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Violeta Villar Liste

Con o sin la guerra de Rusia contra Ucrania los precios de los combustibles iban a subir, en particular, por la reactivación económica global que impulsa la producción, el consumo y la movilidad en un mercado con necesidad de crudo y unos productores sin capacidad de atender la demanda global.

Esta tendencia a la volatilidad y la inestabilidad de los combustibles fósiles, además del conflicto del petróleo y el carbón con el ambiente, son razones de peso en el ADN verde de Panamá, que desde la Secretaría Nacional de Energía (SNE) ha establecido una Agenda de Transición Energética, la cual promueve garantizar el acceso universal a la energía, su uso racional y eficiente, impulsar la movilidad eléctrica, reducir la dependencia de los combustibles fósiles, modernizar el  Sistema Interconectado Nacional (SIN) y en general promover las energías renovables.

Consulte los lineamientos completos de la Agenda de Transición Energética de Panamá:

https://www.gacetaoficial.gob.pa/pdfTemp/29163_B/81944.pdf

Insistir en el tema de la transición energética es también vinculante con la creación de un nueva ciudadanía que cuide el recurso y ahorre, por economía y por la causa del ambiente.

En la actualidad, el tema de la gasolina es tendencia por su incremento. Sin embargo, debe saber que en verano el 50% de la energía eléctrica que llega a su casa se produce con energía térmica (búnker y diésel), con lo cual se estima una variación para el primer semestre de 2022.

Además,  de no existir subsidio, el precio del tanque de gas doméstico de 25 libras, en lugar de costar $4.37 en la provincia de Panamá, le valdría al ciudadano $16.50.

El Dr. Jorge Rivera Staff, secretario nacional de Energía de Panamá, en este diálogo con La Web de la Salud, ofrece un panorama completo de la matriz energética de Panamá, de las razones del incremento de los combustibles, de los pilares de esta transformación con visión verde y de las ganancias tangibles e intangibles del país de pensar en verde.

El Dr. Jorge Rivera Staff es licenciado en Derecho y Ciencias Políticas, con Doctorado en Derecho Administrativo de la Universidad Complutense de Madrid. Igualmente posee Máster en Derecho de la Energía del Instituto Superior de la Energía (ISE) de España. Cuenta con más de 10 años de experiencia asesorando a gobiernos y empresas privadas en temas jurídicos, regulatorios y de políticas públicas en el sector energético.

Lo puede leer, ver y escuchar:

Impacto en la tarifa eléctrica en primer semestre de 2022

Un primer punto de este diálogo se orientó a conocer las características de la tarifa eléctrica, del gas doméstico y de los mecanismos para fijar los precios de gasolina y diésel.

El Dr. Rivera Staff detalló que la Agenda de Transición Energética de la Secretaría Nacional de Energía tiene una visión al año 2030, “con una serie de estrategias que permitan de alguna manera reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles, desde el punto de vista económico y como parte de un compromiso de lucha contra el cambio climático

Sin embargo, en el corto plazo, la tarifa eléctrica en el país, en el contexto de esa matriz energética, es la que menos depende de los combustibles fósiles y por tanto el impacto del aumento del precio del crudo será mucho menor”.

De hecho, la información preliminar que maneja la SNE permite hablar de un hito histórico en 2021: La electricidad que se produjo fue en un 82% de fuentes renovables.

En la época seca, “sí tenemos un impacto por las plantas térmicas que usan de manera fundamental diésel y búnker. Contamos con combustibles importantes como el gas natural, que no es derivado del petróleo pero es combustible fósil”.

De manera positiva, anunció que este verano el país disfruta de una particularidad: “Un gran componente de viento y sol para generar electricidad”. 

Sin embargo, “sí vamos a tener un impacto en la tarifa eléctrica, en la actualización a partir del primero de julio de este año”. 

Cuando se compara la situación panameña con Europa, que en este momento reporta subidas en el recibo de luz de una semana a la otra, señala que son mercados diferentes y, en el caso de Panamá, es cada seis meses cuando se hace un promedio y luego se incorpora en la tarifa siguiente. 

-¿Cuál es el porcentaje de participación de las fuentes renovables en la época de sequía?

