El proyecto académico, que estará alojado en la plataforma de la CSS, incluirá casos clínicos dirigidos y abarcará temas sobre hipertensión, diabetes, dislipidemia, anemia, hiperglicemia y obesidad
Por: Cecilia Fonseca
Cecilia Fonseca es periodista con 30 años de ejercicio. Tiene Maestría en Dirección de Comunicación Corporativa y Marketing Digital. Programa de Desarrollo Directivo de Aden Business School, Diplomado en Gerencia Social y Políticas de Discapacidad” (OEA)
La Caja de Seguro Social (CSS) lanzará un ambicioso Plan Nacional de Prevención dirigido a médicos de atención primaria, enfocado en las principales causas de la enfermedad renal crónica: hipertensión, diabetes y enfermedad renal.
La coordinadora nacional de diálisis de la CSS, la nefróloga Karen Courville, anunció el proyecto y ofreció detalles:
“Se hizo un estudio piloto en la policlínica de Chitré con 100 pacientes y médicos de atención primaria. Evaluamos las debilidades del sistema e hicimos una propuesta académica”, detalló Courville, quien agregó que solo falta presentar el proyecto a la junta directiva de la CSS, que está muy interesada en desarrollarlo porque los costos anuales por el tratamiento de diálisis para 2,700 pacientes suman $80 millones.
La especialista manifestó que el proyecto ya fue a la Dirección Nacional de Procesos y a la Dirección de Calidad, y retornó aprobado a la Dirección Ejecutiva Nacional de Servicios y Prestaciones de Salud (DENSYPS). Ha sido un esfuerzo de la Coordinación Nacional de Diálisis de la CSS con un equipo de trabajo, la Dirección nacional de Planificación y la DENSYPS, indicó.
La propuesta académica estará abierta a todo el personal de salud y esperan poder empezar a más tardar en el próximo mes de septiembre.
“El proyecto estará en una plataforma de la CSS para que puedan acceder semanalmente a clases, con casos clínicos dirigidos. Abordará hipertensión, diabetes, dislipidemia, anemia, hiperglicemia y obesidad (educación médica continua)”, adelantó Courville, quien en 2018 ganó una convocatoria de la Senacyt para una investigación sobre enfermedad renal crónica no tradicional y cuyo trabajo –junto a su equipo— le permitió, entre otros resultados, determinar una prevalencia del 14% de este padecimiento en personas jóvenes que no son diabéticas o hipertensas y poner en marcha durante la pandemia de COVID-19 el segundo Centro Nacional de Biopsias, gracias al cual reportó la primera biopsia de un paciente con nefropatía mesoamericana en Panamá.
El objetivo del programa a desarrollar, afirmó Courville, es que sea útil y académico, para que sea práctico y los médicos puedan usarlo en su atención diaria. A futuro, la meta es que el programa también esté disponible en el Ministerio de Salud “porque no hay que duplicar esfuerzos”. También se aspira a desarrollar un formato no digital para aquel personal que no tiene acceso a plataformas virtuales.
Las declaraciones de la directora nacional de Diálisis de la CSS a La Web de la Salud se dieron en el marco del XIV Congreso Nacional de Nefrología, durante el cual la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión (SLANH) abogó por la necesidad de establecer políticas públicas para la detección temprana y tratamientos costo efectivos para toda la población que padece la enfermedad renal crónica.
Durante su exposición, el guatemalteco Vicente Sánchez Polo, presidente electo de la SLANH y jefe del Servicio de Nefrología y trasplante renal del Hospital General de Enfermedades, Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, expresó que los sistemas públicos de Latinoamérica deben desarrollar políticas de prevención para la población sana y en riesgo y que debe haber acceso equitativo y oportuno a los cuidados de salud para los pacientes. Y eso se hace, apuntó, a través de un Programa de Salud Renal: Prevención y detección temprana, el desafío de Latinoamérica para frenar la progresión de la enfermedad renal crónica
Consultada sobre el tema, la presidenta de la Sociedad Panameña de Nefrología e Hipertensión, Rocío Arroyo, dijo que la tarea de la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión (SLANH) es incentivar este tipo de ideas en todos los países, porque todos, en mayor o menor medida, afrontan la situación de los costos, de lo que implica el no haber prevenido y que el paciente avance en la enfermedad. “La pandemia nos retrasó un poco porque había iniciativas bien avanzadas, pero creo que este es el siguiente paso”, afirmó.
Courville asegura que este es el programa del cual habla la SLANH: “Para implementar un programa nacional debes hacerlo dentro de la CSS, porque Panamá tiene 85% de población asegurada. Es diferente a Centroamérica, que tiene más personas no aseguradas”.
Añadió que la Dirección de Planificación ha visto el aumento en los costos de las terapias dialíticas y la situación de los pacientes, así que se han involucrado en el proyecto de manera decidida que será puesto en marcha una vez la CSS lo adapte a su plataforma.
El dato: El equipo que trabajó en el Plan Nacional de Prevención está dando forma a otro proyecto para conocer la prevalencia nacional de la enfermedad renal crónica en Panamá, por medio de una herramienta digital.
Por prevalencia mundial, Panamá tendría 0.1% de la población adulta con enfermedad renal, es decir, 4,000 personas en estadio 5, el más avanzado, pero como la CSS solo tiene registrados a quienes acuden a terapia de diálisis, en este caso (estadio 5) 3,500, faltaría la estadística de 1,500 pacientes.
- En estadio 4 la prevalencia es 0.2-0.3%: alrededor de 8,000 pacientes.
- En estadio 3 unas 200,000 personas.
Son cifras que llaman a la acción, a la educación y a la prevención porque sí es posible mejorar la calidad de vida del paciente renal y evitar el deterioro de su salud.
Por: Cecilia Fonseca