El denominado Síndrome Multisistémico Inflamatorio Pediátrico (MIS-C, por sus siglas en inglés), asociado al covid-19 comienza a dar señales en Venezuela, de allí que conocer sus características y detectarlo a tiempo, garantiza la rápida atención del paciente.
El doctor Manfred Hermanni, cardiólogo pediatra e intervencionista, durante su reciente exposición Covid-19 y corazón, ¿qué dice la evidencia?, como parte de las sesiones de la Academia Nacional de Medicina de Venezuela (ANM), considera que una vez se llegue al pico de la pandemia, la mayor expresión del MIS-C podría tener lugar en Caracas y el estado Miranda, conforme a la lógica que ha mantenido el virus en el mundo de su particular incidencia en ciudades más pobladas.
El Dr. Hermanni califica el MIS-C como un “síndrome emergente y raro” y advierte que las mayores consecuencias en estratos socioeconómicos menos favorecidos también lo convierte en un riesgo.
El CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos), define el MIS-C como “una afección en la que diferentes partes del cuerpo pueden inflamarse, incluido el corazón, los pulmones, los riñones, el cerebro, la piel, los ojos u órganos gastrointestinales”.
El CDC señala que no se sabe la causa de este síndrome, pero sí que la mayoría de los niños que lo han sufrido “tuvieron el virus que causa el covid-19 o han estado cerca de alguien con covid-19”.
El Dr.Hermanni señala que por su agresividad detectarlo de manera precoz resulta fundamental.
La respuesta al tratamiento es muy buena, pero “todo un reto en Venezuela” por las condiciones ya conocidas.
Observa que una rápida evaluación cardiovascular, así como el manejo multidisciplinario del paciente y su seguimiento a largo plazo, son condiciones para lograr un mejor pronóstico.
Durante su intervención en la sesión de la ANM, el especialista indicó de manera retrospectiva, que en el caso de los niños se determinó que la infección por covid-19 es menos frecuente, con reporte de 2% en Estados Unidos; 2.2% en China y 1.2% en Italia y con baja mortalidad.
En general en los menores se observó una mejor respuesta ante el covid-19, por “la menor expresión de receptores ECA 2” y una inmunidad innata “optimizada por infecciones virales y uso de vacunas”.
Pero a mediados del mes de abril se genera una alerta, cuando en Inglaterra se produce un aumento brusco y agudo de casos, en particular en ocho niños que eran sanos, cuya única comorbilidad era la obesidad, quienes hicieron una clínica parecida a la enfermedad de Kawasaki.
Los investigadores detectaron en un periodo de 10 días, a mediados de abril de 2020, “un grupo sin precedentes de ocho niños con shock hiperinflamatorio, que mostraban características similares a la enfermedad de Kawasaki atípica, síndrome de shock de la enfermedad de Kawasaki, o síndrome de shock tóxico (el número típico es uno o dos niños por semana)”.
“Este grupo de casos formó la base de una alerta nacional”, se describe en el estudio Choque hiperinflamatorio en niños durante la pandemia covid-19, publicado en línea en Lancet.
En la ciudad italiana de Bérgamo, una de las más afectadas por la pandemia, también reportaron un incremento 30 veces superior de casos similares a la enfermedad de Kawasaki, pero con algunas diferencias, detalla el Dr. Hermanni.
Las autoridades sanitarias británicas concluyeron estar frente a un nuevo síndrome inflamatorio pediátrico del multisistema asociado a SARS-CoV-2 que llamaron PIMS-TS, por sus siglas en inglés.
Esta posición fue coincidente en el resto de Europa, de Estados Unidos y por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con diferencias en la manera de llamar al síndrome e incluir o excluir variaciones sobre los síntomas.
El CDC, en concreto, advierte a los padres de llevar a sus hijos al médico de presentar alguno de estos síntomas:
- Fiebre
- Dolor abdominal
- Vómitos
- Diarrea
- Dolores de cuello
- Sarpullido
- Ojos inyectados de sangre
- Agotamiento intenso
Hermanni hizo referencia a varios estudios recientes que profundizan todavía más en esta manifestación pediátrica asociada al covid-19.
La publicación Síndrome inflamatorio multisistémico infantil asociado a covid-19, Estados Unidos, marzo-julio de 2020 (ver: https://www.cdc.gov/mmwr/volumes/69/wr/mm6932e2.htm), analiza que “el síndrome inflamatorio multisistémico en niños (MIS-C) es una afección rara pero grave que se ha informado aproximadamente 2 a 4 semanas después de la aparición de covid-19 en niños y adolescentes”.
Este informe agrega a las investigaciones que la mayoría de los casos “tienen características de shock, con afectación cardíaca, síntomas gastrointestinales y marcadores de inflamación significativamente elevados, con resultados de laboratorio positivos para el SARS-CoV-2. De los 565 pacientes que se sometieron a la prueba del SARS-CoV-2, todos tuvieron un resultado positivo mediante RT-PCR o serología”.
Hermanni indica que el diagnóstico de este síndrome debe considerar un amplio abordaje, desde la parte clínica hasta radiografía de torax, electrocardiograma, ecocardiograma y laboratorio e incluso evaluación un año después de esta enfermedad que presenta diferentes formas clínicas y con más de 1,000 casos reportados en el mundo.
El Dr. Michael Levin, en el editorial publicado en The New England Journal of Medicine, como parte de la investigación citada por el Dr. Hermanni en su presentación, describe este síndrome con una frase exacta: es el nuevo desafío en la pandemia (ver el artículo completo: https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMe2023158).
En general, observa que el MIS-C ofrece un “cuadro clínico consistente”: ocurre de 2 a 4 semanas después de la infección por SARS-CoV-2; es poco común (2 de cada 100.000 personas <21 años de edad); la mayoría de los pacientes con MIS-C tienen anticuerpos contra el SARS-CoV-2 y el virus se detecta en menor proporción y una proporción relativamente alta de casos ha ocurrido entre personas negras, hispanas o del sur de Asia”.
En algunos pacientes, destaca Levin, se desarrolla una enfermedad crítica que conduce a cuidados intensivos, con compromiso cardíaco prominente y aneurismas de las arterias coronarias en 10 a 20%.
Su preocupación en general refleja la misma interrogante de la comunidad científica global y es si la expresión del MIS-C en los niños es solo la «punta del iceberg» de un problema mayor que todavía está por verse.
Violeta Villar Liste
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