El proyecto «Diálogos Intergeneracionales de Científicas Sociales Panameñas» celebra el legado de las pioneras en antropología, arqueología, sociología, geografía, educación, historia y urbanismo de Panamá.
Esta iniciativa, a su vez, forma parte del proyecto Pioneras de la Ciencia en Panamá, coordinado por la Dra. Eugenia Rodríguez Blanco, investigadora del Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales (CIEPS).
Como parte del esfuerzo por dar a conocer los resultados de esta investigación que se publicará en un libro, se desarrolló el seminario «Diálogos Intergeneracionales de Científicas Sociales Panameñas», entre el CIEPS y el Museo del Canal, con el apoyo de la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología (Senacyt): Pioneras de la ciencia en Panamá: una historia que continúa (I)
Hoy presentamos parte del legado de Reina Torres de Arauz en Antropología, ponencia de la historiadora Marcela Camargo, durante el seminario.
La vocación nacionalista en el quehacer antropológico de Reina Torres de Arauz 1950-1980
Marcela Camargo es magíster en Historia de Panamá y América, título otorgado por la Universidad de Panamá. Tiene un posgrado en Museografía en el Museo de Antropología de México (1970) y es especialista en el área rural panameña.
Fue el título de su ponencia: La vocación nacionalista en el quehacer antropológico de Reina Torres de Arauz 1950-1980.
Resumen:
“Esta ponencia examina y analiza la contribución de Reina Torres de Arauz al fortalecimiento y enriquecimiento del nacionalismo panameño en el periodo comprendido entre 1950 y 1980 y tiene como objetivo general reconocer los aportes ofrecidos por la doctora de Arauz al nacionalismo, a través de su investigación entre los grupos humanos, como docente y administradora cultural”.
Para abordar este objetivo, Marcela Camargo utilizó la teoría de los campos culturales de Pierre Bourdieu porque examinan la trayectoria de una institución o de una persona a través del tiempo y observa en esa trayectoria los cambios sufridos con el aporte del capital cultural, el capital social y también la distinción que obtiene esta profesional a lo largo de su trayectoria. También utilizó fuentes históricas, orales y escritas. Fue la Dra.Reina Torres su profesora.
Estudios: La Dra. Reina Torres de Arauz estudió secundaria en el Instituto Nacional en la década de los 40. “Además de toda la información que la escuela secundaria ofrece de conocimiento sobre historia panameña, historia internacional y de ciencias sobre el lenguaje”, vivió el rechazo de la sociedad panameña a la firma del convenio Filós-Hines entre el ministro interno de Relaciones Exteriores de Panamá, Francisco Filós, y el embajador de los Estados Unidos, el general Frank T. Hines, que permitía a EE.UU. instalar bases militares en zonas estratégicas del país.
“Los panameños y panameñas se oponían a que se aprobara este tratado porque vulneraba la soberanía”.
La aprobación de una nueva Constitución y de la Ley Orgánica de Educación son otros elementos que crearon en ella una sensibilidad distinta.
Al culminar sus estudios en el Instituto Nacional (1948), viaja a Argentina a estudiar en la Universidad de Buenos Aires en la Facultad de Filosofía y Letras. Vive la etapa del nacionalismo de Perón, observa lo bueno y lo malo y entra en contacto con profesores con quienes aprende de Arqueología y también de Etnografía.
Además de formarse en la Facultad de Filosofía, estuvo durante un largo periodo en el Museo Etnográfico, “punto de reunión de maestros y estudiantes”.
Estos encuentros le permitieron ir a excursiones y participar en investigaciones de Arqueología y de Etnografía. También asistía a las conferencias de sus docentes y de personalidades que llegaban del exterior.
Este espíritu la impregna y determina su visión. Obtiene varios títulos en la Universidad de Buenos Aires:
- Profesora de Historia (1954)
- Técnica en museos (1955)
- Licenciada en Antropología (1955)
- En el año 1963 presenta su tesis doctoral
“Así es que se nutrió tremendamente en esa institución pero es hora de regresar a Panamá y lo hace en 1955. Encuentra un país reclamando mejor educación y mejores condiciones de vida”.
Acababa de ocurrir el asesinato del presidente José Antonio Remón Cantera.
“La universidad había aumentado el número de sus estudiantes y se establece una que otra escuela entre las poblaciones indígenas”.
En este contexto vuelve a Panamá la Dra. Reina Torres de Arauz.
Etapa docente:
Empieza a trabajar en el Instituto Nacional “y su trabajo causó admiración en el curso”.
