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Unos 60 voluntarios de 18 a 35 años, entre universitarios, profesionales y miembros de clubes cívicos, participan esta semana en la primera fase de un estudio nacional de seroprevalencia del virus SARS-CoV-2 en Panamá.

Se trata del proyecto “Sostenibilidad de las medidas de contención, mitigación y supresión de COVID-19 en Panamá y su impacto a nivel de la severidad y dinámica de transmisión del SARS-CoV-2”, que desarrolla el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES), se conoció en comunicado de prensa.

Este fue uno de los proyectos seleccionados dentro de la convocatoria de respuesta rápida al COVID-19 que lanzó, en marzo de este año, la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt).

El Dr. Blas Armién, jefe del Departamento de Investigación de Enfermedades Emergentes y Zoonóticas del ICGES, y co-investigador principal, explicó que trabajaron en el diseño del protocolo de este estudio para generar evidencias con un abordaje multidisciplinario, que permita conocer el nivel de exposición de la población a este virus zoonótico.

La investigación en esta fase busca reclutar, aleatoriamente, a unas 3 mil personas en 5 días para tomarles una muestra de sangre, que será analizada en los laboratorios del ICGES para determinar, a través de la presencia de anticuerpos, el grado de exposición de las personas al virus SARS-CoV-2, aunque no hayan presentado síntomas.

Los resultados permitirán evaluar el número real de infecciones, establecer cuáles son las áreas geográficas y los grupos etarios que están siendo más afectados, y qué tan lejos está el país de tener inmunidad de rebaño, explica el Dr. Jean Paul Carrera, epidemiólogo y virólogo del ICGES, e investigador principal del estudio.

“Los voluntarios se han estado capacitando esta semana sobre los objetivos del proyecto, el uso de equipo de protección personal, la toma del consentimiento informado, cómo hacer las preguntas, cómo captar datos con herramientas tecnológicas, cartografía y localización en la comunidad.

A partir del lunes 30 de noviembre, se inicia la etapa en las comunidades. Hemos seleccionado por ahora, 10 corregimientos, entre, ellos Tocumen, 24 de Diciembre, Chilibre, Juan Demóstenes Arosemena y Belisario Frías, entre otros”, detalló Carrera.

Los voluntarios también se someterán a pruebas para evitar que puedan llevar el virus a las comunidades. Posteriormente, se espera cubrir otras regiones del país y darles seguimiento a las personas para ver por cuánto tiempo persisten los anticuerpos.

“Este tipo de pruebas nos va a permitir medir la cantidad real de personas que han tenido la infección en el país, y esto ayuda en la toma de decisiones, por ejemplo, en qué lugares debemos intervenir o incrementar la trazabilidad; priorizar la vacuna en un grupo etario, en las áreas de mayor transmisión, y a entender mejor el impacto de la pandemia en Panamá”, añade el investigador Carrera.

La gobernadora de la provincia de Panamá, Judy Meana, destacó que los voluntarios “están sirviendo a la patria” en este esfuerzo para combatir al SARS-CoV-2.

La investigación se realiza en alianza con el movimiento #TodoPanamá, que aglutina a voluntarios, médicos, clubes cívicos, los sectores empresarial y profesional y la sociedad civil.

Jorge Juan De La Guardia, coordinador de TodoPanamá, también destacó la labor de los voluntarios en el trabajo de campo y mencionó que todos en la sociedad son parte de la solución para detener el avance del virus.

El estudio también es apoyado por la Organización Panamericana de la Salud, el Despacho de la Primera Dama, la Gobernación de Panamá, el Ministerio de Salud, la Caja de Seguro Social, el Instituto Nacional de Estadística y Censo de la Contraloría de la República, y la Universidad de Panamá.

El director del ICGES, Dr. Juan Miguel Pascale, recordó que los casos de COVID-19 están aumentando y que se acercan las fiestas de fin de año y las personas quieren estar en familia, “pero desafortunadamente, si no nos cuidamos, vamos a infectar a nuestros papás, abuelitos y tíos.

Celebremos las fiestas, pero recordemos que hay un riesgo y hay que minimizarlo. Cuantas menos personas estemos juntos, mejor todavía”.