Violeta Villar Liste
Decir que no tenía consigo el celular sentenció al joven deportista venezolano a morir en manos de los delincuentes. Esta muerte que adelantó la violencia, fue luto sembrado en el dolor de su madre, a quien ayudar a recuperarse de la tragedia, y darse razones para el perdón, es un capítulo de vida personal y profesional que conmueve de manera particular a la Dra. María Isabel Parada.
“Lo más difícil es atender a las madres en duelo, porque pueden pasar años con el vacío del fallecimiento de su hijo, pero en particular la madre en duelo que no ha recibido justicia”, reflexiona la Dra. Parada, fundadora de Psicólogos sin Fronteras Venezuela, organización que nace para ayudar a aliviar el drama y el dolor de los venezolanos en medio de la desesperanza y unir voluntades que sanan el alma.
Otro momento que la conmueve es el encuentro con las madres de los héroes caídos. “Tener que decirle a una madre de un héroe: Tienes que reconciliarte dentro de tu corazón; tienes que perdonar para seguir adelante, es muy fuerte”.
Es el año 2010 cuando se funda la ONG, “conectada con otras asociaciones en el mundo y con el apoyo de la Federación de Psicólogos de Venezuela (FPV)».
Todos los psicólogos que pertenecen a la organización están federados, es decir, deben tener título y número de identificación que entrega la FPV. También mantienen vinculación con Psicólogos sin Fronteras de España.
Es su misión, de manera fundamental, “proporcionar apoyo emocional a personas afectadas por situaciones de crisis debido a catástrofes naturales o provocadas en el contexto del compromiso con la preservación de la dignidad humana y el fortalecimiento de la vida”.
A la Dra. Parada le emociona recordar aquel momento fundacional: el 28 de enero de 2010 se reúnen los psicólogos que impulsaron la iniciativa y durante seis meses se dedican a escribir los estatutos y la misión.
Comienzan por especializar a los psicólogos en la tarea de dar apoyo emocional a quienes estuvieran viviendo una crisis, “porque no es lo mismo atender a una persona que está en una psicoterapia por una situación de pareja o con el hijo, que atender a quien le acaba de fallecer un ser querido, fue secuestrado o tiene un familiar en la cárcel”.
Esta capacitación se orientó a entregar herramientas para dar apoyo emocional a una persona que pasa un trauma psíquico emocional violento.
Nunca imaginaron que en Venezuela iba a suceder el fenómeno de la migración. “Nos faltó imaginar que eso podría ocurrir en el país. Una de las grandes situaciones difíciles que vive el venezolano es perder a su pareja, a sus padres… al irse al exterior y también muchas personas de la tercera edad se han quedado sin el apoyo y soporte de sus hijos que están afuera”.
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La tragedia de Amuay
Será en septiembre de 2012, con la explosión de la refinería de Amuay, en el estado Falcón, cuando la organización comience a demostrarle al país que contaba con profesionales preparados para cumplir su misión.
Alrededor de ocho psicólogos, durante tres días, logran atender a más de 300 personas de manera colectiva e individual, con una ayuda psicológica de situación de emergencia y resolución de crisis.
“Fue un referente para que las personas supieran que la organización tenía psicólogos especializados en el dolor fuerte y en situaciones de sufrimiento”.
Las manifestaciones del año 2014, y luego de 2017, los llevan a organizar jornadas de asistencia para ayudar a las personas a enfrentar situaciones que en general afectaban su equilibrio psicológico.
En el año 2016 establecen una alianza con el Grupo Social Cesap en Caracas que facilita tres salones para prestar servicios de psicología.
Cuando la pandemia sorprende al mundo en 2020, “ya estábamos organizados: en lugar de recibir a las personas de manera presencial, entendimos que debíamos hacerlo por línea telefónica”.
De hecho, ahora son 20 psicólogos y dos psiquiatras en líneas telefónicas. En dos años han atendido 10,000 personas: como parte del programa de acompañamiento en el dolor, son escuchados por expertos en trauma, en una sesión inicial y en cuatro semanas posteriores”.
Con la pandemia, el alcance se potencia a diferentes ciudades del país gracias a la cercanía que hace posible la conexión telefónica. Con wifi y teléfono es posible acortar la distancia. Incluso, venezolanos dispersos por el mundo, llaman y reciben asistencia psicológica gratuita.
Con Cesap, que tiene más de 100 vicarías para atender con alimentación a niños desnutridos, hacen alianza: Mientras Cesap da el pan, ellos sanan el alma. Dan apoyo psicológico y canalizan los sentimientos de madres y personas de la tercera edad.
Protegernos para poder sanar al otro
Atender el dolor de la ciudadanía, en un contexto de particular dificultad social y emocional a la cual no escapa el profesional, los lleva a generar sus propias estrategias de autocuidado, explica la Dra. María Isabel Parada.
