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Dieta, ejercicio, estilos de vida saludables y acompañamiento social, son estrategias determinantes para ayudar al paciente en su evolución

Por: Violeta Villar Liste

Durante la XIV Conferencia Médica Internacional en memoria del Dr. Alan Gabster intervinieron la psiquiatra Ángela Medina, el psicólogo Tomás Rincón y el investigador Luis Guillermo Santos

La enfermedad mental es un estigma y, sin embargo, cualquiera la puede sufrir.  Una mudanza, problemas en casa, en el colegio de los niños o situaciones de migración o desplazamiento, son causas desde las más sencillas a las más complejas, que pueden dar origen a situaciones de estrés o depresión.

Sobre la enfermedad mental, desde sus áreas de conocimiento, conversaron la Dra. Ángela Elisa Medina Gutierrez (psiquiatra egresada de la Universidad de Panamá); el licenciado Tomás Rincón, psicólogo graduado de la Universidad de Panamá y el licenciado Luis Guillermo Santos Mejía (USMA), asistente de investigación en el Indicasat AIP.

Intervinieron durante la XIV Conferencia Médica Internacional en memoria del Dr. Alan Gabster, la cual se desarrolló en el Hospital Dr. Luis “Chicho” Fábrega de Santiago de Veraguas, con el respaldo del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES) y de la  Red de Desarrollo Comunitario de las Américas (CDNA por sus siglas en inglés)Salud mental, sexual y medicina tropical, en la agenda de Conferencia Médica Internacional

Manejo actual de la depresión

Dra. Ángela Elisa Medina Gutierrez (MD, PhD): Se graduó de Medicina de la Universidad de Panamá en 2012 y realizó su residencia en Psiquiatría en la CSS en Panamá. Ha realizado varios posgrados y diplomados para especializarse en temas de estimulación cognitiva y demencias, suicidología, y esquizofrenia. En 2024 termina su doctorado en Ciencias Clínicas y especialización en Psiquiatría de la Universidad de Panamá.  Ha laborado en el Departamento de Asuntos de los Veteranos de los Estados Unidos.Ha sido médico especialista en Neuropsiquiatría en el Hospital Dr. Rafael Hernández en David, Chiriquí.  También  jefa de docencia en el servicio de Psiquiatría del Hospital Dr. Rafael Hernández.

La Dra. Ángela Elisa Medina Gutierrez (MD, PhD), se refirió al manejo actual de la depresión, una enfermedad que sufren más de 300 millones de personas en todo el mundo.

“Es una enfermedad de la cual cuesta hablar porque es un tabú. Sin embargo, luego de la cardiovascular, es la segunda causa médica de discapacidad en todo el mundo y hay que prestarle mucha atención”.

Describe que puede iniciar entre los 20 y 25 años. Las personas expresan un estado similar a la tristeza, con interés o placer reducido ante actividades que antes disfrutaban.

Presentan alteraciones del sueño, duermen mucho o comen en exceso y tienen ideas suicidas. Se sienten inútiles, con sentimientos de culpa y desesperanza.

Esta situación les genera mayores riesgo de resultados negativos vinculados con la educación, el empleo y las relaciones personales.

La especialista describe factores de riesgo estáticos y no modificables:

  • Sexo femenino
  • Antecedentes familiares de estado de ánimo y trastornos
  • Historia de efectos adversos en la infancia como malos tratos
  • Muerte del cónyuge

¿Cuáles son los factores de riesgo dinámicos y potencialmente modificables?

  • Enfermedades médicas crónicas y no psiquiátricas
  • Comorbilidades psiquiátricas como los trastornos de ansiedad
  • Insomnio, trabajo en turnos de noche
  • Periodos de cambios hormonales o acontecimientos vitales estresantes
  • Tensión laboral y desigualdad de ingresos
  • Duelo
  • Acoso entre pares acoso cibernético
  • Disforia de género
  • Estilo de vida sedentaria y tiempo frente a la pantalla (“una de las luchas más grandes porque nos aisla»)

La especialista indica que el abordaje del paciente con depresión amerita una evaluación inicial historia clínica y examen físico para luego determinar las intervenciones.

Destaca que existe la falsa sensación de creer que una pastilla es suficiente para resolver la enfermedad. De hecho, las últimas guías sobre el manejo de la depresión proponen manejo del estilo de vida (dieta, ejercicios, higiene del sueño…) y de último los medicamentos.

Ejercicios supervisados (intensidad baja o moderada) durante 30 a 40 minutos a la vez, 3 o 4 veces por semanas, dieta saludable con alto contenido en frutas, verduras y fibra, terapias que incluyen la aceptación, compromiso y motivación, son parte de una estrategia integral para avanzar en la atención de la depresión.

Primeros auxilios psicológicos

Tomás Rincón: Es psicólogo graduado de la Universidad de Panamá en 2018. Ha realizado varios diplomados y cursos en profundización del tratamiento psicodinámico, tratamiento de uso de drogas, tratamiento y seguimiento de adicciones, en género y desarrollo y actualmente es estudiante de maestría de Psicología Clínica de la UP. Ha sido psicólogo clínico para la organización Voces Vitale y Cruz Roja Panameña. Fue asistente de investigación para un proyecto del Instituto Gorgas en población migrante en tránsito. Trabaja con PADF

Tomás Rincón realiza intervenciones psicológicas de emergencia en personas migrantes en tránsito con la organización PanAmerican Development Foundation (PADF). Esta experiencia lo ha conectado con el dolor de quienes caminan por el Darién: “No es lo mismo trabajar el duelo o el abuso sexual en personas que lo sufrieron hace años, al abordaje en quienes lo pudieron sufrir ayer o hace horas”.

