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Cortesía Fundación Relaciones Sanas



Por: Andrea V. Jara (Psicóloga clínica) 
@cultivandosaludemocional

Artículo publicado de manera original en el sitio web de la Fundación Relaciones Sanas http://fundacionrelacionessanas.org/herramientas-para-ensenarles-a-nuestros-ninos-a-autoprotegerse-del-peligro/

Una de las tareas más difíciles de ser padres es conectarse con la vulnerabilidad que esta responsabilidad conlleva.

El solo pensar que algo malo pudiera ocurrirle a la personita más importante de tu vida puede aterrarte y provocar deseos de guardarlo en una cajita segura bajo tu protección. Sin embargo, el mejor regalo que puedes ofrecerle es desarrollar la capacidad de razonar y reconocer situaciones de riesgo usando un lenguaje apropiado para su edad.

A su vez, puedes ayudarle a tener herramientas para tomar decisiones en caso de ser necesario.

Ten en mente que tu pequeño no te tendrá a su lado en todo momento para que lo protejas, pero sí puede llevar en su mente en todo momento los aprendizajes que le dejas. Por esta razón quiero compartirte algunas herramientas para que le enseñes a valorar su cuerpo y a auto- protegerse del abuso.

  •  Trabaja día a día en enseñarle a reconocer sus emociones. El reconocer sus sentimientos es el primer paso para que pueda aprender a diferenciar a través de su intuición lo que es correcto de lo que no es apropiado. Si el niño identifica qué le hace sentir triste, bravo o inseguro, le será más fácil poner límites y comunicar sus preocupaciones.
  • Enséñale que hay formas de contacto buenas y malas. La manera de identificarlas es a través de lo que le hacen sentir. Por ejemplo, si a tu hijo no le gustan las cosquillas, tiene derecho a poner un límite y decir ¨no¨ cuando las reciba.
  •  Respeta sus límites. Cuando tu pequeño pida privacidad para ir al baño o cuando no le guste una forma de contacto, tómalo en cuenta. A través de la relación que construimos en casa con él o ella le modelamos cómo deben comportarse con los de afuera.
  • Explícale que sus partes privadas no deben ser vistas ni tocadas, solo en momentos en los que necesite ayuda para asearse o vestirse o si tiene alguna afección que amerite que vaya a un médico en compañía de un adulto de confianza. De lo contrario, nadie, ni siquiera los padres, deben ver o tocar las partes privadas. El énfasis debe hacerse en la situación y no en la persona porque muchas veces el abuso viene de personas allegadas al menor.
  • Evita mandar mensajes como: ¨Los adultos siempre tienen la razón¨ o ¨a los adultos no se les puede decir no¨, ya que estos pueden aumentar el riesgo.
  • Refuérzale que no hay nada que no te pueda contar. Si alguien le dice algo que le hace sentir asustado debe comentártelo, incluso cuando esa persona le diga que es un secreto.
  • Está siempre pendiente de sus planes. Por más que cuentes con el apoyo de otros cuidadores, siempre está pendiente de si llegó a sus citas, etc. Nunca delegues al 100% la responsabilidad de su cuidado.
  • Asegúrate de conocer a los padres y personas que viven en la casa de los amigos en los que pasa tiempo. Revisa si tienen los mismos valores que en tu casa y si sientes que los niños no son bien atendidos o cuidados en ese lugar, invita al amigo a tu casa. De esta manera será más fácil tener control sobre la situación. Es importante que escuches tu intuición como padre si en un caso en particular te sientes inseguro.
  •  Crea junto a él o ella un plan de acción por si se pierde. Por ejemplo, si está en el supermercado y te pierde de vista, es mejor que se quede en el lugar donde te vio por última vez para que tú regreses a buscarlo. Refuérzale que nunca te irás a casa sin él o ella.
  • Enséñale a qué personas puede recurrir en caso de necesitar algo cuando no te tenga a su lado. Haz el ejercicio de pensar junto a él en personas seguras en distintos entornos. Por ejemplo: En la escuela, la maestra; en una tienda, la persona uniformada que cobra o tiene una placa con su nombre.
  •  Explícale que un lugar seguro es un lugar donde puede buscar ayuda. No es un escondite, si no un lugar donde hay personas a las que puede recurrir.
  • Evita obligarlo a abrazar o besar a personas que no conoce. Muchas veces en el deseo de quedar bien con alguien conocido para nosotros, olvidamos que esa persona no es conocida para el pequeño. Incluso para un adulto sería incómodo ser obligado a abrazar a un extraño, aunque sea el mejor amigo de un familiar.
  • Escúchalo. Siempre está pendiente de su lenguaje corporal y verbal. Si notas algo o si el niño te comenta algo que te preocupa, escúchalo con calma, investiga y busca apoyo profesional. Es importante que las vías de comunicación estén abiertas para poder estar presentes y ayudarlos.

Por último, es indispensable que los niños sientan que su cuerpo es valioso y que por esta razón merece ser cuidado y respetado. En su día a día, ayúdalo a reconocer su valor a través de tu trato y de la importancia que le das a las cosas que puede lograr con él.

Si tienes preguntas o quieres saber mas sobre el tema, en la Fundación Unidos por la Niñez se dedican a trabajar en la sensibilización de esta temática y en la intervención familiar de aquellos que han atravesado alguna situación de abuso. Puedes contactarlos a [email protected] o conseguirlos en las redes como @unidosporlaninez