Diversos estudios han evidenciado que existe una relación directa entre la dieta y la salud ocular así que una buena alimentación puede hacer la diferencia
Por: Dra. Liliana (Lily) Arosemena
La Dra. Liliana (Lily) Arosemena es egresada de Medicina en la Universidad Latina de Panamá. Con especialización en Oftalmología en la Universidad Autónoma de Bucaramanga, en la Fundación Oftalmológica de Santander, Clínica Carlos Ardila Lulle (Bucaramanga, Colombia). Estudios de retina y vítreo en la Universidad Del Rosario, Fundación Oftalmológica Nacional (Bogotá, Colombia). Es miembro adjunto de la Academia Americana de Especialistas en Retina (ASRS), la Asociación Americana de Oftalmología (AAO), la Sociedad Colombiana de Oftalmología (SCO), la Asociación Panamericana de Oftalmología (PAAO) y la Sociedad Panameña de Oftalmología (SPO). En instagram: @retinapanama
La salud visual es un aspecto fundamental del bienestar físico a lo largo de la vida. A medida que avanzamos en edad, nuestras capacidades visuales generan uno de los problemas más comunes: el deterioro de la visión.
Sin embargo, muchos no están conscientes de que una dieta adecuada puede desempeñar un papel crucial en la preservación y mejoramiento de la salud ocular. En estas líneas exploraremos la importancia de una buena alimentación para fomentar una visión sana a través de la técnica de las cinco objeciones básicas.
Vamos a aclarar algunos mitos con respecto a la salud visual y tu alimentación:
Mito no.1. “Mi dieta actual no me puede afectar, ya que nunca he tenido problemas de visión”
A menudo, las personas creen que la salud visual está predeterminada por factores genéticos o por la manera en que han cuidado sus ojos a lo largo de los años. No obstante, diversos estudios han evidenciado que existe una relación directa entre la dieta y la salud ocular. Nutrientes específicos, como las vitaminas A, C y E, así como los ácidos grasos omega-3, son esenciales para la salud retiniana y la función óptica. Por ejemplo, la vitamina A es crucial para la formación de rodopsina, un pigmento en la retina que permite la visión en condiciones de poca luz. Por lo tanto, es esencial no subestimar el impacto de la alimentación diaria en la salud ocular, incluso si actualmente no se experimentan problemas de visión.
Mito no.2. “No tengo tiempo para cocinar o planificar comidas saludables«
Es comprensible que la vida moderna quizás no permita la dedicación de horas a la cocina; sin embargo, es importante recalcar que una dieta adecuada no requiere grandes sacrificios de tiempo. Existen múltiples opciones de comidas rápidas y saludables que pueden ser preparadas en minutos. Además, el uso de suplementos vitamínicos puede complementar una dieta que carezca de algún componente esencial. Priorizar alimentos ricos en antioxidantes, como las verduras de hoja verde, los cítricos y los frutos rojos, no solo ayuda a mejorar la salud ocular, sino que también contribuye a la salud general del organismo. Destinar breves momentos para elecciones alimenticias saludables o para cocinar en lotes puede hacer una diferencia significativa.
Mito no.3. “Comer alimentos saludables es costoso e inaccesible”
Un argumento común contra una dieta saludable radica en la percepción de que es financieramente inalcanzable. Sin embargo, esto no es necesariamente cierto. Existen muchas opciones nutritivas que son asequibles y accesibles. Las legumbres, los tubérculos, las verduras de temporada y las frutas pueden encontrarse a precios competitivos en la mayoría de los mercados. Además, se puede optar por la compra a granel o en mercados locales, lo que suele resultar más económico. Invertir en alimentos que promueven la salud ocular es a menudo más rentable que enfrentar los costos asociados a posibles problemas de visión a largo plazo, que pueden incluir tratamientos médicos y quirúrgicos.
Mito no. 4. Objeto: No creo que una dieta saludable tenga un impacto significativo en la salud ocular”:
La percepción de que los cambios en la dieta no pueden influir de manera significativa en la salud ocular puede ser una creencia errónea. Hace varios años en estudio AREDS y AREDS 2 (Age-related Eye disease Studies) mostró que ciertos nutrientes, como la luteína y la zeaxantina, pueden reducir el riesgo y progresión de la degeneración macular asociada a la edad. Un estudio realizado por la Academia Americana de Oftalmología concluyó que aquellos que consumen una dieta rica en frutas, verduras y pescados presentan una menor incidencia de problemas oculares. Se ha observado que una alimentación adecuada puede retrasar o prevenir enfermedades como las cataratas y el glaucoma. Adoptar hábitos alimenticios que beneficien la salud visual no es solo un acto proactivo, sino una estrategia que puede tener un impacto duradero.
Mito no.5. “No existen alimentos específicos para mejorar la visión”
Una noción errónea es que la salud ocular solo puede mejorarse a través de tratamientos médicos, dejando de lado la influencia de la alimentación. Sin embargo, una dieta rica en nutrientes específicos puede proporcionar los componentes bioquímicos necesarios para un adecuado funcionamiento ocular. Los alimentos como las espinacas, las zanahorias, el salmón y los frutos secos, cargados de antioxidantes y ácidos grasos omega-3, son cruciales para garantizar que los ojos reciban los nutrientes necesarios para su correcto rendimiento. Por lo tanto, una dieta equilibrada y orientada a la salud ocular no solo es deseable, sino esencial.
En conclusión, la alimentación juega un papel crítico en la salud visual. Teniendo en cuenta las creencias o mitos que las personas suelen generarse, es relevante esclarecer que una dieta adecuada no solo es accesible y económica, sino que tiene un impacto profundo en la salud ocular. A través de la introducción de alimentos ricos en nutrientes esenciales, cada individuo puede tomar el control de su salud visual, previniendo así futuros problemas y potenciando su bienestar a lo largo de la vida.
Referencias:
- Congdon N, O’Colmain B, Klaver CC, et al; Eye Diseases Prevalence Research Group. Causes and prevalence of visual impairment among adults in the United States. Arch Ophthalmol. 2004.
- The Age-Related Eye Disease Study 2 (AREDS2) Research Group. Lutein + Zeaxanthin and Omega-3 Fatty Acids for Age-Related Macular Degeneration. JAMA. 2013.
- Age-Related Eye Disease Study Research Group. A randomized, placebo-controlled, clinical trial of high-dose supplementation with vitamins C and E, beta carotene, and zinc for age-related macular degeneration and vision loss: AREDS report no. 8. Arch Ophthalmol. 2001.
- San Giovanni JP, Chew EY, Clemons TE, et al; Age-Related Eye Disease Study Research Group. The relationship of dietary carotenoid and vitamin A, E, and C intake with age-related macular degeneration in a case-control study: AREDS Report No. 22. Arch Ophthalmol. 2007.
Por: Dra. Liliana (Lily) Arosemena