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La educación del paciente es importante porque existe una percepción de que los pacientes no necesitan entender la relevancia de los cuidados postoperatorios

Por: Dra. Liliana (Lily) Arosemena

La Dra. Liliana (Lily) Arosemena es egresada de Medicina en la Universidad Latina de Panamá. Con especialización en Oftalmología en la Universidad Autónoma de Bucaramanga, en la Fundación Oftalmológica de Santander, Clínica Carlos Ardila Lulle (Bucaramanga, Colombia). Estudios de retina y vítreo en la Universidad Del Rosario, Fundación Oftalmológica Nacional (Bogotá, Colombia). Es miembro adjunto de la Academia Americana de Especialistas en Retina (ASRS), la Asociación Americana de Oftalmología  (AAO), la Sociedad Colombiana de Oftalmología (SCO), la Asociación Panamericana de Oftalmología (PAAO) y la Sociedad Panameña de Oftalmología  (SPO). En instagram: @retinapanama

La cirugía ocular ha avanzado significativamente en las últimas décadas, permitiendo la corrección de múltiples condiciones visuales y mejorando la calidad de vida de millones de personas. Sin embargo, el éxito de cualquier procedimiento quirúrgico depende en gran medida de los cuidados postoperatorios. Este aspecto de la atención médica es crucial para prevenir complicaciones, promover la recuperación y garantizar resultados óptimos. En estas líneas, exploraremos los cinco puntos fundamentales relacionadas con los cuidados postoperatorios en cirugía ocular, con el objetivo de proporcionar una comprensión más profunda de su importancia y aplicación en la práctica clínica.

La educación del paciente es importante porque existe una percepción de que los pacientes no necesitan entender la relevancia de los cuidados postoperatorios, ya que confían en los profesionales de la salud para manejar su recuperación. Sin embargo, esta visión es errónea. La educación del paciente es esencial para lograr una recuperación exitosa. Los pacientes deben ser informados sobre las expectativas postoperatorias, el cronograma para la administración de medicamentos y las pautas para identificar signos de complicación, como enrojecimiento, dolor o una disminución inesperada de la visión. Cuando los pacientes son activos en su proceso de recuperación, se sienten más seguros y son más propensos a cumplir con las recomendaciones médicas, lo que se traduce en resultados favorable.

Es imporante conocer que existe un escepticismo sobre la efectividad de la adherencia a los regímenes de medicación postoperatoria. Algunos pacientes pueden pensar que los medicamentos son innecesarios o no efectivos. Sin embargo, el uso de antibióticos y antiinflamatorios es crítico para prevenir infecciones y reducir la inflamación postquirúrgica. La omisión de estas medicaciones puede conducir a complicaciones serias, como infecciones corneales que pueden comprometer la visión. Por lo tanto, es fundamental subrayar la importancia de seguir el régimen de medicación que el oftalmólogo prescribe, ya que esto puede ser determinante en el éxito de la cirugía ocular.

La necesidad de controles regulares es de vital importancia para la adecuada recuperacion de los pacientes. Existe una creencia de que los cuidados postoperatorios no requieren la supervisión regular de un profesional de la salud. Los pacientes a menudo asumen que, si no experimentan problemas obvios, no necesitan asistencia médica adicional. Sin embargo, las evaluaciones postoperatorias son indispensables para detectar cualquier complicación que no sea evidente para el paciente. Durante estas visitas, los oftalmólogos pueden evaluar la curación de los tejidos, ajustar los regímenes de tratamiento y abordar cualquier preocupación del paciente. Ignorar estas consultas puede resultar en problemas no diagnosticados que afectan la salud visual a largo plazo.

La gestión de las expectativas del paciente  se debe manejar con mucho cuidado y con la mayor empatia entre el médico y el paciente. Existe una errónea percepción de los pacientes sobre la rapidez de la recuperación y la mejora de la visión. Muchos pacientes esperan resultados instantáneos y pueden frustrarse si su recuperación no sigue un curso lineal. Es crucial que los profesionales de la salud gestionen adecuadamente las expectativas de los pacientes desde el inicio. Explicar que la recuperación tras una cirugía ocular puede ser gradual y que cada individuo puede experimentar diferentes tiempos de curación es fundamental. Esto puede contribuir a una experiencia postoperatoria más positiva y a una mejor adherencia a los cuidados recomendados.

Por último, se menciona que no es necesario modificar el entorno del paciente durante los cuidados postoperatorios. Para facilitar una recuperación óptima, es vital que los pacientes creen un entorno propicio que minimice la tensión visual y el riesgo de lesiones. Esto incluye evitar actividades que requieran esfuerzo visual, como leer o utilizar dispositivos electrónicos por períodos prolongados, y asegurarse de que el lugar de descanso sea tranquilo y libre de desorden. Un ambiente controlado puede contribuir significativamente a evitar complicaciones y facilitar una recuperación más rápida.

En fin, los cuidados postoperatorios en cirugía ocular son un aspecto vital que no debe ser subestimado. Abordar las objeciones comunes relacionadas con la educación del paciente, la adherencia a los tratamientos, la supervisión médica continua, la gestión de expectativas y la creación de un ambiente seguro puede contribuir significativamente a mejorar los resultados de la cirugía ocular. En consecuencia, tanto los profesionales de la salud como los pacientes deben colaborar estrechamente para optimizar la recuperación y asegurar el éxito del procedimiento quirúrgico. La atención postoperatoria apropiada es un compromiso compartido que puede marcar la diferencia en la salud ocular del paciente a largo plazo.

Referencias