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De izquierda a derecha: Blas Armién, jefe nacional del Departamento de Vigilancia Epidemiológica del Minsa; Eva Bravo, especialista en salud animal de la FAO; Miguel Arvelo, representante de IICA Panamá, Carlos Moreno, director general de Copeg por Panamá, Reinaldo Viveros, director nacional de Salud Animal (Dinasa) del MIDA, Arselio Acevedo, director ejecutivo Cuarentena agropecuaria.
En esta tarea colectiva, todos están llamados a cumplir su papel: el ganadero al reportar casos sospechosos, las autoridades al actuar a tiempo y las personas al cubrirse las heridas y protegerse

Por: Violeta Villar Liste

Un conversatorio, organizado por FAO, MIDA, COPEG, Minsa, IICA y el Departamento de Agricultura (USDA) de los Estados Unidos, ofreció una actualización de la situación con el gusano barrenador

Panamá logró erradicar en el año 2006 al gusano barrenador. Sin embargo, ha vuelto: afecta a animales y seres humanos, quienes tienen la tarea de actuar para prevenir y lograr que el país vuelva a ser declarado libre de la enfermedad.

Esta enfermedad está asociada al ciclo de la mosca que la transmite: la Cochliomyia hominivorax. Vive solo 21 días, pero en ese tiempo, puede causar efectos devastadores en el ganado y otros animales, así como en seres humanos.

Esta mosca se coloca sobre heridas o mucosas de seres vivos de sangre caliente. Deposita sus huevecillos de los cuales nacen cientos de gusanos, con una característica: sus ganchos en boca le permiten desgarrar “carne y tejidos del animal o persona afectada, causando gran daño e incluso la muerte”.

“Gusanera” es la expresión popular con la cual se identifica esta enfermedad. Es una miasis cutánea que se puede localizar en el ombligo de los animales recién nacidos y en otras partes como nariz, boca, ojos u oídos, no solo del animal: esa protuberancia “en movimiento” es seguro el efecto de la mosca infectada y la expresión de la “gusanera” en la persona.

Para conocer más sobre qué es el gusano barrenador del ganado en Panamá y sus efectos en la salud animal y humana, se organizó un conversatorio, el cual contó con la participación de Blas Armién, jefe nacional del Departamento de Vigilancia Epidemiológica del Ministerio de Salud (Minsa); Eva Bravo, especialista en salud animal de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO); Miguel Arvelo, representante del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) por Panamá; Carlos Moreno, director general de la Comisión Panamá – Estados Unidos para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador del Ganado (COPEG) por Panamá; Reinaldo Viveros, director nacional de Salud Animal (Dinasa) del Ministerio de Desarrollo Agropecuario  (MIDA) y Arselio Acevedo, director ejecutivo de Cuarentena agropecuaria.

El evento, organizado por FAO, MIDA, COPEG, Minsa, IICA y el Departamento de Agricultura (USDA) de los Estados Unidos, contó con las intervenciones de Lester Reyes, de la Dirección Nacional de Salud Animal, quien expuso la situación país.

La Dra. Damaris Contreras, médico veterinaria salubrista y epidemióloga,quien  trabaja en el Departamento de Epidemiología del Minsa, se refirió a las acciones en salud humana.

Carlos Moreno (COPEG), explicó la misión del organismo, la situación regional con el gusano barrenador y los alcances de la labor institucional.

En esta entrega se abordará la salud humana y animal.

Miguel A. Arvelo, representante del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), al inaugurar la sesión informativa, reflexionó que conocer el origen, consecuencias y medidas de prevención asociadas al gusano barrenador, es importante para integrar esfuerzos y así hacer frente a la enfermedad. Eva Bravo, por FAO, recordó que además de Panamá, el gusano barrenador está presente en Costa Rica, Nicaragua y Honduras. Se trata de una enfermedad prioritaria a ser erradicada en el continente, así que llevar el mensaje a la comunidad resulta crucial.

En 2022 volvió el gusano barrenador

Lester Reyes, de la Dirección Nacional de Salud Animal, al ofrecer el contexto de la situación regional, recordó que en el año 1966 ya Estados Unidos había logrado erradicar el gusano barrenador. Sin embargo, sabía que por las fronteras podía volver la enfermedad.

En 1974 logra acuerdos con México y crea una barrera de contención y, de inmediato, comienza a trabajar con otros países para evitar el avance de la plaga.

Esta estrategia es el origen de la  Comisión Panamá – Estados Unidos para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador del Ganado (COPEG), “creada mediante Acuerdo Cooperativo firmado el 11 de febrero de 1994, entre el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) de Panamá y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos de América (USDA)”, luego convertida en Ley de la República (No. 13 de 6 de mayo de 1999) y después reconocida como Misión Internacional.

Este acuerdo tiene como objetivo “planear, diseñar, construir, equipar y operar una planta de producción de moscas estériles del Gusano Barrenador del Ganado (Cochliomyia hominivorax) para erradicar y prevenir su reinfestación en la República de Panamá, sin causar daños al medio ambiente”.

El 12 de julio de 2006 “el país fue declarado técnicamente libre de la plaga” y se inaugura una planta productora de moscas estériles en Pacora, una planta de prestigio mundial que ha ayudado a la región a combatir la plaga.

