fbpx
Imagen de Freepik
Planificar es un aspecto fundamental para concretar el Proyecto de vida. Para ello primero debemos definir hacia dónde queremos ir o qué deseamos lograr

Por: María Mercedes Armas (psicóloga)

La licenciada María Mercedes Armas Barrios es psicóloga. Egresada de la Universidad Central de Venezuela. Es integrante del Observatorio Venezolano de los DDHH de las Mujeres y del Centro de Investigación Social Formación y Estudios de la Mujer.
@psico.mm.armas
[email protected]

«Un objetivo sin un plan no es más que un deseo». Antoine de Saint-Exupéry

Según Ovidio D´ Ángelo, importante autor del tema, el Proyecto de vida “se distingue por su carácter anticipatorio, modelador y organizador de las actividades principales y el comportamiento del individuo, que contribuye a delinear los rasgos de su estilo de vida personal y los modos de existencia característicos de su vida cotidiana en la sociedad”

Definir un Proyecto de vida implica varios aspectos a considerar y cada aspecto involucra una serie de procesos; ya hemos hablado de las dimensiones del pensamiento y la emoción, ahora trataremos el tema de la planificación, que es muy importante dentro del diseño del Proyecto de vida.

  • La planificación.

Planificar es un aspecto fundamental para concretar el Proyecto de vida. Para ello primero debemos definir hacia dónde queremos ir o qué deseamos lograr y necesitamos contar con herramientas que nos ayuden en este proceso. Para ello propongo varias herramientas que iré desarrollando a lo largo del tema y que te resultarán muy útiles para planificar, registrar, cuantificar y evaluar tus metas y avances.

  • Define las áreas vitales. ¿Cuál aspecto de tu vida vas a trabajar?
  • Laboral
  • Físico
  • Emocional
  • Mental
  • Financiero
  • Espiritual
  • Profesional
  • Educativo
  • Familiar
  • Pareja

Podemos usar otras categorías, por ejemplo:

  • Relaciones
  • Salud
  • Bienestar
  • Recreación.

Un buen ejercicio inicial consiste en dividir un círculo en partes, al estilo rebanadas de pizza, y en cada una colocar el área que deseas incluir para trabajarlo en tu Proyecto de Vida. Luego comenzar a visualizar y planificar lo que se desea en cada una de ellas, porque son temas muy diferentes.

  • Define las metas.

Si ya has definido, por cada área vital, los sueños que quieres realizar, llegó el momento de comenzar a diseñar las metas claramente. Para esto te recomiendo la metodología SMART.

El acrónimo inglés SMART se refiere a una metodología para definir objetivos. Incluye las características básicas que deben tener los objetivos, los cuales deben ser:

  • S –   Específicos (Specific): Definir claramente lo que deseas realizar.
  • M – Medibles (Mensurables): Usando algún criterio para saber si la lograste o no.
  • A –  Alcanzables (Achievables): Considerar si realmente se puede lograr dicho objetivo.
  • R –  Realistas (Realistic): Realistas y que, a la vez, reten tus límites.
  • T –  De duración limitada (Time-bound): Que se realicen en un tiempo definido.

Esta herramienta es utilizada en el área de planificación estratégica y es perfectamente aplicable dentro del Proyecto de vida. Básicamente plantea que cada uno de los objetivos que queremos lograr debemos plantearlo de manera específica y detallando el qué, cuándo, cómo, dónde, con qué, quién. Incluir algún criterio que nos permite medir o evidenciar el logro, que sea realista y alcanzable y con una duración específica en el tiempo. El siguiente ejemplo puede ayudar:

Objetivo: Estudiar idiomas.

Esto es muy amplio y ambiguo, por lo tanto no nos apoya. Si lo colocamos según la metodología SMART quedaría así:

Objetivo: Aprobar el primer nivel de inglés en el Instituto de Idiomas en septiembre 2024.

Como puedes ver incluye todos los criterios de especificidad, realismo, factibilidad, medición y tiempo. Esta metodología te apoya a construir metas claramente definidas para avanzar en tu proyecto de vida.

Cuando ya tenemos esbozado nuestro Proyecto de vida recordemos que éste irá cambiando, ampliándose y modificándose con nuestras experiencias vitales en cada una de las áreas que vayamos a trabajar. Es un proceso dinámico y creativo que seguiremos explorando en las próximas publicaciones.

Por: María Mercedes Armas Barrios (psicóloga)