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A diferencia del desorden, vivir en espacios adecuadamente ordenados, produce sensaciones positivas y agradables a nivel psicológico

Por: María Mercedes Armas (Psicóloga)

La licenciada María Mercedes Armas Barrios es psicóloga. Egresada de la Universidad Central de Venezuela. Es integrante del Observatorio Venezolano de los DDHH de las Mujeres y del Centro de Investigación Social Formación y Estudios de la Mujer.
@psico.mm.armas
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Un ambiente desordenado puede ser indicador de diversos problemas a nivel psicológico y, a su vez, genera efectos negativos. A veces el desorden refleja debilidad en el carácter de las personas, poca disciplina, la búsqueda de lo fácil e inmediato y la poca disposición a cambiar los hábitos ya instalados, desinterés o desmotivación; también pudiera estar reflejando la necesidad de acumular objetos por miedos o apegos del pasado.

Es importante darnos cuenta del impacto que tiene para nosotros estar a diario en un espacio desordenado y caótico; ya que diversos estudios han concluido que genera efectos negativos, entre ellos: sensación de estar abrumado, de no tener espacio, puede provocar pérdida de productividad y disminuir significativamente la capacidad para concentrarse y tomar decisiones, generando rápidamente sentimientos de agotamiento.

Es debido a estos impactos negativos que el desorden es considerado como una causa de problemas en la salud mental, ya que afecta la forma como nos auto percibimos y percibimos nuestra manera de vivir; afecta el estado de ánimo y se le asocia con hábitos negativos en general, tales como malos hábitos alimentarios y del sueño, una mayor probabilidad de desarrollar trastornos del estado de ánimo y un menor control de los impulsos.

Otros de los efectos negativos del desorden y la desorganización, es la pérdida de tiempo, la impuntualidad y la pérdida de oportunidades. Se ha estimado que la persona promedio pierde un 5% de su tiempo debido a estos patrones.

Por otra parte se ha encontrado que vivir a diario con desorden y desorganización, genera una mayor producción de cortisol, la hormona del estrés, lo cual aumenta la probabilidad de padecer trastornos crónicos de ansiedad, disminuyendo la sensación de bienestar, felicidad y la seguridad que una persona obtiene de estar en sus espacios personales, según algunos estudios neurocientíficos.

A diferencia del desorden, vivir en espacios adecuadamente ordenados, produce sensaciones positivas y agradables a nivel psicológico.

Joseph Ferrari, quien es uno de los estudiosos más reconocidos de la investigación sobre el desorden y la desorganización y distinguido profesor de psicología, afirma: «Sentirás menos agotamiento, aumentará su productividad en la oficina y mejorarás enormemente tu calidad de vida si aprendes a ordenar y organizarte».

Beneficios de la limpieza, el orden y la organización:

  • Disminución del agotamiento.
  • Aumento de la productividad y calidad de vida.
  • Disminución de la ansiedad y la frustración.
  • Gestión más eficiente del tiempo.
  • Mejoría de la autopercepción y autoestima.
  • Mejoría en hábitos de alimentación y sueño.
  • Mejoría de la calidad de las relaciones interpersonales.

Aunque no es fácil cambiar este tipo de hábitos, es muy recomendable comenzar a hacerlo, aunque sea paso a paso, de manera gradual, debido a los amplios beneficios que conlleva para nuestra salud mental.

La tendencia, como autocuidado de la salud mental, es a organizarse y a dejar de acumular. Diversos expertos enfatizan la importancia del orden y la organización en el hogar como parte vital del bienestar emocional. En próximas publicaciones revisaremos algunas propuestas acerca de cómo comenzar a gestionar el orden en los espacios personales y laborales.

Por: María Mercedes Armas (Psicóloga)