-La hidroeléctrica en época seca ronda 40%. El otro 10% entre eólica y solar. El 50% restante corresponde a gas natural, búnker y diésel. 

En el segundo semestre, con la llegada de las lluvias, la participación de hidro sube de nuevo a un promedio de 75% de generación y el uso de combustibles fósiles baja.

-¿Cuánto podría ser el incremento en el recibo de la energía eléctrica en el segundo semestre de 2022?

-Podríamos hacer un ejercicio de proyección de las circunstancias actuales, pero preferimos no hacerlo por la complejidad a la hora de establecer los componentes de la tarifa eléctrica. Además, recordar que la palabra dominante en la pandemia en el mercado petrolero es la volatilidad.

Lo vimos la semana pasada cuando el presidente Biden anunció que no iba a comprar petróleo a Rusia: el crudo llegó a costar por encima de $120. Tres días después se redujo a $110 y ahora (14 de marzo, día de la entrevista) se sitúa en $102, es decir, ha tenido un aumento y descenso de 30%. Hay mucha volatilidad.

-¿A cuáles países le compra Panamá el combustible?

-Panamá compra en el área del Golfo de México de Estados Unidos y, en general, a los estados petroleros que cuentan con una gran infraestructura de exportación de combustibles líquidos.

Permanecerá subsidio al gas doméstico; año pasado fue de $120 millones

Del mercado del gas doméstico se habla poco “pero es fundamental para todos los panameños”, reconoce el Dr. Rivera Staff. No es para menos: permite cocinar los alimentos e incluso activar ciertos equipos.

Este combustible también se importa del área del Golfo de México de Estados Unidos y es un producto de la refinación del crudo, por tanto, expuesto a la misma variabilidad en el precio como ocurre con la gasolina.

El 94% del mercado de butano en Panamá corresponde al popular tanquecito de gas de 25 libras, subsidiado por el Estado panameño.

“Aunque el precio que pagamos en los supermercados y tiendas en la ciudad de Panamá es de $4.37, establecido por el Gobierno, su costo real está por encima de los $16.50, es decir, alrededor de $12 de subsidio por cada cilindro de gas que consumimos todos”.

El promedio de consumo es de un millón de tanquecitos de gas, en Panamá, por mes.

-¿Tienen previsiones sobre cómo incrementará el precio del GLP?

-Se moverá de manera proporcional al incremento o descenso del crudo. Existe el compromiso del Estado de mantener el subsidio, es decir, el costo permanecerá para los ciudadanos pero es importante saber que hay un sacrificio fiscal.

El año pasado estuvimos por encima de los $120 millones por concepto de subsidios para este rubro, y no teníamos el petróleo superando los $100, así que este año será mayor el aporte.

Variación del precio del combustible (gasolina y diésel) es a causa del precio al cual importamos

-¿Cómo se fija el precio de la gasolina y el diésel en Panamá?

-En Panamá hay dos grandes componentes del precio de la gasolina y del diésel que pagamos en las estaciones de servicio: el primero es el precio de paridad de importación, es decir, cuánto nos cuesta comprar ese producto en el extranjero, en este caso en Estados Unidos. Este componente representa alrededor de un 80% del costo final del combustible. 

El otro 20%, es decir, el componente local,  a precios locales, está compuesto por el impuesto, por el flete de transporte en Panamá y el margen de comercialización de las estaciones de servicio.

Estos tres componentes (impuesto, flete y margen de comercialización) promedian el 20%. Están establecidos desde el 2008 por el Gobierno y no ha variado esos topes, porque están congelados, desde el 2018.

De esta forma, la variación del precio del combustible (gasolina y diésel) que ocurre cada 14 días es a causa del precio al cual importamos el producto (80%), no por el precio local (20% del costo final del combustible).

-¿Si en este momento la guerra cesa y se estabilizan los mercados pudiéramos hablar de un descenso en el precio o hay otras circunstancias asociadas al incremento de los combustibles?

-Desde mediados del año pasado hemos visto un incremento, aunque gradual, sostenido, del precio del crudo a nivel internacional porque el año pasado ocurrió la consolidación de la recuperación económica en el mundo, producto de las vacunaciones masivas.