Era una mujer joven, bonita, quien sabía cómo expresarse y tocaba temas que jamás habían escuchado. “Entonces todo el mundo quería escucharla. Y además utilizaba recursos didácticos como las excursiones”.
“Empleaba recursos como la observación participante, el hacer las preguntas, el respetar y considerar a aquel que nos está dando esta información y además de la parte etnográfica también insiste en conocer la parte arqueológica porque encuentra en la arqueología las raíces y el fundamento de la nacionalidad. Lo dice en una entrevista en 1980 y lleva a sus estudiantes también a sitios arqueológicos y también señala que hay guaquería y que ese patrimonio debe ser protegido y debe ser también cuidado y divulgado”.
Además de trabajar en el Instituto Nacional lo hace en la Universidad de Panamá.
Trabaja con estudiantes de licenciatura “y ve que trabajar con ellos significa divulgar aquello que ella ha aprendido o por lo menos los lineamientos conceptuales”.
Propone estudiar a la población indígena y transmite ese interés a sus estudiantes haciendo que la acompañe cuando hace visitas a las poblaciones indígenas. De igual modo los anima a realizar tesis sobre estos temas.
Experiencia en el Museo antropológico: en 1957 abre una pequeña exhibición con piezas arqueológicas con restos con exhibiciones etnográficas “y sus estudiantes tienen esa oportunidad no solo de escuchar que existe un patrimonio arqueológico o un patrimonio etnográfico sino que lo muestra de manera didáctica”.
Establece también un centro de investigaciones antropológicas y de ese centro de investigaciones hacen parte sus estudiantes distinguidos. Invita a participar a profesionales del exterior también como nacionales.
Con las expediciones que organiza junto a sus estudiantes genera investigaciones que publica en su revista, Hombre y cultura.
En 1968 pasa algo: “Es el proceso revolucionario. Hay un rechazo por parte de un gran sector de la población a ese proceso y los directivos de ese proceso buscan la manera de ver cómo son aceptados entre el pueblo. Esto va de la mano con propuestas internacionales que llaman la atención a las naciones de considerar la cultura y la historia de esos pueblos. Reina tenía el suficiente capital cultural, social y simbólico para ser llamada por los personeros de este proceso revolucionario”.
Su hijo, Hernán Arauz, le explicó a la investigadora que su madre aceptó pero con condiciones. Quería una institución donde se estudiara y promoviera el patrimonio histórico y además contar con recursos suficientes.
Sus exigencias fueron aceptadas. Establece la Dirección Nacional de Patrimonio Histórico como parte del Instituto Nacional de Cultura.
Envía a un grupo de sus estudiantes que forma parte del centro de investigaciones a estudiar a Colombia, México y España, museografía conservación y restauración del patrimonio edificado.
Estas personas, luego de la formación, se hacen cargo de los museos “que son un tremendo recurso didáctico para enseñar la historia y sus propuestas de conocer a esa otra persona que forma parte de la sociedad panameña”.
Cuando la Dra. Reina Torres de Arauz inicia su trabajo, había tres museos en el país. Al finalizar la década del 80 había ocho museos en el país cinco de los cuales ella había impulsado con su equipo de trabajo y el respaldo del Gobierno.
Desde estos museos cumple el objetivo de generar identidad de grupo al divulgar la historia de la sociedad, así como preocuparse por la conservación y la restauración del patrimonio histórico como elementos visibles de esa identidad y de ese nacionalismo panameño.
Este capital cultural se expresará en la labor de los museos, la conservación y la divulgación en los congresos.
“Reina Torres, con toda esa pasión, con todo ese conocimiento y alegría de ser panameña, consiguió demostrar que era necesario divulgar a la sociedad nacional todo lo relativo a los grupos que integran esta nación y que esto ayudaría a fortalecer el nacionalismo de este país, basado en la antigüedad de estos grupos humanos.
También tenía que considerarse la parte geográfica. Panamá, país de paso para muchas migraciones que vinieron para la construcción del Canal y la construcción del ferrocarril, con sus conocimientos y con su cultura, muchos de ellos se quedaron. Entonces, es un país que tiene un origen remoto, que tiene permanencia pero también involucra a otros grupos humanos y otras etnias. Con el apoyo de muchas personas la doctora de Arauz sí fortaleció y enriqueció el nacionalismo» de Panamá.
Para ver y escuchar:
Con información del seminario «Diálogos Intergeneracionales de Científicas Sociales Panameñas»