fbpx
La hipertensión es un problema de salud global significativo. En Panamá, según datos del Minsa de 2018, la prevalencia de la hipertensión era del 22% Es una de las principales causas de enfermedad renal crónica en Panamá.  

Por: Dra. Karen Courville

La Dra. Karen Courville es egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá. Realizó estudios en Medicina Interna y Nefrología en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo A. Madrid.  Tiene un Fellow en Investigación Renal del Instituto Mario Negri en Bérgamo, Italia.  Investigadora del Instituto de Ciencias Médicas de Las Tablas. Miembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI)

La presión arterial es la medida de la fuerza que ejerce el corazón al bombear sangre hacia todo el cuerpo a través de las arterias. Cada vez que el corazón late, impulsa la sangre, creando presión sobre las paredes de las arterias. Esta presión es vital para que la sangre circule y lleve oxígeno y nutrientes a todos los órganos y tejidos.  

La presión arterial se mide con dos números:

  • Presión Sistólica: El número superior representa la presión en las arterias cuando el corazón late y expulsa la sangre.  
  • Presión Diastólica: El número inferior indica la presión en las arterias entre latidos, cuando el corazón se relaja y se llena de sangre.  

Estos números se expresan en milímetros de mercurio (mmHg), por ejemplo, 120/80 mmHg.

¿Qué tan común es la hipertensión arterial?

La hipertensión es un problema de salud global significativo. En el año 2000, se estimaba que 900 millones de adultos en todo el mundo tenían hipertensión.

La hipertensión es más prevalente en países de ingresos medios y bajos.

En Panamá, según datos del Minsa de 2018, la prevalencia de la hipertensión era del 22%.

A nivel mundial, existe una brecha en el conocimiento y el control de la hipertensión: el porcentaje de adultos que saben que tienen hipertensión varía entre el 40% y el 67%, y solo alrededor del 28% de los pacientes tienen su presión arterial controlada.  

¿Cuál es la presión arterial normal?

Generalmente, se considera que la presión arterial normal para los adultos es menor de 120/80 mmHg. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los valores pueden variar según la edad, el estado de salud y otros factores individuales. Lo ideal es que cada persona consulte con su médico para determinar cuál es su rango de presión arterial óptimo.  

Hipertensión arterial: Cuando la presión se eleva

La hipertensión arterial, o presión arterial alta, se define como una presión arterial sostenida por encima de 140/90 mmHg. No es simplemente una «presión alta» ocasional debido al estrés; se trata de una condición crónica que requiere atención a largo plazo.  

Conocer los valores de presión arterial permite identificar cualquier cambio a tiempo. Muchas personas con hipertensión no experimentan síntomas, por lo que la medición regular es clave para un diagnóstico precoz. Además, la presión arterial es un indicador importante de la salud del corazón y los vasos sanguíneos. Valores elevados, incluso antes de alcanzar el umbral de la hipertensión, pueden señalar un mayor riesgo de problemas cardiovasculares en el futuro.

¿Qué sucede cuando la presión arterial se mantiene elevada?

Cuando la presión arterial es alta, el corazón tiene que esforzarse más para bombear la sangre. Esto ejerce una tensión adicional sobre las arterias, haciéndolas más rígidas y menos elásticas con el tiempo. Este daño silencioso puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas (infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca), accidente cerebrovascular (bloqueo o ruptura de los vasos sanguíneos en el cerebro), enfermedad renal (daño a los vasos sanguíneos de los riñones, lo que puede llevar a falla renal), problemas de visión (por daño a los vasos sanguíneos de la retina) y deterioro cognitivo (dificultad para pensar, recordar y aprender)  

Factores que influyen en el control de la presión arterial

El control de la presión arterial es un desafío multifactorial. Varios factores pueden dificultar el manejo efectivo de la hipertensión:

  • Factores sociodemográficos: Edad avanzada, falta de apoyo social, vivir en áreas remotas, problemas de transporte, analfabetismo, condiciones climáticas adversas, conflictos bélicos y migración.
  • Factores relacionados con el centro de atención médica: Escasez de medicamentos, citas poco frecuentes, horarios inconvenientes, falta de personal médico.  
  • Factores relacionados con el tratamiento: Necesidad de tomar múltiples medicamentos, ineficacia del tratamiento, intolerancia a los medicamentos.  
  • Factores relacionados con la salud del individuo: Presencia de múltiples enfermedades crónicas, depresión, abuso de sustancias o alcohol.  
  • Factores relacionados con el paciente: Negación del diagnóstico, minimización de la enfermedad, miedo a la dependencia de los medicamentos, falta de comprensión de la enfermedad, falta de seguimiento médico, uso de medicina alternativa, miedo a los efectos secundarios de los medicamentos.  

Consecuencias de un control inadecuado de la presión arterial

El control inadecuado de la hipertensión puede tener graves consecuencias para la salud. A nivel vascular las arterias se vuelven más rígidas, lo que aumenta el riesgo de crisis hipertensivas e infarto agudo de miocardio.

Existe un mayor riesgo de demencia y disminución de la capacidad de planificación, organización y ejecución de tareas, lo que produce deterioro cognitivo.

A nivel renal, aumenta la pérdida de proteínas en la orina, lo que contribuye al riesgo de infarto, accidente cerebrovascular y deterioro de la función renal. La hipertensión es una de las principales causas de enfermedad renal crónica en Panamá.  

La hipertensión no controlada no solo tiene un impacto en salud, si no también tiene un impacto económico significativo. Los pacientes con hipertensión mal controlada requieren atención de urgencia y hospitalizaciones con mayor frecuencia, lo que se traduce en mayor ausentismo laboral y menor productividad. Además, el tratamiento de las complicaciones de la hipertensión (como cateterismos cardíacos, terapias de trombolísis, rehabilitación y diálisis) genera altos costos para los sistemas de salud.  

Recomendaciones para la prevención y el control de la presión arterial

Para abordar la hipertensión de manera efectiva, se requiere un enfoque integral que involucre a los sistemas de salud, los profesionales de la salud, los empleadores y los individuos.

  • Sistemas de salud: Garantizar el acceso a medicamentos de calidad y asequibles.  
  • Empleadores: Implementar programas de salud ocupacional que incluyan el control regular de la presión arterial.  
  • Profesionales de la salud: Educar a los pacientes sobre la importancia del control de la hipertensión, explicar que es una condición que se controla pero no se cura, por lo que es importante fomentar la adherencia al tratamiento.  
  • Pacientes y público en general:
    • Aprender a usar los medicamentos correctamente.  
    • Adoptar un estilo de vida saludable que incluya una dieta balanceada, baja en sodio y rica en frutas y verduras, actividad física regular, mantener un peso saludable, limitar el consumo de alcohol y no fumar.  
    • Realizarse chequeos médicos periódicos para medir la presión arterial y evaluar el riesgo cardiovascular.
    • Manejar el estrés de manera efectiva a través de técnicas de relajación, meditación o ejercicio.

Conclusión

La hipertensión arterial es un problema de salud común pero grave, con consecuencias significativas para la salud individual y la sociedad. La prevención, la detección temprana y el control efectivo son fundamentales para reducir su impacto. Debe evaluarse por lo menos 1 vez al año si no se sufre de hipertensión, para tener un valor basal; y de manera más frecuente para evaluar los valores meta si se sufre de hipertensión. Al adoptar un enfoque proactivo y trabajar juntos, podemos mejorar la salud cardiovascular de todos.

Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI