Panamá fue uno de los primeros países de América Latina afectado por la pandemia de la COVID-19
• Por ser uno de los primeros países en presentar la enfermedad lo convierte en un lugar ideal para delinear los posibles escenarios epidemiológicos que podría estar presente en las primeras etapas de la invasión del SARS-CoV-2 en otros países de esta región
• El estudio describe la crónica epidemiológica de los primeros casos recuperados de la
COVID-19 en Panamá
Cuando José Rojas ingresó a la Caja de Seguro Social (CSS), ninguno de los doctores imaginó que se trataba de SARS-CoV2, un silencioso y nuevo virus cuya transmisión se expandía desde diciembre 2019 por Asia, Europa y
Norteamérica.
Esta es la historia que relata el más reciente estudio publicado en septiembre por la revista científica Frontiers in Public Health, titulado: Crónica epidemiológica del primer paciente recuperado de la enfermedad por coronavirus desde Panamá: evidencia de un brote temprano en una escuela secundaria de la República de Panamá.
En ella, los investigadores Augusto Hernández y Paul Muñoz de la Unidad de Cuidados Intensivos de la CSS de Panamá; Julio Sandoval, del Ministerio de Salud de Panamá (Minsa); Gilberto Eskildsen, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá y becario de Senacyt; en conjunto con los científicos del Indicasat AIP, Rolando Gittens, José Loaiza y Jagannatha Rao, director del centro, comparten la experiencia del paciente José Rojas, del Colegio Monseñor Francisco Beckmann, destaca comunicado de prensa.
De forma colaborativa, reunieron datos clínicos y epidemiológicos de este paciente en las primeras semanas de la pandemia en el país, y aplicaron sus conocimientos científicos en diferentes ámbitos para relatar y analizar este caso de estudio que puede ayudar a comprender la manifestación clínica, tratamiento inicial y la epidemiología vinculada al primer conglomerado de casos en el inicio de la pandemia en Panamá.
Desde los años 60 hasta el 2019, se conocían seis tipos de coronavirus. En enero de 2020 se confirmó el descubrimiento de un séptimo tipo responsable de la actual pandemia global:el SARS-CoV-2.
El caso del paciente Rojas, de 49 años, mostraba síntomas que se han
reportado en otros países pero que no se han divulgado tanto: debilidad general, pérdida del olfato y del gusto.
El paciente fue admitido por neumonía atípica y tratado con esteroides
anti-inflamatorios, actualmente usados en el protocolo recomendado contra el COVID-19, lo que le permitió sobrevivir y convertirse en el primer paciente recuperado por SARS-CoV-2 del país.
Aunque ya se conocía la epidemia global de COVID-19, todavía no había sido designada como pandemia y en el cuarto de urgencia, el personal de salud de la CSS no sabía que se enfrentaban a un nuevo virus en el mundo. Los síntomas se parecían a los del Hantavirus, dengue e incluso una gripe común, lo que confundió al personal de salud a la hora de realizar el primer diagnóstico.
El estudio publicado por los investigadores panameños también resalta la importancia de identificar y educar a la población sobre otras señales y
síntomas menos evidentes del COVID-19, como la pérdida del olfato y del gusto, que pudieran ser clave en el diagnóstico temprano y ayudar a identificar a pacientes asintomáticos.
Probablemente el paciente de la publicación y otros docentes del Colegio Beckmann hayan adquirido la infección en febrero durante un seminario de preparación en la semana antes del inicio de clases.
El paciente recluido en la Unidad de Cuidados Intensivos fue tratado por neumonía atípica a los 4 días de hospitalización y más de 13 días después del inicio de los síntomas. Sobrevivir a una infección con un patógeno nuevo y mortal, es un resultado clínico importante considerando el limitado conocimiento y preparación que tenía el personal médico al inicio
de esta pandemi
El caso del paciente Rojas es un caso significativo de la COVID-19 a nivel de salud pública nacional ya que, a pesar de ser un caso puntual, es parte del brote epidémico que instó al gobierno panameño a cerrar las escuelas. “Esa decisión contribuyó con la prevención del contagio y subsecuentes muertes por la enfermedad COVID-19 en todo el país”, explica el Dr. José Loaiza, también investigador del Instituto Smithsonian en Panamá y del Programa Centroamericano de Maestría en Entomología de Universidad de Panamá.
“Si esto no hubiese ocurrido, y con las más de 1,000 escuelas en todo el territorio nacional en funcionamiento, incluyendo universidades, la historia hubiese sido muy desalentadora”, concluye.
“La información recabada y las lecciones aprendidas solo de este caso es un ejemplo de lo importante que es tener acceso a la gran cantidad de datos que se han estado generando desde que se reportaron los primeros casos en el país y que analizada de manera profunda puede alumbrar el camino a seguir con este virus del que todavía hace falta mucho por conocer”, comenta el Dr. Rolando Gittens, ingeniero investigador del Indicasat AIP, quien también está involucrado en la coordinación de la producción de medios de transporte viral desde el Indicasat AIP.