar la curva» de transmisión del virus será más difícil.

Los investigadores concluyeron que la región necesita atacar más agresivamente al coronavirus que Europa y América del Norte, y que ésta puede ser considerada la «pandemia del aprendizaje», en donde sectores sociales, económicos y gobiernos se deben adaptar a la dinámica de la COVID-19.