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Por: Hisvet Fernández

Hisvet Fernández es psicóloga social, feminista, activista de los DDHH de las Mujeres y los Derechos Sexuales y Reproductivos, directora del Centro de Capacitación para la Vida (Cecavid). Integrante de la Alianza Salud Para Todas. Coordinadora del Observatorio Venezolano de los Derechos Humanos de las Mujeres, núcleo Lara. 
@psicosexualhisvetf 
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@psicohisvetfernandez

Hablar sobre Feminismo pasa por aclarar algunos planteamientos que pueden ayudar a la comprensión de quienes no tienen claro lo que significa ser feminista.

El feminismo es un movimiento social, político e ideológico de las mujeres que lleva siglos enfrentando al patriarcado y por lo tanto a los modos de producción-reproducción que lo han cobijado a lo largo de la historia.

El feminismo promueve la igualdad respetando las diferencias y la no discriminación basada en la diferencia sexual entre las personas y hoy asume el enfoque interseccional como eje transversal, para ver a las mujeres y sus luchas, en toda su diversidad.

Reivindica los Derechos Humanos de las Mujeres.

Es importante resaltar que no existe un feminismo único. Lo podemos representar como un gran paraguas.

Es un movimiento social-político de las mujeres, que representamos la mitad de la población mundial y somos diversas y heterogéneas.

Nos diferencian, épocas, contextos sociales, edades, identidades sexuales, orientaciones sexuales, razas, etnias, culturas, clases sociales, niveles de instrucción, oficios, discapacidades y más.   

Dentro de este movimiento social-político feminista co-existen, de hecho, corrientes político-ideológicas feministas diversas.

Esta el Feminismo Liberal sustentado en una filosofía Idealista y un Feminismo Materialista basado en una filosofía materialista-histórica y dentro de estas dos grandes tendencias, a su vez, hay diferentes expresiones teóricas–prácticas del feminismo.

Incluso muchas feministas no son conscientes de su posición filosófica, pero la práctica política les caracteriza y desnuda.

Otro elemento a destacar en el feminismo es la doble militancia como característica de la práctica política de las feministas.

Como todos los asuntos de las mujeres, en política también tenemos doble jornada.

Podemos militar en grupos o partidos políticos de diferentes ideologías y tendencias pero siempre atendiendo la militancia en el feminismo, como enfrentamiento al patriarcado y sus expresiones teóricas y prácticas, incluso dentro de los mismos grupos y partidos en los que militamos.

Si bien es cierto que las mujeres hemos avanzado en el reconocimiento legislativo de nuestros Derechos Humanos, con diferencias significativas entre un país y otro, las necesidades de la gran mayoría de las mujeres, no se han resuelto y algunas viven realidades muy adversas en sus países y comunidades.

Como Feministas, todas sin excepción, tenemos asuntos pendientes que son medulares para la lucha feminista, ya que si asumimos realmente la interseccionalidad, estos asuntos pendientes nos convocan a la necesaria unidad de lucha de las feministas, mundial y nacionalmente.

La lucha por mejores condiciones materiales de vida dentro de la feminización de la pobreza, es una lucha de las todas mujeres: Servicios, Salarios, Pensiones, Salud integral, Educación, Transporte, Viviendas, Socialización de tareas del Cuidado y otras que representan luchas transversales para las feministas.

De igual modo, la reivindicación de los Derechos Sexuales y Reproductivos con temas como la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) o la despenalización del aborto, que es un tema sensible en el que siguen privando ideas religiosas y morales.

La superación de las desventajas políticas de las mujeres que aún existen.

La educación de la sexualidad integral alternativa, laica y científica y la transversalidad de la perspectiva de géneroen todas las currículas escolares.

La erradicación de las violencias contra las mujeres, superando la ilusión legislativa como tendencia del sistema patriarcal, al exigir infraestructuras y presupuestos para castigar a los culpables y atender y compensar a las víctimas sobrevivientes y la pretensión del borrado de las mujeres, con el avance legislativo y social de la cultura trans-activista neoliberal y posmoderna, con grandes interess económicos detrás, es una tarea que debemos abordar con debates teóricos de gran profundidad pero digeribles para todas las mujeres sin evadir el enfrentamiento con quienes sea necesario.

Hoy se necesita el encuentro real de las mujeres feministas maestras con las más jóvenes, religiosas con las no religiosas, las académicas con las mujeres feministas militantes sociales de organizaciones independientes, partidos, sectores sociales y comunidades en Plataformas Unitarias de Lucha y Debate sobre el Feminismo y sus prácticas. Esta es una gran tarea que está pendiente para poder avanzar, en medio de esta gran confusión.