Con PADF trabaja en el desarrollo de políticas de salud mental. Es el socio implementador de la organización la Cruz Roja Panameña.

Hay señales que indican cuándo intervenir y emplear los denominados Primeros Auxilios Psicológicos (PAP), los cuales se definen como “técnicas y estrategias que se basan en la evidencia y cuya finalidad es la de ayudar a las personas afectadas por algún incidente crítico, brindando apoyo emocional en momento de crisis de forma inmediata, ya sea porque experimentaron un aumento de estrés o una experiencia traumática”

Son tres los objetivos básicos de los PAP:

  • Dar protección, alivio y contención
  • Entregar asistencia practica
  • Fortalecer los recursos de afrontamiento

Los PAP implican una serie de estrategias,  desde ofrecer ayuda práctica de manera no invasiva, escuchar a las personas, pero no presionarlas para que hablen, reconfortarlas, guiarlas para acceder a información, servicios y apoyos sociales  y protegerla de peligros similares.

Como se observa, los PAP son aplicables a situaciones de emergencia que comprometen la estabilidad psicológica de las personas por el impacto de la situación vivida (violencias, fenómenos naturales, urgencias médicas…). Lo deseable es actuar en las primeras 72 horas.

En estos contextos las personas pueden presentar reacciones físicas tipo cansancio, alteraciones de apetito y sueño, taquicardia o sobresaltos, sudor o disminuir la respuesta inmune.

También hay señales cognitivas: desorientación, sueños y pesadillas, preocupación, problemas de concentración o memoria.

El experto explica que se generan reacciones emocionales: impulsividad, miedo, terror, tristeza o duelo, entre otras.

Desde el punto de vista social, puede ocurrir aislamiento, discriminación o desintegración de las redes sociales.

Los PAP incorporan como elementos de observación para evaluar la situación de la persona, identificar si hay riesgos en el lugar donde se encuentra, atender sus necesidades de protección y seguridad si es el caso y evaluar si requiere atención especializada.

Hay diferencias centrales entre el PAP y las intervenciones de crisis. Los PAP son intervenciones de minutos o de horas, por parte de personas capacitadas, quienes actúan en un ambiente informal  y buscan de manera fundamental brindar apoyo, contención y reducir el riesgo de suicidio.

Las intervenciones de crisis son más complejas: pueden durar semanas o meses, actúa personal especializado en un ambiente formal. Es su meta “resolver la crisis, procesar y reelaborar el evento traumático en la historia de vida de la persona y fortalecer su resiliencia”.

Hay aspectos éticos inherentes a prestar los PAP: hay que actuar bajo el principio de acción sin hacer daño, lo cual supone actuar con honestidad, brindar información real y respetar la privacidad.

No debe, quien ofrece estos auxilios, prometer aquello que no puede cumplir, ejercer poder sobre la persona afectada, juzgar o imponer el apoyo.

Los PAP son auxilio y alivio que puede hacer la diferencia en la vida de las personas en emergencia.

Teleneuropsicología: ¿Factible en Panamá?

Luis Guillermo Santos Mejías: Estudia Psicología en la Universidad Católica Santa María la Antigua. Asistente de Investigación del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología de Panamá (Indicasat-AIP) desde el año 2022. Ha colaborado con el Departamento de Neurociencias, en la Iniciativa de Investigación Enfocada en el Envejecimiento en Panamá (PARI). Coordina el estudio sobre Teleneuropsicología. Expositor en congresos. De manera próxima estará en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer en Filadelfia, Estados Unidos.

Luis Guillermo Santos Mejías es asistente de investigación en el Departamento de Neurociencias del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología de Panamá (Indicasat AIP) desde el año 2022.

Como parte del estudio de la Iniciativa de Investigación Enfocada en el Envejecimiento en Panamá (PARI por sus siglas en inglés), coordina un estudio sobre la factibilidad de realizar evaluaciones neuropsicológicas a distancia, en una modalidad llamada teleneuropsicología, en población de adultos mayores.

La teleneuropsicología sigue los principios de la telemedicina, definida como “el uso de la tecnología para brindar atención a pacientes a distancia”.

El uso de la telemedicina se potenció durante la pandemia ya que permitió ofrecer las diversas especialidades a pesar del distanciamiento.

En relación con la teleneuropsicología en América Latina, el investigador señala que no hay muchos estudios en la región “ni estadísticas oficiales respecto al porcentaje de su uso por parte de los profesionales de la salud mental”.

Destacan algunas experiencias de Colombia, Argentina, México y Chile.

Para evaluar su factibilidad en Panamá se hizo un estudio piloto con personas sanas, mayores de 50 años, en total un grupo de 63 personas (79% mujeres y 21% hombres), quienes expresaron altas tasas de satisfacción con la modalidad.

Las limitaciones para este tipo de intervención es el recurso tecnológico, la familiaridad con la atención a distancia y la estandarización de pruebas para la población.

Señala que la seguridad de los datos es el principal tema que entra en el debate cuando se habla de telemedicina. En el caso del estudio de teleneuropsicología todavía en en marcha, las evaluaciones las realizan personas capacitadas.

Han reforzado la seguridad cibernética de las plataformas para evitar que la información del paciente pueda quedar expuesta.

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Por: Violeta Villar Liste | [email protected]