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Dr. Oscar Aldrey Palacios

La Agencia regulatoria de Medicamentos y Productos Sanitarios de Reino Unido (MHRA) ha enviado una nota de advertencia a los 50 hospitales que están vacunando contra el coronavirus para que no se suministre a personas con un historial “significativo” de reacciones alérgicas a vacunas, medicamentos o alimentos. No es algo nuevo: entre las contraindicaciones que reconocía la misma Agencia desde el principio, figuraba una relación de sustancias que, a modo de “tabla de alérgenos” de un restaurante, podían causar problemas a personas con alergias preexistentes a ellas.

Lo que ha ocurrido es que, entre las miles de vacunas que se pusieron el día 09-12-2020, dos sanitarios del Servicio Nacional de Salud británicos sufrieron reacciones alérgicas tras recibir la vacuna.

No ha trascendido la gravedad de esas reacciones, pero la MHRA ha asegurado que “ya se están recuperando de modo satisfactorio”. Mientras investigan las causas de esas reacciones, y como medida de seguridad, se ha pedido a los ciudadanos con un historial relevante en reacciones de este tipo que esperen (y así se puedan evitar riesgos innecesarios).

Tomado de un artículo de prensa de Javier Jiménez de la cadena SER española

En este sentido, y en vista de la importancia relevante sobre la vacunación del COVID.-19, creí necesario desarrollar este tema y emitir mis recomendaciones y conclusiones.

¿Qué es anafilaxia?

La anafilaxia ocurre cuando el sistema inmunológico reacciona en forma EXAGERADA a un desencadenante, produciendo síntomas sistémicos, que van desde urticaria, sensación de mareos o desmayo, aumento de los latidos cardiacos, dificultad respiratoria y hasta pérdida del conocimiento, que aparece rápidamente ANTES DE LA PRIMERA HORA DEL CONTACTO CON EL ALERGENO, en pacientes sensibilizados.

Alergias a vacunas

La anafilaxia a vacunas es un evento SUMAMENTE RARO.

Según las estadísticas conocidas, puede ocurrir un caso en cada 760.000 vacunaciones, pero desde el punto de vista investigativo, el que aparezca aunque sea un solo caso de reacción adversa, debe  documentarse y estudiarse a profundidad  la  causa de la reacción, deteniendo los trabajos de ensayo en fase 3 (humanos), hasta descifrar la causa que lo produjo.

Generalmente, la reacción es hacia los llamados aditivos o preservantes de las vacunas, por  ejemplo, el PROPILENGLICOL que está  presente en esta vacuna,   y no sobre el agente viral propiamente dicho.

Protocolo diseñado en la vacunación con la vacuna covid-19  (Pfizer/Biontech), aprobada para su aplicación

Dentro de las variables indispensables para el desarrollo de un medicamento nuevo, y su aprobación para el uso en humanos, está el de monitorear la aparición de reacciones alérgicas y definir CRITERIOS DE INCLUSIÓN Y EXCLUSIÓN muy precisos.

Según los resultados ya publicados por el laboratorio responsable, en todo el estudio solo hubo un porcentaje ínfimo de reacciones alérgicas, tanto en el grupo que recibió la vacuna como en el grupo placebo, que no sobrepasó 0, 63 %.  

De ahí, esta variable, desde el punto de vista epidemiológico, NO ES RAZÓN PARA EVITAR SU COLOCACIÓN en la población general.

¿Qué se quiere lograr con la vacunación masiva?

El objetivo fundamental es lograr en la población la llamada INMUNIDAD DE REBAÑO. Se logra cuando se vacuna entre el 70% al 90% de la población susceptible.

En el caso que nos compete frente al COVID, es un número bastante elevado de personas: personal de Salud, pacientes de la tercera edad,  pacientes con enfermedades de base como diabetes, hipertensión, entre otras.

En este sentido, MIENTRAS MAS PERSONAS SE VACUNEN, se logrará este fin, permitiendo que aquellas personas que no puedan recibir la vacuna porque tienen REACCIONES ALÉRGICAS SEVERAS, se beneficien si los demás se la colocan. 

Podemos afirmar, sin ninguna duda, QUE MIENTRAS MAS PERSONAS SE HAGAN INMUNES, menos posibilidades hay de que alguien que no pueda  recibir la vacuna se exponga al  virus.

Si soy alérgico, ¿podré vacunarme?

No todo el mundo podrá vacunarse, entre ellos, quienes están ya catalogados y diagnosticados como ALÉRGICOS SEVEROS, que hayan presentado previamente reacciones anafilácticas, y que por su patología AMERITAN TENER CONSIGO la inyectadora de adrenalina para momentos de emergencia.

¿Quiénes no deberían vacunarse?

Dentro de los CRITERIOS DE EXCLUSIÓN en el protocolo de investigación publicado por Pfizer/BionTech, reza que “cualquier persona con un historial previo de reacción alérgica significativa a una vacuna medicamento o alimento, no debe recibir la vacuna”.

Conclusiones

Si bien es cierto que un grupo de personas, tales como aquellos ALÉRGICOS SEVEROS, INMUNODEPRIMIDOS o los que tengan TERAPIAS INMUNOSUPRESORAS, entre otros, no deberían vacunarse, nos obliga a la población general a TENER QUE VACUNARNOS y así poder lograr la anhelada inmunidad de rebaño. Y proteger al más susceptible.

Por otra parte, el hecho noticioso de haber publicado a nivel mundial apenas dos casos de reacción alérgica a la vacuna (por cierto, evolucionaron en forma satisfactoria), nos debería dar tranquilidad al conocer que el sistema de seguimiento epidemiológico está funcionando a la perfección.

Sugerimos sí, que DICHA VACUNA DEBE COLOCARSE SOLO EN SITIOS DONDE EXISTA GARANTIA DE PODER SOLUCIONAR A TIEMPO CUALQUIER REACCION ADVERSA en caso de ocurrir.


Dr. Oscar Aldrey Palacios

El doctor Oscar Aldrey Palacios es pediatra inmunólogo clínico, profesor asociado (ad honorem) del Instituto de Inmunología Dr. Nicolás Bianco de la Universidad Central de Venezuela (UCV), expresidente de la Sociedad Venezolana de Asma, Alergia e Inmunología (Svaai), epónimo del XXVII Congreso Nacional de la Svaai 2019, presidente actual del grupo Aria Internacional para Venezuela (encargado de dictar pautas para el manejo del asma y la rinitis alérgica) y fellow de la American Academy of Asthma Allergy and Inmunology (Faaaai), miembro de la Academia Europea de Alergia e Inmunología (Eaai) con más de 140 trabajos publicados, tanto de manera nacional como internacional