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Inspección en la planta de tratamiento de aguas residuales y en la toma de agua de la planta potabilizadora de Herrera
El ministro de Salud encabezó una reunión técnica con los organismos que gestionan la crisis hídrica en las provincias y anunció acciones técnicas inmediatas

Con información del Minsa

Meduca informó que se suspenden las clases de manera presencial hasta nuevo aviso y una vez tengan la certeza de garantizar el agua en los planteles

Los hospitales Dr. Cecilio Castillero de Chitré, Anita Moreno de Los Santos, Luis H. Moreno de Macaracas y Joaquín Pablo Franco Sayas de Las Tablas cuentan con abastecimiento de agua embotellada para su funcionamiento operativo. A pesar de la crisis causada por contaminación de los ríos Estibaná y La Villa, sus labores no se han visto afectadas.

De igual modo, se realizó la compra de tres contenedores de agua embotellada para abastecer a las comunidades más afectadas, anunció el Ministerio de Salud (Minsa) en comunicado.

En el caso de las actividades académicas, el Ministerio de Educación (Meduca) informa que se suspenden, hasta nuevo aviso, las clases presenciales en los centros educativos oficiales y particulares ubicados en los distritos de Los Santos, Guararé y Las Tablas por los niveles de contaminación y la dificultad de garantizar el agua a la comunidad educativa. Las clases se impartirán de manera virtual.

Acciones de comisión interinstitucional

El Ministerio de  Salud (Minsa), en comunicado de prensa, anunció que el ministro de Salud, Fernando Boyd Galindo, presidió una reunión técnica interinstitucional con los equipos de Salud Pública, Saneamiento Ambiental, Calidad de Agua, Dapos, Zoonosis y DINCAVV, junto a representantes del  Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan), Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) y personal técnico de Veraguas y Coclé, durante la cual se analizaron los factores de riesgo y se definieron acciones concretas frente a la situación.

Cierre de fincas porcinas que incumplen con las normativas sanitarias, acciones técnicas para frenar el uso indiscriminado de agroquímicos y garantizar la calidad del agua que se suministra a la población, son parte de las políticas de los organismos que trabajan de manera colaborativa ante la crisis de suministro de agua por la contaminación de los afluentes naturales.

“Estas medidas son necesarias y forman parte de una intervención integral que irá avanzando por etapas”, manifestó el ministro Boyd.

Boyd Galindo destacó que esta es una situación multifactorial, relacionada no solo con desechos de origen animal, sino también con el uso indiscriminado de agroquímicos y la falta de tratamiento adecuado de aguas.

 “No se trata de un solo problema con una solución inmediata. Tenemos que actuar con planificación, control técnico y responsabilidad compartida”, señaló.

Así mismo, reiteró que no se permitirá introducir agua no tratada en las redes de distribución, y que el Gobierno Nacional, a través del Minsa y otras entidades, está garantizando el abastecimiento de agua potable mediante camiones cisterna, mientras se implementan soluciones sostenibles.

Durante la jornada, se realizó una inspección en la planta de tratamiento de aguas residuales y en la toma de agua de la planta potabilizadora de Herrera, donde se explicó el funcionamiento actual en el contexto de esta emergencia hídrica.

Boyd Galindo destacó que esta planta representa una solución integral y replicable para el tratamiento adecuado de aguas residuales, no solo en la región de Azuero, sino en otras zonas del país, al contribuir de manera significativa al manejo responsable y sostenible del recurso hídrico.

Aunque reconoció que esta no es una solución inmediata al desabastecimiento, el ministro enfatizó que se trata de una apuesta necesaria para el futuro de la salud ambiental en Panamá.

Agua contaminada y salud pública

La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que el agua contaminada y el saneamiento deficiente aceleran «la transmisión de enfermedades como el cólera, otras enfermedades diarreicas, la disentería, la hepatitis A, la fiebre tifoidea y la poliomielitis. Si no hay servicios de agua y saneamiento, o si estos son insuficientes o están gestionados de forma inapropiada, la población se expone a riesgos para su salud que, en realidad, se pueden prevenir».

De manera global, la OMS afirma que «debido a la gestión inadecuada de las aguas residuales urbanas, industriales y agrícolas, cientos de millones de personas beben agua con contaminación biológica o química. Además, el agua para consumo humano, sobre todo si procede del subsuelo, puede contener productos químicos, como arsénico y fluoruros, y cantidades elevadas de otros productos químicos, como plomo, a causa de la lixiviación de tuberías de conducción».

Se calcula, estima la OMS, que cerca de un millón de personas fallecen cada año a causa de enfermedades diarreicas contraídas como resultado de la insalubridad del agua, de un saneamiento insuficiente o de una mala higiene de las manos.

La OMS advierte que la falta de agua potable no debe llevar a descuidar el lavado de manos. Si esta práctica tan necesaria se obvia, también se propagan enfermedades diarreicas y de otra índole.

«Las principales enfermedades que se contraen al consumir alimentos o agua contaminados cursan con diarrea. En 2021, más de 251 millones de personas requirieron tratamiento preventivo para la esquistosomiasis, una enfermedad grave y crónica provocada por helmintos causada por la exposición a agua infestada».

Otra medida indispensable que recomienda la OMS en contextos de falta de agua, es cubrir los depósitos y recipientes domésticos para evitar que se reproduzcan insectos que transmiten enfermedades como el dengue.

Con información del Minsa