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Curar es la gran misión del médico, pero prevenir es otra gran tarea que hace posible reducir la mortalidad y la incidencia de enfermedades prevenibles.

La edad, explica el doctor Jesús Caamaño Varela, nos irá marcando las visitas de salud o preventivas para no enfermar y, por esta razón acudiremos también al médico, quien es un aliado de la vida y de la salud.

El experto, al respecto, aclara las dudas de quienes, en general, siempre somos pacientes.

-Si estoy sano, ¿igual debo acudir al médico con algún tipo de frecuencia?

-Debemos tener claro que los objetivos fundamentales del médico son dos: El preventivo y el curativo y estas son las dos primeras razones por las cuales tenemos que acudir al médico.

El doctor nos informará y orientará con respecto a todo aquello que debemos hacer y lo que no; nos examinará y estudiará nuestro estado general; vigilará nuestros hábitos, condiciones de la vivienda, riesgos laborales y contaminación atmosférica.

Con el nacimiento, ya hacemos la primera visita al médico. En ese momento nos hace la primera exploración para la detección precoz de anomalías y nos planifica las siguientes visitas con el objeto de observar el desarrollo físico.

Nos orienta en la alimentación y planifica el calendario de vacunas obligatorio que nos indica el propio sistema de salud.

Según vamos cumpliendo años, el propio médico nos indicará cuáles vacunas nos pondremos en la edad adulta.

Como podemos apreciar, la edad nos irá marcando las visitas de salud o preventivas para no enfermar.

También acudiremos al médico para participar en campañas preventivas organizadas por el sistema de salud y con distintos alcances: Detección precoz de enfermedades (cáncer de mama, cáncer de colon, cáncer de próstata…) así como las programadas por el propio médico para descartar hipertensión arterial, diabetes, obesidad, modificar hábitos nocivos u otras situaciones no saludables.

-¿Cuáles son las recomendaciones en el caso del adulto?

 -Como recomendación general en la edad adulta, se debería acudir al médico para un examen de salud sistemático, cada 1 a 3 años, antes de los 50 años y, anualmente, después de esa edad. Si embargo puede recomendar otra frecuencia por otros motivos de control como procesos crónicos asociados a hipertensión, diabetes, dislipemias (colesterol) u obesidad. El doctor solicitará todas las pruebas complementarias que crea conveniente para su estudio, valoración, diagnóstico y evolución.

También tendremos que visitar al doctor para evaluar nuestras capacidades de salud físicas y psíquicas, en varios casos: Para optar a un trabajo determinado, prácticas deportivas , conducir automóvil o manejo de máquinas. En este caso, se trata de certificar nuestras capacidades.

Como comenté, la edad, en buen estado de salud, es la que va a marcar las revisiones en nuestras cuatro etapas de la vida: Niñez, adolescencia, adulto y vejez.

-¿Cuáles señales deben alertar a una persona sobre la necesidad de acudir al médico aun cuando en general se sienta bien?

  -Aun sintiéndonos bien, en múltiples ocasiones aparecen señales de alarma que nos indican que algo no va bien. Síntomas o signos que aparecen o se manifiestan de forma repentina, lenta o insidiosa: Dolor, fiebre, vómitos, fatiga, sangrado o mareo.

De igual modo, alteraciones de la piel: Rojeces, coloración anormal, ictericia o coloración amarillenta.

Por otra parte, alteraciones en el comportamiento como ansiedad, nerviosismo, agitación e insomnio.

   Con frecuencia la enfermedad da señales en su inicio, pero también otras muchas aparecen y se desarrollan de forma silenciosa, de ahí la importancia del diagnóstico precoz promovido por su médico y la participación en las campañas de salud indicadas por las autoridades sanitarias.

-¿Qué tipo de exámenes son obligatorios, de manera anual o semestral, para garantizar un tratamiento a tiempo de ciertas patologías?

-No hay exámenes obligatorios; hay exámenes recomendables que serán solicitados por su médico según las necesidades del paciente. Las pruebas complementarias son las armas que utiliza e interpreta para medir su estado de salud, diagnosticar y hacer un seguimiento de los procesos (enfermedad).

-¿Cuáles pautas debe seguir una persona de manera habitual para mantener una buena salud?

-Es importante cumplir con las medidas higiénico-sanitarias indicadas por las autoridades de salud pública como atender el calendario de vacunas y participar en campañas de salud.