El mundo volvió a usar combustibles, pero los países productores no estuvieron en condiciones de acompañar ese aumento de la demanda. Entonces, no había la suficiente oferta por lo cual se ajustó el mercado hacia arriba.

Sin embargo, hablabamos de precios entre $70, $75 y hasta $80, pero llegó el conflicto y nos ha disparado los costos por encima de $120.

Las proyecciones a nivel internacional, de no limitarse de gran forma el suministro de Rusia al mundo (tercer producto de petróleo) nos llevaría a hablar del barril de crudo en $90 a finales de año. Son las tendencias más conservadoras. En un escenario de alta volatilidad es difícil mantener proyecciones.

Estímulos para migrar a la energía limpia

-¿Cuáles son las estrategias desde la SNI, en materia de legislación y estímulos para reducir los costos de migrar a las energías limpias

-La Agenda de Transición Energética, más allá de atender los temas coyunturales del momento, es una política de Estado estructural a 2030 e implica aprobar cinco estrategias nacionales para el sector eléctrico y dos para el sector de hidrocarburos.

En hidrocarburos podemos hablar de biocombustibles, bioetanol o hidrógeno verde.

En el caso de electricidad, al abordar las brechas de costos, depende de muchos aspectos regulatorios, financieros y de incentivos.

Detalló que luego del diagnóstico están presentando líneas de acción concreta:

  • Estrategia nacional de generación distribuida para el tema de los paneles solares.
  • Estrategia nacional de movilidad eléctrica en el caso de los vehículos
  • Estrategia nacional de innovación del sistema para la penetración de más renovables y abrir la comercializacion independiente de energía en el país
  • Crear la figura que se conoce en otros países como prosumidor de energía, es decir, además de consumir, produce energía en su residencia, en su comercio o local.

En 2021 se vendieron 75 autos eléctricos 

El Dr. Rivera Staff reconoce que a la fecha el costo inicial de un vehículo eléctrico es todavía más caro que un auto de combustión interna, sin embargo “en la vida útil ya es más barato uno eléctrico que uno de combustión por los gastos y los precios de mantenimiento”.

Como parte de las iniciativas para cerrar esta brecha inicial, la SNE trabaja para contar con puntos de recarga a nivel nacional e incluso que esos puntos de recarga sean un modelo de negocio para poder vender electricidad: Se trataría de electrolineras, es decir, una estación de servicio de electricidad con recarga y quien la administre ganaría por este servicio.

De manera positiva anunció que el año pasado hubo un récord en la venta de autos eléctricos: 75 unidades, que si bien en términos absolutos es un mercado muy pequeño, ya marca tendencia.

En 2025 proyecta que el país pueda contar con los primeros vehículos eléctricos al mismo precio de compra inicial que sus equivalentes de combustión interna, para lo cual considera vital que la banca se involucre y ayude con planes de financiamiento a la clase media.

Paneles solares: Un crecimiento del 65% desde 2019

El secretario nacional de Energía informó que desde 2019 a la fecha, “hemos crecido 65% en instalación de paneles solares en techos de clientes”.

En proporción, equivale a 25% por año: El sistema contabiliza 54 megas instalados “y la Estrategia Nacional de Generación Distribuida, ya  aprobada por el Consejo de Gabinete en enero, establece que de los actuales 54 megas, al año 2030 aspiramos a tener 1,400 megas instalados en el escenario optimista”.

Reitera que la hoja de ruta es clara en la tarea de depender cada vez menos de los combustibles fósiles y luchar contra el cambio climático.

2023 iniciará renovación del transporte público

-En este escenario de transición energética, ¿será posible reconvertir las unidades de transporte público que ya existen y adaptar sistemas eléctricos o híbridos?

El Dr. Rivera Staff precisó que Panamá es el país de Centroamérica que más personas mueve en movilidad eléctrica porque tiene el Metro, sistema de transporte masivo.

En el caso de los autobuses, la SNE trabaja de manera articulada con Mibus en análisis adicionales de rentabilidad técnico-financiero porque en el 2023 debe iniciar el proceso de renovación de flota, el cual significa sustituir, de manera escalonada, 1,200 buses.

La idea es que cada autobús nuevo sea eléctrico o en su mayoría, en particular si en la medida que transcurre la renovación los precios son competitivos. 