Si México fue la primera barrera de contención de la plaga y el segundo Panamá, el tercero será Colombia, con el cual también se trabajó para liberar moscas estériles, método innovador que permite el control biológico de la reproducción de la mosca que infecta al ganado.

El retorno del gusano barrenador se debe a varias causas que enumera COPEG: Colombia es endémico; la migración descontrolada por el Darién, la falta de medidas de curación de los animales, el traslado de animales enfermos, la presencia de mascotas abandonadas que son foco de la enfermedad y el cambio climático que ha afectado el ciclo biológico de la mosca. Con el aumento de las temperaturas también es mayor su producción de huevos.

De acuerdo con el informe de COPEG (ver: https://copeg.org/recursos-para-productores/) “en la actualidad el Gusano Barrenador del Ganado (GBG), se mantiene en etapa de erradicación con incidencias de casos positivos en todas las provincias de Panamá a excepción de la Comarca Guna Yala. Al 28 de septiembre se han presentado un total de 18,553 casos positivos, mientras que a nivel regional hay presencia de GBG en Costa Rica con un total de 6,938 casos desde la declaración del brote, en Nicaragua se suman 3,307 casos y en Honduras 8 casos por incursiones desde Nicaragua hasta la fecha”.

Son tres los pilares que describe COPEG para enfrentar la emergencia:

  • Aumento de producción de pupas estériles de 20 millones a 96,008,156 millones semanales.
  • Aumento de dispersión área y terrestre, con un total de 18 vuelos semanales y 120 cámaras de liberación terrestre en Nicaragua que promedian una dispersión de más de 60,415,800 millones de moscas estériles.
  • Vigilancia en campo que incluye las visitas a fincas, aumento de los puestos de control de movilización de animales (CMA) y aumento de Educación Sanitaria a través de capacitaciones comunitarias, en escuelas y a productores promoviendo prácticas sanitarias adecuadas.

Reyes señala que antes de erradicar al gusano, Panamá tenía un registro de 9,000 casos al año, cifra que se ha disparado desde el 2022.

Explica que esta enfermedad puede afectar a todo tipo de animales. Con mayor frecuencia se enferma el bovino (85% de incidencia de acuerdo con las estadísticas recientes), pero también hay reportes en caninos (7%) y porcinos (4%).

A los ganaderos se les exhorta a revisar a diario a los animales para detectar las heridas, atenderlos de inmediato, hacer seguimiento e informar a las autoridades.

El gusano barrenador es causa de disminución en la productividad por pérdida de peso y menor ganancia de peso del animal, baja la producción láctea, se presentan daños en cueros y carnes y muerte de los animales.

Gusano Barrenador en humanos, ¿qué sabemos?

El Ministerio de Salud, a través del Departamento de Epidemiología, informó (semana epidemiológica N°38) que en 2024 se han detectado de manera oficial 79 casos de gusano barrenador en humanos.

Los casos corresponden a las regiones de salud de Panamá Oeste (19 casos), Chiriquí (14 casos), Coclé (8 casos), Panamá Metro (8 casos), Veraguas (8 casos), Darién (4 casos), Panamá Norte (5 casos), Herrera (3 casos), Comarca Ngäbe Buglé (2 casos), Colón (2 casos), Los Santos (2 casos), San Miguelito (2 casos) Panamá Este (1 caso) y Bocas del Toro (1 caso).

La Dra.Damaris Contreras (Minsa), señala que hay casos reportados desde un año a los 95 de edad.

¿Cuáles son los síntomas en humanos?

La mosca puede depositar sus huevos en heridas abiertas o rasguños. Es decir, la herida puede ser grande o superficial. El peligro radica en la exposición de la herida y el contacto con la mosca.

“Los síntomas incluyen la presencia de una protuberancia dolorosa en la piel que puede secretar líquido.

A medida que la larva crece, puede ser visible bajo la piel y a menudo sentir su movimiento”.

El tratamiento, explicó, implica la extracción quirúrgica de la larva, seguida de cuidados locales para prevenir la infección.

La especialista dijo que “no hay vacunas ni productos biológicos disponibles para prevenir la miasis por gusano barrenador”.

El Minsa trabaja de manera colaborativa con COPEG para confirmar la presencia de la larva del gusano en sus laboratorios. De resultar positivo, se coordina para atender al paciente.

La Dra. Contreras advirtió que las personas diabéticas deben tener especial cuidado, ya que por su condición las heridas no cicatrizan con facilidad: “Son susceptibles a sufrir este tipo de infestación puesto que esta clase de heridas son preferidas por las moscas”.

En relación con los lugares geográficos de más riesgo, la especialista advierte que antes los casos eran más frecuentes en zonas rurales y ganaderas. Ya no es así: también se han detectado casos en zonas urbanas y pobladas.

Pide a la población, si tiene sospechas de sufrir la enfermedad, acudir al Minsa para la debida extracción de los gusanos y el curetaje correcto.

No se automedique, tampoco retire las larvas por sus medios. Además de peligroso para la salud, al dejar las larvas en contacto con el ambiente, se perpetúa el ciclo de transmisión en otros lugares.

Ser declarados país libre del gusano barrenador, es una tarea compartida. Súmese a esta labor.

Por: Violeta Villar Liste | [email protected]