También es importante mantener la vivienda en condiciones adecuadas, el tratamiento adecuado de las aguas (potable y fecales), medidas higiénico-laborales y seguir las indicaciones de su médico.

Como pautas personales, modificar o suspender hábitos nocivos.

La abstención total de tabaco es fundamental. Todos conocemos los efectos devastadores que tiene sobre la salud, aun así, sería conveniente recordar algunas: Cáncer de pulmón, infartos, alteraciones de la circulación (arteriopatías) insuficiencia respiratoria, Epoc (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), cáncer del sistema urinario y trombosis cerebral, entre otras.

Insisto y háganme caso: Abstención total del tabaco, y, si está fumando, pídanle ayuda a su médico y se la dará.

     Moderar el consumo de alcohol es otra recomendación. A lo sumo una copa de vino con la comida y, si es posible, abstenerse de bebidas destiladas , solo esporádicamente, tipo aguardientes, ron, whisky o ginebras.

     Alimentación equilibrada, según edad, peso y actividad física. Lo ideal sería tener un equilibrio entre la ingesta calórica y el consumo (ejercicio físico). El consumo medio en la edad adulta estaría alrededor de las 2,000 calorías.

Tener presente que un gramo de hidratos de carbono (cereales, azúcares) equivalen a 4 calorías y si es de grasa, a 9 calorías .

El peso se puede controlar de manera fácil sin acudir al médico. Mantener el peso ideal es evitar en el futuro cardiopatías, hipertensión, colesterol y diabetes .

Otra pauta importante para mantener una buena salud, es evitar el sedentarismo que equivale a pasar horas y horas delante del televisor, computadora o máquina de juegos, sin apenas actividad física.

Esto es aplicable para todas las edades. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda como actividad básica, dar 10,000 pasos al día.

-¿Cuáles alimentos no deben faltar y rutinas de ejercicios?

Ningún nutriente debería faltar para una alimentación equilibrada y proporcional. Para conseguir esto, y como guía fundamental, tendríamos que fijarnos en la pirámide alimentaria o triángulo que nos indica la proporción y la frecuencia de los distintos alimentos de la ingesta diaria para una correcta alimentación.

De más a menos, comenzando por la base, en forma de segmentos o pisos, vemos los tipos, la cantidad y la frecuencia:

  1. AGUA
  2. Verduras y hortalizas frescas, frutas frescas, legumbres (frijoles) frutos secos (nueces almendras) pastas, arroz, pan y aceite de oliva.
  3. Huevos, pescados, leche, yogur, queso fresco, carnes blancas (pollo, conejo).
  4. Carnes rojas, carne procesada (embutidos) mantequilla, margarinas y quesos muy curados .

 Siguiendo las indicaciones de esta pirámide o triángulo, conseguimos una equilibrada y correcta alimentación sin faltar ningún nutriente y, por supuesto, vitaminas, que en muchas ocasiones recurrimos a su ingesta suplementaria sin hacer falta. No tiene sentido: Con una alimentación correcta tenemos el aporte necesario, el propio organismo se encarga de acumularlas o eliminarlas según sus necesidades; no curan enfermedades (solo por déficit), ni son energéticas. Solo equilibran distintas funciones orgánicas.

Se tomarán suplementos cuando hay un déficit por mala alimentación, mala absorción intestinal, alteración metabólica u orgánica.

Y, para completar una buena alimentación, evitar alimentos ultraprocesados o precocinados, o a los que se les añade conservantes, mucha sal y grasas de baja calidad.

Moderar el consumo de comida rápida, hamburguesas, pizzas, bebidas azucaradas, batidos, bebidas energéticas, pasteles, galletas y chocolates con alto contenido de azucares.

Como en otras cuestiones, la edad marcará nuestro comportamiento en relación con la actividad física. Sabemos que el sedentarismo nos puede traer problemas de salud y, como comenté, en calidad de medida general, las distintas sociedades de cardiología y otras, recomiendan los 10,000 pasos diarios, es decir, moverse.

Sin practicar deporte, hay que moverse caminar de forma continuada y sin detenerse, al menos media hora.

Lo ideal sería de 30 a 45 minutos al día o una hora diaria durante 5 días de la semana.

El doctor Jesús Caamaño Varela es licenciado en Medicina por la Universidad de Santiago de Compostela (USC), Galicia, España. Médico de familia, con diplomado en Salud Pública y Epidemiología.