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Ilustración: Pedro Crenes

Lo bueno de la vuelta al colegio, lo que recuerdo yo —y ningún tiempo pasado fue mejor—, era los libros, especialmente los libros que se llamaban «de lectura»

Pedro Crenes Castro, coordinador del Viernes Cultural: Literatura Panameña | Viernes Cultural Literatura [email protected]

Reseña por: Pedro Crenes Castro


Volver a la escuela tiene que ser volver a la lectura. Mi amigo Carlos Fong publicaba en sus redes una foto de un montón de libros en los que trabaja para seguir dándole forma cada vez más eficiente a lo que llamamos Fomento de la Lectura

Revistas: La Sociocultural

Cada curso escolar es un desafío. Volver a la escuela se convierte muchas veces en un deporte de riesgo, pero nunca cambia la ilusión de los estudiantes por empezar de nuevo. Desde la perspectiva del niño siempre es una asombro. Recuerdo ir a El Machetazo de la avenida Perú, y sentir el olor a útiles escolares, a borradores, forros para los libros, lápices; era un olor particular que para mí siempre es el de la ilusión.

Desde la perspectiva de los padres, siempre es un desafío económico y huele diferente: tenemos que seguir luchando para que la educación no se convierta en un privilegio. Es un derecho, una de las necesidades más básicas del ser humano.

Lo bueno de la vuelta al colegio, lo que recuerdo yo —y ningún tiempo pasado fue mejor—, era los libros, especialmente los libros que se llamaban «de lectura». La colección se llamaba El Sembrador, venía de España, tenía su sede en la calle Paseo de La Habana, 174. Lo que me gustaba de aquellas lecturas era la variedad. No era un lector empedernido, pero las ilustraciones y los temas eran muy interesantes. Compré hace mucho tiempo unos ejemplares, viejos, en los que todavía se pueden leer los nombres de sus antiguos dueños.

Tengo el libro cuarto y el libro quinto de lectura. No solo había poesía y cuentos, había también ciencia, historia, recuerdo la de los inventos, especialmente la que ahora sé que es la número 53, que se llama De cómo un enemigo de la guerra inventó la dinamita: es la historia de Alfred Nobel, y cómo las circunstancias de su vida, triste por la pérdida de su hermano, le llevaron a instituir lo que ahora son los Premios Nobel. Y siempre me llamó la atención aquello. Otra de esas lecturas que recuerdo perfectamente es Ratones con alas, que hablaba de los murciélagos: ciertos miedos se colgaron de esa lectura hasta ahora. Pero esos son otros quinientos pesos.

Siempre destaco una lectura que después supe que era una historia de la Grecia clásica: ¿Eres sincero?, que mi mamá hizo que leyera una tarde que no me porté bien, y ella pensó que me sería más útil que una regañada, que no faltó por si acaso la lectura no ablandaba mi necedad. Fue leyendo Sobre la amistad, de Pedro Laín Entralgo, donde vi reproducida la historia de amistad entre Damón y Pitias: de una lectura de infancia a otra de juventud adulta para conectar los dos cabos de mi vida.

Volver a la escuela tiene que ser volver a la lectura. Mi amigo Carlos Fong publicaba en sus redes una foto de un montón de libros en los que trabaja para seguir dándole forma cada vez más eficiente a lo que llamamos Fomento de la Lectura, fundamental en todos los órdenes de nuestro sistema educativo, desde la primaria hasta la universidad, incluyendo a los profesores, que llevan como asignatura pendiente leer y leer mejor. Carlos afirma a pie de foto: «En estos días estamos enfocados en un solo tema». El que lee se da cuenta, esa es la consigna de Carlos, y debe ser la nuestra, la de todos.

En tiempos como estos, de mentiras y malas ficciones, me gustaría recordarles la última sección del Libro Quinto de Lectura, llamada «Amenidades». Está la letra y la música en pentagramas verdes de una marcha que se llama América inmortal, que cantábamos en clase de Música, y que siempre me ha acompañado. Dice en una de las estrofas «unidos por la verdad», que resultó ser el lema del Instituto Panamericano. Ojalá que en esta coyuntura en la que estamos, donde tanta falta hace el relato correcto de los hechos, podamos abrazar la lectura y la historia detrás de este lema, para que «unidos por la verdad» podamos decirle al mundo quiénes somos, dónde estamos, y dónde queremos estar siempre.

Que esta vuelta a clases sea exitosa para los estudiantes, y que la lectura les sea propicia.


Pedro Crenes Castro, coordinador del Viernes Cultural Literatura Panameña | Viernes Cultural | [email protected]

Pedro Crenes Castro (Panamá, 1972), es escritor. Columnista y colaborador en varios medios panameños y españoles. Ha ganado dos veces el premio Nacional de Literatura Ricardo Miró de Panamá y dicta talleres literarios. Vive en España desde el año 1990.