La enfermedad neumocócica sigue representando una importante carga sanitaria global, con alta incidencia en niños menores de 5 años, especialmente en países en desarrollo
Con información de la SPP
La SPP recomienda el uso de las vacunas neumocócicas conjugadas bajo esquemas 3+1 o 2+1, enfatizando que no se deben emplear pautas que omitan la dosis de refuerzo
La Sociedad Panameña de Pediatría (SPP), a través de su Comité de Vacunas, recomendó la vacunación sistemática de todos los niños contra el neumococo con las nuevas vacunas conjugadas de valencia ampliada, PCV15 o PCV20.
«Ambas son intercambiables con la PCV13, por lo que los niños que hayan iniciado su esquema de vacunación con PCV13 pueden completarlo con cualquiera de estas opciones», destacó la SPP en el documento Recomendaciones sobre el uso de vacunas neumocócicas en pediatría.
¿Qué es el neumococo?
La SPP explica que “el Streptococcus pneumoniae o neumococo es una bacteria grampositiva encapsulada con más de 95 serotipos identificados, cuya variabilidad capsular es un factor determinante en la respuesta inmune y en la efectividad de las vacunas disponibles.
El neumococo comienza a colonizar la nasofaringe en los primeros meses de vida, alcanzando su máxima prevalencia alrededor de los 3 años, cuando entre el 25 % y el 80 % de los niños están colonizados. Esta colonización desempeña un papel fundamental en la epidemiología de las infecciones neumocócicas, ya que la nasofaringe es el único reservorio de la bacteria y su principal vía de transmisión tanto en la comunidad como dentro de las familias”.
Por lo general, los serotipos que enferman a los adultos mayores también afectan a los niños con quienes comparten el hogar, “lo que evidencia la estrecha relación entre la colonización infantil y la diseminación del neumococo en el entorno familiar”.
Carga de la enfermedad
El documento refleja que “la enfermedad neumocócica sigue representando una importante carga sanitaria global, con alta incidencia en niños menores de 5 años, especialmente en países en desarrollo. A pesar de las vacunas conjugadas altamente efectivas, persiste una carga significativa de enfermedad residual. Entre estos, el serotipo 3 ha demostrado una alta capacidad de evasión inmune, siendo uno de los principales responsables de enfermedad neumocócica invasiva en la población pediátrica”.
Ante nuevos serotipos, necesidad de actualizar vacunas

La SPP señala que debido a la aparición de nuevos serotipos emergentes es necesario actualizar de manera continua las estrategias de inmunización.
“En Panamá se aplica desde el año 2008 la vacuna antineumocócica, con última modificación en el año 2011. Últimos datos del Laboratorio Central de referencia en Salud Pública de Panamá en el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES) indican que para los años 2019 a 2024, los serotipos de Streptococcus pneumoniae predominantes fueron el 7 (7A, 7B, 7F), 3, 12, 35 y 19 (19A, 19B y 19F)
La SPP indica que existen cuatro tipo de vacunas contra el neumococo: PCV13, PCV15, PCV20 y PPSV23.
Luego de un amplio análisis de los estudios disponibles en relación con estas vacunas, la evidencia en otros países y la posición de los reguladores, la Sociedad Panameña de Pediatría (SPP), a través de su Comité de Vacunas, recomienda la vacunación sistemática de todos los niños contra el neumococo con las nuevas vacunas conjugadas de valencia ampliada, PCV15 o PCV20.
“Ambas son intercambiables con la PCV13, por lo que los niños que hayan iniciado su esquema de vacunación con PCV13 pueden completarlo con cualquiera de estas opciones”.
“En el marco de la vacunación universal, la SPP recomienda el uso de las vacunas neumocócicas conjugadas bajo esquemas 3+1 o 2+1, enfatizando que no se deben emplear pautas que omitan la dosis de refuerzo. La eliminación de esta dosis podría comprometer la inmunidad en mucosas, reducir la efectividad de la vacuna sobre la colonización nasofaríngea y disminuir la inmunidad de grupo, afectando la protección general de la población infantil”.
De igual modo, la SPP recalca “que las pautas 2+1 deben ser utilizadas exclusivamente dentro de programas de vacunación universal. Se ha evidenciado que, tras las dos primeras dosis, un porcentaje significativo de niños no alcanza niveles de anticuerpos protectores contra algunos serotipos, lo que podría aumentar el riesgo de enfermedad neumocócica invasiva en ausencia de una alta cobertura vacunal. Por esta razón, en los esquemas 2+1, la dosis de refuerzo debe administrarse sin retrasos, idealmente entre los 11 y 15 meses de edad, para garantizar una protección adecuada”.
Observan que “una vez conocida la epidemiología a través de una adecuada e integral vigilancia epidemiológica (serotipificación, unificación y digitalización de datos y en lo posible tener información en tiempo real) de la enfermedad neumocócica resulta más sencillo hacer recomendaciones de país, por lo que como sociedad recomendamos de manera categórica optimizar los recursos dirigidos a este fin (para esta y otras enfermedades prevenibles por vacunas)”.
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