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Por María Mercedes Armas (Psicóloga)

La licenciada María Mercedes Armas Barrios es psicóloga. Egresada de la Universidad Central de Venezuela. Es integrante del Observatorio Venezolano de los DDHH de las Mujeres y del Centro de Investigación Social Formación y Estudios de la Mujer.
@psico.mm.armas
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En la publicación anterior iniciamos el análisis del enfoque de Autocuidado Emocional y su pertinencia en cualquier ámbito humano, así como de sus beneficios y de algunos elementos esenciales. Hoy continuamos el tema, enfocando en los ámbitos profesionales que, por el tipo de temas y poblaciones atendidas, repercuten de manera negativa en la esfera emocional del profesional que trabaja en el área de atención psico-social.

Para iniciar vamos a destacar la definición autocuidado como “el conjunto de estrategias de afrontamiento que pueden implementarse para prevenir déficit y propiciar o fortalecer el bienestar integral en las áreas: físicas, emocionales y psico espirituales” (Murillo, 2001.)

  • La paradoja de “Cuidar a los que cuidan”.

Se ha hecho evidente que los profesionales de ayuda, en diversos ámbitos, también requieren de herramientas de autocuidado para proteger su salud integral: física, mental y emocional. De allí que se hallan desarrollado programas especiales para equipos que trabajan con maltrato infantil o violencia contra las mujeres, entre otros temas sensibles.

Se evidencia, que trabajar con temáticas dolorosas, violentas o de riesgo, que involucran víctimas y poblaciones extremadamente vulnerables, va generando desgaste emocional en los equipos de atención psico social; de allí que sea necesario tomar conciencia de ello y establecer estrategias de afrontamiento que permitan proteger su salud mental y emocional. El monto de desgaste emocional también está en función de los recursos internos del profesional, de sus conocimientos en el manejo efectivo de los casos que atiende y de las condiciones laborales, entre otros factores.

  • Parte de un ejercicio profesional responsable y de calidad implica el proceso de Autocuidado.

En este sentido el Autocuidado Emocional de los profesionales de ayuda, inicia con esta toma de conciencia y aceptación de sus propias capacidades y limitaciones. El servicio profesional que ofrecemos con empatía y calidad, no debería implicar un sacrificio desgastante que, a la larga, va a repercutir en un impacto físico, emocional y mental que reduce el nivel de objetividad, calidad de atención, nivel de rendimiento y empatía.

  • Los profesionales somos seres humanos ante todo.

Es importante que delimitemos el tipo de casos, temas, actividades o personas con las cuales estamos dispuestos a lidiar profesionalmente, ya que de eso va a depender el adecuado y satisfactorio desempeño. Reconocer, consciente y responsablemente, las preferencias o antipatías que experimentamos como seres humanos, no es algo negativo sino, por el contrario, muy profesional y necesario para mantener un nivel de atención óptimo y prevenir el desgaste emocional.

A continuación menciono algunos de los aspectos considerados como relevantes del Autocuidado Emocional; aquellas habilidades y acciones que nos permiten auto cuidarnos emocionalmente, tanto a profesionales de atención psico-social como a cualquier persona.

  • La búsqueda  de espacios y momentos para nosotros mismos.

Darle prioridad a los momentos y espacios necesarios para construir y recargar el equilibrio interno, la tranquilidad y la paz mental.

  • La auto regulación emocional.

Estar en contacto con nuestras emociones y ser capaces de expresarlas de manera adecuada sin acumularlas, para lo cual podemos ayudarnos con técnicas de relajación y control del estrés.

  • Vincularnos con otros.

Buscar el apoyo emocional en otros, de manera recíproca y empática, enriquece nuestra vida.

  • Auto aceptación y amor propio.

Con frecuencia nos cuesta tratarnos con amabilidad, tolerancia y paciencia a nosotros mismos. Necesitamos dejar de juzgarnos y culparnos, ya que eso no resuelve nada, por el contrario, nos hace infelices. Comprender nuestra humanidad y proceso evolutivo nos proporciona paz mental.

  • Ser genuinos y expresarnos de manera auténtica.

Respetarnos como personas nos permite mostrarnos tal como somos, ser más resilientes y desarrollar confianza en nosotros mismos, mayor bienestar y satisfacción personal.

  • Abrirnos al disfrute y al merecimiento de lo bueno.

Tenemos muy arraigados patrones de auto castigo y culpa que nos alejan de la posibilidad de estar bien con nosotros mismos; de allí que necesitemos concientizar y dejar ir estos patrones de nuestra esfera mental y emocional.

Todas estas habilidades y acciones, practicadas progresiva y conscientemente, se van constituyendo en factores protectores de nuestra salud mental y emocional que nos garantizan el autocuidado necesario.

Por María Mercedes Armas (Psicóloga)