A la fecha ya existe una ruta aprobada para el Casco Antiguo de cinco autobuses, y se trabaja en la infraestructura y estaciones de recarga, además de otras rutas alimentadoras y en el interior del país, como parte de los ejes de la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica que se llama Flotas Estratégicas (transporte público, flotas del Estado y flotas de empresas privadas).

Panamá exportó su primer contenedor de GNL a Ecuador; plantas de búnker y de diésel saldrán del país en 2023

-¿En este proceso de energías limpias cuál será el papel de la industria de Gas Natural Licuado?

-El gas natural es un complemento en el corto y mediano plazo para la transición energética. Nos brinda energía eléctrica a partir de una fuente mucho menos contaminante que el búnker, el diésel o el carbón y además con unos precios mas estables y reducidos que los derivados de petróleo. Tiene un rol que jugar, no solo para generar electricidad, también en otras aplicaciones, en particular las industriales.

En Panamá estamos apostando a consolidarnos como un hub de redistribución de Gas Natural Licuado (GNL) para la región y  Centroamérica. 

De hecho, el Dr. Rivera Staff anunció que hace unas tres semanas se dio la primera exportación de un contenedor de GNL de Panamá a Ecuador. 

“Es parte del posicionamiento que estamos llevando adelante donde el GNL tiene un rol que jugar y nos da firmeza en nuestra generacion eléctrica, entendiendo ahora otro tema: el cambio climático tiene impactos en toda América Latina y Panamá en sus matrices hidroeléctricas. 

No sabemos a ciencia cierta si será con menos lluvias para países como el nuestro que depende en 75% de la generación hidroeléctrica”.

Al respecto, Panamá trabaja en un Plan Nacional de Adaptación del Sistema Energético a los efectos del cambio climático y en esta diversificación el GNL juega un papel.

Anunció que mediante los mecanismos de mercado, las últimas plantas de búnker y de diésel deberían estar saliendo en diciembre de 2023 del país.

Ejercicio de alineamiento con la Senacyt a partir del Pencyt

-¿Cuáles son las alianzas de la SNE y la universidad panameña para dar respuestas desde la academia y la innovación a las energías limpias?

-La Agenda de Transición Energética tiene estas estrategias nacionales que son funcionales pero también hojas de ruta de ejes transversales y el primero es el de género: cómo incorporar iniciativas de equidad de género en nuestra Agenda; el segundo es fortalecimiento institucional y el tercero el de educación, innovación y desarrollo.

Este eje formaliza las alianzas con la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), con el Instituto Técnico Superior del Este (ITSE), con el Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano (Inadeh) y con la Universidad de Panamá (UP) cuentan con convenios de cooperación.

De igual modo se hizo un ejercicio de alineamiento con la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) a partir de su Plan Estratégico Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Pencyt) y esperan tener este año las primeras iniciativas del sistema de innovación.

“Queremos convertir a Panamá no solo en hub de infraestructura o servicios para energías verdes sino de generación de conocimiento”.

Un estudio de la SNI demostró que incorporar al menos 30% de componente local (por ejemplo, con el ensamblaje de ciertas piezas y equipos) tienen impactos en generación de empleo, reducción de subsidios y aumento del Producto Interno Bruto (PIB).

La Agenda tiene un Consejo Nacional de Transición Energética, que es un espacio de representación de entidades públicas, del sector privado y de la academia, una vía para tener retroalientación, diálogo y rendición de cuentas de los avances.

-¿Qué debe tener presente el consumidor al incorporar la cultura del ahorro como parte de su vida y así hacer ciudadanía ambiental?

El eje Educación, Innovación y Desarrollo asigna un rol importante al Ministerio de Educación (Meduca) al proponer incorporar contenidos de sosteniblidad energética en los programas de primaria, premedia y media para que los ciudadanos, una vez salgan del sistema eductivo formal, vengan con estos conceptos incorporados,  ya con el chip.

Reflexiona que el cambio a veces no significa invertir en grandes equipos sino en acciones y en conducta. Por ejemplo, llevar el termostato de 19° a  23° ya permite ahorrar un 10% en la factura eléctrica, “son pequeños cambios que hacen grandes diferencias en una ciudadanía y en el país”.

Violeta Villar Liste
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