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“Los sobrevivientes de la covid-19 experimentaron síntomas a largo plazo, nueva discapacidad, aumento de la dificultad para respirar y reducción de la calidad de vida. Estos hallazgos estuvieron presentes en adultos jóvenes en edad de trabajar previamente sanos, y fueron más comunes en mujeres más jóvenes”.

Los resultados están contenidos en el estudio Covid largo en adultos dados de alta de hospitales del Reino Unido después de COVID-19: un estudio de cohorte multicéntrico prospectivo que utiliza el Protocolo de Caracterización Clínica de la OMS del  Consorcio Internacional de Infecciones Emergentes y Respiratorias Agudas Graves (Isaric, por sus siglas en inglés), publicado en The Lancet.

Como investigadores principales, Louise Sigfrid, investigadora clínica, especialista en salud pública de la Universidad de Oxford, Reino Unido; Thomas Drake, de la Universidad de Edimburgo, Reino Unido; Ellen Pauley, estudiante de Medicina de la Universidad de Edimburgo; Edwin Jesudason, consultor en Medicina de Rehabilitación en NHS Lothian, Edimburgo; Piero Olliaro, profesor de la Universidad de Oxford y Wei Shen Lim, profesor de la Universidad de Nottingham, de Reino Unido

El estudio que “buscó establecer los efectos a largo plazo de covid-19 luego de la hospitalización”, describe que antes de este estudio, si bien se había informado de síntomas a largo plazo luego de la hospitalización por covid-19, no había claridad sobre el impacto en la calidad de vida.

Tampoco se sabía cuáles “grupos de pacientes tienen más probabilidades de tener síntomas persistentes a largo plazo después de la hospitalización por covid-19 o si esto difiere según la gravedad de la enfermedad”.

Metodología y hallazgos

Los investigadores describen que fueron reclutados 327 participantes hospitalizados con infección por SARS-CoV-2 “en un estudio de cohorte multicéntrico prospectivo al menos tres meses después del alta”.

Hay resultados estadísticos de interés que derivan del análisis de la investigación, publicada el 5 de agosto de 2021:

-El 55% de los participantes informaron que no se sentían completamente recuperados. 

-El 93% informó de síntomas persistentes, siendo la fatiga la más común (83%), seguida de disnea (54%). 

-El 24% de los participantes informó una discapacidad nueva o peor. 

-Las mujeres menores de 50 años tenían cinco veces menos probabilidades de informar que se sentían recuperadas; tenían más probabilidades de tener una mayor discapacidad; dos veces con probabilidad de informar peor fatiga y siete veces más probabilidad de tener más dificultad que los hombres de la misma edad.

Como valores agregados del estudio, los investigadores describen los siguientes aspectos:

Más de la mitad de los pacientes informaron que no se recuperaron por completo varios meses después de la aparición de los síntomas de covid-19.

-Se informó una discapacidad nueva o peor en una cuarta parte de los participantes.

-La calidad de vida se redujo un 10%

-Las mujeres menores de 50 años y aquellas con enfermedades agudas más graves en el hospital tuvieron los peores resultados a largo plazo.

Recomendaciones

Los autores recomiendan a quienes formulan políticas, asegurarse de dar apoyo a largo plazo a quienes sufren covid prolongado “y deben planificar una morbilidad poblacional duradera a largo plazo”. 

“El gran número de personas afectadas por covid-19 y la creciente evidencia de secuelas a largo plazo, destaca la importancia de que los responsables políticos, la sociedad y los sistemas de salud comprendan las dificultades que enfrentan quienes padecen covid prolongado”, subrayan.

A partir de nuestros hallazgos, observan, está claro que se requiere más investigación sobre por qué las mujeres tienen peores resultados a largo plazo, particularmente porque los sectores en los cuales, de manera probable, las mujeres tienen una mayor exposición al SARS-CoV-2, están comenzando a reabrirse (por ejemplo, educación, hospitalidad y atención médica).

En el estudio, “ser joven, mujer y tener una enfermedad aguda de alta gravedad fueron los predictores independientes más fuertes de malos resultados a largo plazo”, precisan. 

De igual modo exhortan con urgencia a la financiación para la investigación y así “comprender los mecanismos subyacentes e identificar posibles intervenciones para las pruebas en ensayos aleatorizados”.

Ver el estudio completo:

https://www.thelancet.com/journals/lanepe/article/PIIS2666-7762(21)00163-0/fulltext#%20