Durante el taller, Del laboratorio al mercado: Transformando la ciencia en bioemprendimientos exitosos, dictado por Francisco Buchara, fue posible conocer las claves para que la ciencia pase al nivel siguiente. Panamá quiere acompañar este proceso y, desde el país, tener impacto global
Por: Violeta Villar Liste
Considera que debe existir una gran decisión política, talento científico, emprendedores y empresarios, con apoyo financiero, regulatorio y de formación.
En dos décadas, la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) de Panamá ha acompañado el desarrollo de un promedio de 900 investigaciones científicas.
Un gran porcentaje de estas investigaciones tienen el potencial de pasar del laboratorio al mercado y convertirse en empresas de base científica y tecnológica que resuelvan con una visión innovadora, problemas de Panamá, la región y el mundo.
Con la certeza de estas capacidades, la Senacyt impulsa el diseño de un programa de aceleramiento de emprendimientos de base científica y tecnológica, confirmó la Ing. Milagro Mainieri, directora de Innovación Científica y Desarrollo Tecnológico de la Senacyt, en el contexto del taller Del laboratorio al mercado: Transformando la ciencia en bioemprendimientos exitosos.
La actividad tuvo lugar en el Salón Innova de Ciudad del Saber, con la participación del expositor argentino Francisco Buchara, quien lidera SF500, “una iniciativa que ha invertido $300 millones para crear 500 startups biotecnológicas en Argentina”.
La Ing. Mainieri reflexiona que muchos de estos 900 proyectos, con una sólida base de investigación, pueden dar el salto, “pero requieren conseguir fondos de inversión y hacer los escalamientos”.

Expresó que desde la Dirección de Investigación y Desarrollo y de la Dirección de Innovación de la Senacyt, realizan este trabajo de definir acciones conjuntas para identificar este tipo de investigación que pueda pasar a la siguiente etapa.
El taller estuvo dirigido a “jóvenes científicos con potencial emprendedor, investigadores interesados en comercializar sus innovaciones” y también a “pequeñas empresas con potencial de escalamiento en dimensiones de la vida (social, económica, política, ambiental y humana)”.
La ciencia que mira al futuro
Francisco Buchara tiene amplia experiencia en el desarrollo de proyectos en el ámbito público-privado. También fue emprendedor: “Mi primer startup fue de triple impacto: perchas de cartón reciclado para la industria de la moda”, describe en su perfil de Linkedin.
Con SF500 apoya el desarrollo de startups “capaces de impactar en la sociedad”.
Es su objetivo, “aumentar el número de empresas biotecnológicas en el ecosistema latinoamericano mediante la construcción, inversión y aceleración de 500 equipos científicos que estén trabajando para afrontar desafíos globales en alimentación, neutralidad de carbono, salud y materiales”.
Durante su intervención, Buchara aclaró que una startup (empresa emergente) tiene una diferencia filosófica en relación con una micro, pequeña o mediana empresa.
Mientras los emprendimientos Mipyme tienen un crecimiento lineal, la startup “siempre mira al futuro”.
“Tiene que ser algo grande, no solo para Panamá: también para el mundo”, razonó.
También, a diferencia de una empresa que acude al banco y pide un préstamo sobre patrimonio, la startup no cuenta con patrimonio.
“¿Cómo financiar sin patrimonio ni pasado?”, preguntó a la audiencia.
Es el sentido del venture capital o capital de riesgo: “Pasamos de garantizar el pasado a prometer el futuro, es el sentido del venture”, observa.
Durante el encuentro compartió casos de éxito y una clave fundamental que puede hacer la diferencia en el éxito o el fracaso de toda startup: contar con un equipo. “El equipo hace que las cosas sucedan”.
Panamá ante el reto del mercado

Al preguntarle qué debería hacer Panamá para pasar del laboratorio a la empresa, observa que en cierto modo ya hay acciones en marcha.
Considera que debe existir una gran decisión política, talento científico, emprendedores y empresarios, con apoyo financiero, regulatorio y de formación.
Otro componente, es el efecto demostración: casos que demuestren que sí es posible traspasar ciencia y tecnología a un producto.
Un tercer aspecto es lograr que ese emprendimiento local logre visibilidad internacional y levante fondos en exterior, demostración de su reconocimiento, tanto en Panamá como en el exterior.
Reflexiona que así como la investigación y sus resultados motivan al científico, este tipo de empresa puede dejar un legado en la sociedad panameña y el mundo. Genera empleo, desarrollo y da visibilidad global al conocimiento, un estímulo adicional para creer que sí es posible.
Programa de Incubación de Startups
Al concluir el taller, se anunció la apertura del Programa de Incubación de Startups, «una iniciativa que busca formar y desarrollar a la siguiente generación de startups que transformarán el panorama del emprendimiento en Panamá, la región y el mundo».

Informan que «este programa está destinado a emprendedores con ideas de negocios en etapa de idea a producto mínimo viable». En este enlace puedes conocer toda la información: