El Primer Simposio Internacional Migración y Salud en las Américas generó una reflexión fundamental sobre los próximos pasos y plan de acción. Fue el cierre magistral luego de dos días de conversaciones
Por: Violeta Villar Liste
El panel de expertos fue moderado por la Dra. Arlene Calvo, docente de la USF, líder del programa Salud Latina USF y organizadora del primer simposio sobre Migración y Salud en las Américas
El Primer Simposio Internacional Migración y Salud en las Américas generó una reflexión fundamental sobre los próximos pasos y plan de acción. Fue el cierre magistral luego de dos días de conversaciones.
Con una reflexión a propósito del tema migración y salud, concluyó un simposio y se abrió un camino de soluciones concertadas donde cada voz es necesaria.
El Primer Simposio Internacional Migración y Salud en las Américas fue organizado por Ciudad del Saber, el programa de la Facultad de Salud Pública de la Universidad del Sur de la Florida en Panamá y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), con apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (los CDC), el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES), Ciencia en Panamá y el Instituto para el Estudio de América Latina y el Caribe (ISLAC) de la USF.
Luego de charlas magistrales que ofrecieron un panorama general, y en detalle, sobre migración y salud, en particular asociado al tránsito por el Darién, perspectivas que se irán desarrollando en las próximas semanas en este espacio, se generó un panel de expertos, moderado por la Dra. Arlene Calvo, docente de la USF, líder del programa Salud Latina USF “iniciativa que promueve la salud pública sobre bases científicas, para público hispano parlante en Estados Unidos, Latinoamérica y el resto del mundo” y organizadora del simposio.
Participaron en el panel de expertos, Reflexión, próximos pasos y plan de acción:

- Jean Francois Aguilera, asesor técnico regional en Migración y Salud de la Oficina Regional de la OIM
- Dra. Ana Rivière Cinnamond, representante de la OPS/OMS en Panamá
- Dra. Yoran Grant–Greene, directora de la oficina regional para Centroamérica y el Caribe de los CDC
- Beatriz Padilla, por el ISLAC-USF.
Prioridades en salud pública

Ante la interrogantes sobre las prioridades en salud pública de la población migrante, la Dra. Yoran Grant–Greene (CDC) sostuvo que “es fundamental personalizar el servicio de parto, no solo para garantizar la presencia del personal médico adecuado y el cumplimiento de las medidas sanitarias, sino también para asegurar la accesibilidad a servicios de alta calidad. Me gustaría colaborar con aliados para garantizar que las mujeres embarazadas tengan acceso, no solo a pruebas que detecten enfermedades poco comunes, sino también a vitaminas esenciales, evitando cualquier tipo de negligencia en estos aspectos”.
La Dra. Ana Rivière Cinnamond (OPS) comparte las observaciones de la directora de los CDC en Panamá y agrega que la población migrante, no solo necesita atención primaria, sino que debido a las situaciones complicadas que persistirán en su vida, requiere un apoyo específico de tipo diagnóstico, analítico y de salud mental por los traumas que se profundizan durante el tránsito.
Jean Francois Aguilera (OIM) analiza que hay varios niveles de riesgo y es preciso identificar a las poblaciones migrantes y refugiados según su vulnerabilidad para actuar.
Mujeres, niños o población LGTB “enfrentan riesgos y violencias enormes”.
La salud mental es un aspecto en el cual también coincidió, sin olvidar cuidar a los cuidadores, quienes resultan afectados por los horrores y la tensión de la situación.
Beatriz Padilla (ISLAC-USF) pide pensar en los flujos mixtos, en quienes están en tránsito con los riesgos y vulnerabilidades que implica y no dejar de pensar en las comunidades ya arraigadas en los países receptores que también deben adaptarse y luchar contra la estigmatización.
Panamá y su papel en la ruta de tránsito

