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Por: Nelson Rivera, director del Papel Literario del diario El Nacional

Ensayo a propósito de Jorge Edwards (1931-2023) y su novela Persona non grata abre la edición del Papel Literario. La obra narra el vertiginoso trimestre en el que el autor chileno se desempeñó como representante diplomático de su país en Cuba, hasta que fue expulsado por el castrismo. De su trayectoria como novelista, cuentista, ensayista y articulista, quizá baste decir que en 1999 recibió el Premio Cervantes, el mismo que le fue entregado a Rafael Cadenas hace pocos días. Edwards falleció el 17 de marzo y dejó una obra sorpresiva, exquisita e impecable, novelas y cuentos labrados con inteligencia y preciosismo. El ensayo de Luis Pérez OramasUn trimestre en La Habana, aborda los mundos del autor

Amigos lectores:

En 1973 -hace 50 años- Jorge Edwards (1931-2023) publicó Persona non grata, “novela sin ficción”, probablemente uno de los documentos literarios más importantes escritos en nuestra lengua en el siglo XX. Narra el vertiginoso trimestre en el que el autor chileno se desempeñó como representante diplomático de su país en Cuba, hasta que fue expulsado por el castrismo. De su trayectoria como novelista, cuentista, ensayista y articulista, quizá baste decir que en 1999 recibió el Premio Cervantes, el mismo que le fue entregado a Rafael Cadenas hace pocos días. Edwards falleció el 17 de marzo y dejó una obra sorpresiva, exquisita e impecable, novelas y cuentos labrados con inteligencia y preciosismo.

El ensayo de Luis Pérez OramasUn trimestre en La Habana, entrelaza con brillo dos instancias habaneras: de una parte, el caso de Persona non grata, y de otra, su reciente viaje a La Habana, en particular, el revelador relato que hace de su visita a la casa donde vivió el poeta José Lezama Lima: “La casa de Lezama es un abandono visitable, que yo encontré impuntualmente cerrado, a pesar de una gran ventana que dejaba ver un vestíbulo deprimente en el que yacía el cadáver de un escritorio de burócrata, una silla y un ventilador encendido, soplando sus aires contra un teléfono mudo. Después de mucho dar voces y tocar todos los timbres, escuché el sonido de unas humildes chancletas que venían del fondo del tiempo a paso lentísimo conduciendo a una señora humilde y desnutrida que amablemente me explicó la imposibilidad de visitar la casa del poeta, pues es norma que estén de guardia al menos dos funcionarios presentes, y ella estaba sola”. Y así. Viene en la página 1 y parte de la página 2.

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Claudia Cavallin entrevistó a Martín Caparrós, periodista, narrador y ensayista argentino residenciado en España, autor de una extensa obra, reconocida en el 2022 con el Premio Ortega y Gasset a la trayectoria profesional. Dice Caparrós: “Yo discuto mucho a qué se llama “izquierda” en América Latina. Una serie de movimientos de origen militar o sindical se apoderaron de esa denominación, pero no produjeron con sus políticas lo único que define a las izquierdas: un cambio importante en la distribución de las riquezas y, por lo tanto, en las vidas de millones de personas. Si hay algo que me sorprendió cuando escribí mi libro Ñamérica ‎(Random House, 2021) fue comprobar que, en los últimos 20 años, los países con gobiernos que se decían de izquierda no habían mejorado más la situación de los más pobres que los países con gobiernos de derecha. Eso solo, creo, invalida la pretensión de esos movimientos de definirse como izquierda. Pero les conviene, por razones propagandísticas, y la derecha también le conviene, para crear un “cuco” con que asustar a los incautos, así que todos mantienen la mentira”.

En la página 3, parte superior, Faitha Nahmens Larrazábal presenta Caza mayor, volumen que reúne tres extensas crónicas de Ben Amí Fihman, quien, con prosa de lujos, ironías y alguna nostalgia, vuelve a las entrevistas realizadas “en la segunda mitad del siglo XX”, a Jorge Luis BorgesIsaac Bashevis Singer y Emil Cioran.

A continuación, parte inferior de la página 3  y página 4, en secuencia, Joaquín Marta Sosa presenta la novela La nueva vida de Valdi Bonetti (“Al concluir su lectura, creo más en el dicho árabe (“somos más hijos de nuestro tiempo que de nuestros padres”), pues la vida, vieja o nueva de Valdi Bonetti, en lo que tiene de desmesura, de cuasi caótica o errática, nos conduce muchas veces a añorar como él (“lo que quiero ser es lo que fui”), pues a donde nos arrastra el vivir (el porvenir, el futuro) es a un lugar (a pesar de que para ese entonces no nos hayamos mudado de sitio) que ya no es el mismo de hoy ni de mañana ni del pasado”); y yo entrevisto a su autora, la narradora y poeta Mori Ponsowy: “Escribir una novela es un proceso largo y solitario, como el del nadador de fondo. Solo la terquedad y la disciplina te hacen seguir. Tardé doce años en escribir La nueva vida de Valdi Bonetti. En el camino quedaron unas cuantas versiones viejas que no servían para nada. A veces uno cree que un capítulo quedó maravilloso, pero cuando lo lees unos meses después, te das cuenta de que no sirve para nada. En situaciones como esa, uno puede tirar la toalla pero también puede pensar que está subiendo una montaña y que la cima siempre queda más allá de lo que parece. Entonces sigues dando pasitos o brazadas, una después de otra, porque en el fondo no sabes hacer ninguna otra cosa”.

Lo que sigue a continuación, páginas 5 a la 9, es un dossier dedicado a ocho narradoras venezolanas, propuesta que me hizo Carolina Lozada y que se materializó bajo su entera coordinación. Además del artículo que las presenta, de Alirio Fernández, se ofrecen narraciones breves de la propia Lozada y de Dayana FraileKeila Vall De La VilleKrina BerLiliana LaraNoraedén MoraRaquel Abend Van Dalen y Sol Linares. Aunque se trata de una mínima muestra, que no permite obtener de ella sino algunas ideas preliminares, lo que sí resulta evidente es la rica diversidad temática y estilística de los textos aquí reunidos.

Annie Van Der Dyst entrevistó a Max Römer Pieretti, académico venezolano residenciado en España, autor de Un día de estos, reunión de breves ejercicios de memoria, pinceladas que hablan del paso del tiempo. La conversación se concentra en la genealogía y en el sustento biográfico del libro. Está en la página 10.

Las dos páginas de cierre, 11 y 12, traen la entrega final -tercera- del ensayo que Aníbal Romero ha dedicado al Macbeth de William Shakespeare. Dice Romero: “En esta tercera y última sección sostendré que Macbeth, tomado en su conjunto, es un drama nihilista, y que sus dos principales protagonistas culminan su existencia escapando del caos hacia la nada”. Y sigue: “Por nihilismo entenderé aquí, siguiendo a Leo Strauss, velle nihil, “querer la nada”, la destrucción de todo, inclusive del propio ser, y en consecuencia una voluntad de autodestrucción. En este sentido el término es un aspecto extremo, o puede llegar a serlo, de la condición de “arrojado” planteada en la primera sección, y tiene que ver con “ilusiones perdidas, el dolor de existir, la nada de toda vida, la tentación de la muerte”. Si bien es un término moderno, la realidad espiritual que denota el nihilismo tiene relevantes paralelismos con otras similares, prevalecientes en distintas épocas, y refleja una más extensa experiencia humana tanto espacial como temporalmente”.

Que los buenos deseos encuentren su camino.

Nelson Rivera, director del Papel Literario

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