La charla Cuidando al cuidador es parte de una iniciativa que comprende herramientas como control del estrés, estilo de vida sano o higiene del sueño, dirigidas a quien cuida a su familiar en casa, a enfermeras, líderes comunitarios que se encargan de velar por los familiares de los presos políticos.
Psicólogos sin Fronteras Venezuela mantiene alianza con Justicia, encuentro y perdón que atienden a los héroes caídos. “Vamos a sus actividades y sufrimos con ellos”, en un sufrir que significa una relación de empatía.
“Sentimos el orgullo de haber estado, desde nuestra fundación, en todo lo que significa crisis, sufrimiento, niveles de estrés, ansiedad y depresión. Pero en particular, en dar herramientas para mantener la salud mental en un país que está sufriendo una emergencia humanitaria compleja”.
De la depresión al problema relacional
La fundadora de Psicólogos sin Fronteras Venezuela recuerda que el motivo principal de la consulta presencial en la organización “era la depresión y la ansiedad y estas dos alteraciones emocionales, combinadas y conexas. El venezolano puede demostrar con más aceptación social la ansiedad, mientras la depresión siempre queda más escondida”.
A la depresión y la ansiedad se sumaban las consecuencias de la emergencia humanitaria compleja: pobreza, inflación, dificultad de bienestar personal, no tener calidad de vida o los recursos para comprar lo básico.
“Con la pandemia vemos que cambia el motivo de consulta: se mantiene la ansiedad y la depresión, pero se agregan las dificultades para las relaciones intrapersonales o interpersonales, con separaciones, divorcios y personas que quedaron muy solas con la emigración o se había ido la pareja”.
Analiza que en el mapa de la migración por lo general quien emigra es el varón, con una edad entre 25 y 50 años, con lo cual “la mujer venezolana se queda más sola de lo que siempre ha estado”.
Esta complejidad suma también la realidad del diario vivir: ¿Cómo se sostiene la clase media?
Señala que la depresión en adolescentes, situación que agudizó la pandemia, los lleva a abrir la consulta a esta población: “Pasamos por todo un abanico de soledad, de sufrimiento existencial, de desesperanza continua…”
La resiliencia de la mujer venezolana
Recomendaciones para el dolor
-Tener alimentación sana
–Ejercicio físico para que el cerebro tenga capacidad de llenarse de endorfinas
-Cuidar las normas de higiene del sueño que se perdió mucho durante la pandemia por el exceso de café y levantarse a diferentes horas
-Las personas deben levantarse y acostarse a la misma hora
-Bajar los estímulos en la medida que llega la tarde-noche
-Las personas con ansiedad, depresión y situaciones adversas, deben pedir ayuda profesional a expertos en salud mental para que se puedan reconciliar consigo mismos y sanar los sentimientos negativos.
–Técnicas de respiración
–Saber recrearse
–Acercarnos a Dios, orar y ayudar a otros para que nos ayude también a nosotros a tener las herramientas de salud mental adecuadas
Una experiencia que conforta a los psicólogos de la organización es el trabajo que hacen con el Grupo Social Cesap en las zonas populares: de la mano de Cesap llegan los alimentos, mientras los psicólogos cuidan el alma con diálogos que ayudan a las personas a sentirse menos abrumadas.
“Me quito el sombrero ante la resiliencia y la capacidad de enfrentar adversidades que tiene la mujer venezolana. Es una lección que nos enseña, que nos dice cómo el sufrimiento las hace crecer como seres humanos y personas independientes, al darse cuenta de sus propias cualidades y fortalezas”.
Hay terapias muy sanadoras como animarlas a dibujar árboles en cuyas raíces describen las cualidades y en las copas las metas. “Son dinámicas distintas pero lo hacemos siempre con amor y confianza”.
Perdón y reconciliación
Consejos para el emigrante
–Acoplarse y adaptarse a todas las costumbres, normas y legalidad del país de acogida
–Aprender el idioma si es distinto
-Tener siempre soportes o grupos de apoyo
-Si hay grupos católicos o de otras religiones o de enseñanza de oficios, yoga o bailoterapia, integrarse para conocer personas
-Comunicarse con las personas que dejaron en Venezuela: “Hay madres que me dicen, es increíble, mi hija solo me llama una vez al mes. O mis nietas tampoco tienen tiempo. Eso es difícil de curar. Mientras más te comuniques mejor te vas a sentir”.
–Hacer ejercicio, recrearse y estar en contacto con la naturaleza
-Unirse, adaptarse y conciliar
-¿Cómo en un país tan fragmentado se puede lograr una terapia del perdón y de la reconciliación ? ¿será posible en el largo plazo?
-Tendrá que ser posible, porque los verdaderos asesinos son quienes viven el dolor en su corazón. La persona que ha logrado superar el duelo y colocar a su hijo o a su familiar dentro de su corazón lo vive mejor y por eso trabajamos. Se trata de cómo lograr en los próximos años reconstruir a Venezuela, en el caso que sea posible, mientras la sostenemos.
Violeta Villar Liste
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