La Dra. Calvo expuso otra interrogante, vinculada con el papel que le ha correspondido a Panamá: “dar la cara ante este incremento de migrantes” con recursos limitados.
La Dra. Ana Rivière Cinnamond (OPS) analiza que hay dos realidades: causas en los países de origen que llevan a su población a salir hacia países receptores que muestran otro tipo de situación favorecedora o atractiva para el migrante.
Considera prioritario generar acuerdos entre los actores hasta poder resolver las causas primarias por las cuales existe la migración.
Sin embargo, reconoce que es difícil frenar el flujo de personas buscando un futuro mejor.
Exhorta a lograr coordinaciones más estrechas, “darnos apoyo como agencias según sus capacidades (agua, saneamiento, salud…) Este tipo de coordinación es esencial no solo a nivel de país sino de frontera, para tener mejor preparación al atender los aspectos que afectan la salud de los migrantes”.
Beatriz Padilla (ISLAC-USF) se pronuncia por trabajar con los migrantes y con las comunidades de acogida para evitar situaciones de violencia o de rechazo.
“Hay que pensar en la misma sociedad de acogida para que se sientan acogidos”.
Esta reflexión busca evitar brechas entre comunidad receptora y migrantes que pueden recibir los servicios que faltan en la población de acogida.
Jean Francois Aguilera (OIM) considera que lo más importante es invertir en fortalecer los sistemas de salud y de vigilancia ya que muchos países se ven saturados por la demanda de servicios.
“En Darién antes no había nada y ahora pasan miles de personas con mucha necesidad. Hay que adaptarse y fortalecer los sistemas para que la respuesta sea sostenible a largo plazo a las amenazas y necesidades”.
La investigación necesaria
Datos sólidos, investigación y tecnología tienen un rol que cumplir para una migración ordenada.
Ante la pregunta de la Dra. Calvo, la Dra. Yoran Grant–Greene (CDC) analiza que si bien algunos países enfrentan una mayor presión por el alto número de migrantes, un sistema independiente de recolección de datos solo es útil si la información puede compartirse de manera rápida, segura y eficiente a través de las fronteras.
“De lo contrario, cada país tendría que repetir el proceso de recolección de datos al recibir nuevos migrantes, perdiendo tiempo valioso”.
Considera interesante explorar soluciones donde actores relevantes, junto con los gobiernos de cada país, desarrollen políticas para compartir datos de manera eficaz, implementando un sistema de seguimiento continuo que actualice automáticamente los datos recopilados de cada migrante de manera individualizada.
Una idea es crear un formulario electrónico móvil para cada paciente.
“De este modo, en cualquier punto de acceso médico se podría utilizar el mismo sistema de lectura. Los pacientes tendrían una tarjeta sanitaria, similar a una tarjeta de identidad, con un chip que protege sus datos. Así, el historial médico se mantendría actualizado, bajo control, y funcionaría como un documento de identidad”.
Piensa que si se logran recoger los datos a través de una tarjeta electrónica, “y contamos con el consentimiento del migrante para compartir esa información, se podrían resolver muchos aspectos de manera más eficiente gracias a la tecnología. Sin embargo, se debe abordar a un nivel más alto. También es crucial entender quiénes son estos migrantes y las razones detrás de su migración”.
La Dra. Ana Rivière Cinnamond (OPS) observa, al respecto, que existen muchas enfermedades que no podemos identificar porque no contamos con los datos necesarios, y los sistemas actuales no los capturan de manera eficiente.
“Además, es crucial reforzar la vigilancia en áreas específicas para comprender el ecosistema epidemiológico por el que transitan los migrantes, especialmente en relación con enfermedades infecciosas que podrían transmitir. Estos son temas que deben abordarse a nivel internacional, colaborando entre países y fortaleciendo los sistemas de salud. También es fundamental identificar qué enfermedades son endémicas o sistémicas, tanto entre los migrantes como en la población local”.
Jean Francois Aguilera (OIM) analiza que es fundamental continuar investigaciones colaborativas con universidades para entender bien la evolución de la situación y entender cómo adaptarnos al futuro.
Dijo que la OIM participa en un sistema de recogida de datos (desde Ecuador a México), en varios puntos de las rutas migratorias, que permite seguir los flujos y conocer las necesidades de los migrantes, quienes “son los menos informados de sus derechos” y parte de la tarea es lograr que los conozcan.
Los datos son públicos, pero con resguardo de la identidad de los migrantes. Permiten acompañar en el sistema de vigilancia epidemiológica y reportar enfermedades.
También en Colombia desarrollaron una herramienta para traducir la información entre el médico y el paciente (cuando el idioma no es el mismo) que ayuda a una mejor asistencia sanitaria.
Feminización de la migración

Un aspecto que se abordó en los dos días del simposio, fue la feminización de la migración.
Beatriz Padilla (ISLAC-USF), sobre este aspecto, dijo que no se trata solo de un aspecto numérico: “Cuando se piensa en políticas migratorias se piensa en el migrante tradicional quien es un hombre, así que tienen sesgo de género” y se consideran menos aspectos como la protección de mujeres, niños y niñas.
Migración y salud: proyecciones

La Dra. Ana Rivière Cinnamond (OPS) observa que si bien hay una tendencia a la reducción en la migración, considera que la tendencia será al alza. Si bien no es una proyección basada en evidencia, es preciso, sostuvo, tener en cuenta que estos flujos están muy vinculados con cambios de políticas y de gobiernos.
Reitera una pregunta crucial: ¿cuáles son los determinantes que llevan a la gente a querer salir y cómo buscar crear condiciones para que no salgan?
Para Jean Francois Aguilera (OIM) es clave fortalecer el trabajo colaborativo entre todos los organismos: “Juntos para enfrentar los desafíos”.
Beatriz Padilla (ISLAC-USF) comparte esta visión: “Trabajo interagencia y en red, tanto en situaciones de frontera y de tránsito como en la sociedad en general y aprender de las buenas prácticas” que puedan permitir al emigrante calificado el reconocimiento de sus títulos o de su experiencia laboral.
La Dra. Yoran Grant–Greene (CDC) se pronuncia por fortalecer el enfoque en los derechos humanos, “especialmente considerando que los migrantes constituyen una población vulnerable, que a su vez incluye a varios grupos en situación de vulnerabilidad. Es fundamental mejorar el acceso no solo a servicios básicos, sino también a educación y oportunidades económicas en sus países de origen. De lo contrario, el flujo migratorio continuará, y será necesario contar con un esfuerzo político constante para monitorear los riesgos y abordar las causas profundas de la migración”.
Por: Violeta Villar Liste | [email protected]