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Ilustración: Pedro Crenes

La única manera de dejar atrás la necedad es leyendo, y a veces ni así, pero hay que intentarlo. En unas jornadas marcadas por las bravuconadas de unos y la reacciones tibias de otros, nada como volver a la lectura para saber qué terreno estamos pisando

Pedro Crenes Castro, coordinador del Viernes Cultural: Literatura Panameña [email protected]

Ante la necedad, libros

Por: Pedro Crenes Castro


Quizás el problema más grande que tenemos como cultura es la ausencia de entusiasmo por los libros. Ha habido una retirada del interés por nuestra literatura e historia que amenaza con hacernos desaparecer como entidad nacional, acercándonos peligrosamente a la vieja máxima de la repetición histórica de nuestros errores

La única manera de dejar atrás la necedad es leyendo, y a veces ni así, pero hay que intentarlo. En unas jornadas marcadas por las bravuconadas de unos y la reacciones tibias de otros, nada como volver a la lectura para saber qué terreno estamos pisando. Porque nada acaba de ser y nada vamos a rescatar: lo que nos toca como ciudadanos es informarnos, recordar, y no permitirnos ningún tipo de desmemoria. Por eso queremos recomendarles tres libros sobre Panamá, su Canal y su historia.

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El primero es una novela, una de las mejores de nuestra literatura: Pueblos perdidos, del penonomeño Gil Blas Tejeira, una obra que ensaya la vida de Pedro Prestán, que la interpreta y la relata, y la contrapone a la historia de los pueblos anegados por el lago Gatún: personas que como Prestán desaparecen, pero no se quedan sin voz. Esta novela es quizás la que mejor narra la vida antes del Canal, durante su construcción. Y recomiendo su lectura seguida de la serie de novelas de Joaquín Beleño.

Otro libro, esta vez un ensayo, es el del ingeniero ruso V. E. Timónov, La vía acuática mundial a través del Istmo de Panamá, publicado originalmente en 1913. Titulado en nuestro país Un ruso en el Canal de Panamá, lo tradujo Irina Nemtchénok de Ardila, corregido por José Antonio Ardila. La primera edición se publicó en el año 2000, y se trata de las impresiones técnicas y estratégicas de un enviado del Zar Nicolás II de Rusia para observar las obras del Canal y mandar un informe. El resultado, un testimonio fascinante de la época, que ya planteaba el malestar ruso por la posible hegemonía de Estados Unidos en el Pacífico. Es una delicia que se puede antojar rocosa, pero es una de esas piezas necesarias para la interpretación del momento que vivimos al construirse el Canal. Y, como comprobarán, no hay nada nuevo bajo el sol.

El tercero, es el testimonio de uno de nuestros escritores más queridos: Ricardo Arturo Ríos Torres, defensor y protagonista de la memoria de los hechos ciudadanos que ayudaron a la consecución de un tratado que hiciera justicia sobre nuestro territorio. Se trata de La épica de la soberanía, que cuenta con un interesante e inspirador recorrido por la historia de la construcción del Canal y de nuestra identidad: Soy el Chagres, matriz del devenir histórico panameño, un relato hecho por el río, una de esas cabriolas brillantes que tenía Arturo en la chistera de su literatura. Un libro muy recomendable para los que quieran ver nuestra historia reciente desde la perspectiva de uno de sus protagonistas.

Quizás el problema más grande que tenemos como cultura es la ausencia de entusiasmo por los libros. Ha habido una retirada del interés por nuestra literatura e historia que amenaza con hacernos desaparecer como entidad nacional, acercándonos peligrosamente a la vieja máxima de la repetición histórica de nuestros errores, pero, en nuestro caso, lo haremos desde el más absoluto olvido, porque ni siquiera sabemos ya qué fue lo que pasó.

Espero que se animen a buscar estos tres títulos y eso los lleve a muchos más. La felicidad no se impone, decía Borges, y la lectura es un tipo de felicidad. Tiene razón el maestro, pero creo que esa felicidad es contagiable, y hace falta que nos caiga una pandemia de buenas lecturas: es la enfermedad incurable de la que uno no se muere nunca, y que te multiplica el criterio y las vidas posibles.


Pedro Crenes Castro, coordinador del Viernes Cultural Literatura Panameña | [email protected]

Pedro Crenes Castro (Panamá, 1972), es escritor. Columnista y colaborador en varios medios panameños y españoles. Ha ganado dos veces el premio Nacional de Literatura Ricardo Miró de Panamá y dicta talleres literarios. Vive en España desde el año 1990.